Ita visibiliza el trastorno alimentario compartiendo historias reales

En el Día Mundial de la lucha de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), varios recursos asistenciales de Ita, junto a pacientes y profesionales, se han unido para alzar la voz y compartir experiencias personales para visibilizar esta problemática.

“El Trastorno Alimentario es como la punta del iceberg. Yo tenía todos estos pensamientos con la comida y todo eso, para tapar otros temas, como problemas sociales porque soy una persona que tiene dificultades con esto. También utilizaba la enfermedad para tapar temas familiares que no sabía afrontar o asumir” Cristina, paciente recuperada de la unidad infanto-juvenil de Trastornos Alimentarios de Ita Argentona.

Más de 300.000 jóvenes en España sufren trastorno alimentario que puede ocasionar graves consecuencias a nivel psicológico y físico de las personas que lo sufren, y sus familias. Entre el 4 y 6 por ciento de los jóvenes de entre 10 y 25 años, sufre un Trastorno Alimentario. Nueve de cada 10 afectados son chicas.

Los expertos aseguran que una detección precoz ayuda a un buen diagnóstico. “En efecto, hay que pedir ayuda y estar atentos a las señales que pueden estar dándonos nuestros hijos o amigos y familiares. No posponer la demanda de ayuda es importante para obtener un diagnóstico precoz y evitar la cronicidad”, ha señalado Miriam Sánchez, psicóloga clínica, experta en TCA del grupo Ita.

“¿Si me estoy curando, por qué lo estoy pasando mal? Esto, al principio es así. La manera es tener mucha fuerza de voluntad, aguantar, hacer caso a los profesionales, apoyarse en los compañeros que también están en tratamiento, y ayudarse entre todos. Poco a poco, esa sensación horrible se hace más llevadera y empiezas a tratar los temas de verdad que son los emocionales, sociales y familiares, y vas alejándote de la enfermedad”, ha añadido Mari Carmen, paciente de ABB Sevilla grupo Ita.

Comparte tu historia

Bajo el hashtag #ComparteTuHistoria diferentes organizaciones, recursos asistenciales, profesionales y afectados por TCA han compartido a través de las redes sociales sus historias y vivencias personales.