HM Hospitales y Pfizer organizan un taller para informar a los pacientes sobre el mejor manejo de esta enfermedad

El ejercicio aeróbico mejora el manejo de la espondilitis anquilosante
Paloma García de la Peña, jefa de Servicio de Reumatología de HM Hospitales.


12 may. 2016 16:50H
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El Servicio de Reumatología de HM Hospitales ha organizado su IV Taller de Espondilitis Anquilosante: ‘Día a Día con la Espondilitis Anquilosante. Conoce tu Enfermedad’, con el objetivo de formar e informar a los pacientes diagnosticados para que conozcan mejor su patología, aprendan a convivir con ella y contribuir a la mejora de su calidad de vida. El taller, que ha tenido lugar en el Hospital Universitario HM Sanchinarro, ha contado con la colaboración de la Coordinadora Nacional de Artritis (Conartritis), la Coordinadora Española de Asociaciones de  Espondilitis (Ceade) y Pfizer.

Durante las sesiones teóricas y prácticas del taller, se ha explicado la patología y la causa de esta enfermedad, que afecta a 550.000 pacientes en España. También se ha respondido a las cuestiones que plantean con frecuencia los pacientes en las consultas del hospital. “Como es lógico, los pacientes tienen múltiples dudas referentes a su patología, al diagnóstico de la misma, así como a lo largo de su evolución, que requieren de gran cantidad de información”, ha asegurado Paloma García de la Peña, jefa de Servicio de Reumatología de HM Hospitales.

Entre las preocupaciones más frecuentes se encuentran las relacionadas con el tratamiento, el embarazo, la posibilidad de transmisión de la enfermedad a sus hijos, el tipo de ejercicio que pueden realizar o las actitudes más favorables para la enfermedad, en cuanto a trabajo o actividades diarias.

Marta Valero, adjunta del Servicio de Reumatología de HM Hospitales, ha asegurado que “la incorporación temprana del ejercicio aeróbico adaptado a cada paciente resulta imprescindible para el manejo de la enfermedad, evitando la rigidez y limitación de la movilidad que, en algunos casos graves, avanzados o mal controlados, pueden llegar a darse”. Otros factores como el descanso, la abstención tabáquica y unos hábitos alimenticios saludables, como seguir una dieta Mediterránea, también se han comentado durante el taller como “aspectos fundamentales”, según la doctora.

Impacto psicológico de la espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que debuta en gente joven o de mediana edad, siendo mucho menos frecuente en pacientes mayores o ancianos. Suele manifestarse con dolor en la zona lumbar o glútea. Además, puede haber dolor o inflamación en otras articulaciones. Pero también, en muchas ocasiones, esta enfermedad implica repercusiones psicológicas que afectan al día a día del paciente.

El impacto de la enfermedad sobre cada paciente es distinto, dependerá de factores como sus circunstancias de vida, su perfil psicológico, el grado de severidad de la enfermedad, su nivel sociocultural o su actividad laboral. Valero ha afirmado que por eso “es de suma importancia que los reumatólogos sepamos cómo ayudar a nuestros pacientes en el aspecto psicológico y detectar cuándo el paciente se va a beneficiar de un apoyo profesional adicional”.

En este sentido, el taller también ha servido como un punto de encuentro para las personas que conviven con una misma enfermedad. “Por eso ponemos en marcha este tipo de talleres que se convierten en un foro común, donde se favorece un ambiente de confianza que propicia la posibilidad de compartir experiencias, miedos o dudas entre pacientes y con el médico” explica.

Detección y tratamiento de la enfermedad

La causa que origina la EA es desconocida pero se sabe que la predisposición genética juega un papel fundamental, así como algunas bacterias que habitan en el intestino, el tabaco y el efecto que la presencia de todos estos factores causan en el sistema inmune del individuo.

En algunas ocasiones, la primera manifestación puede ser la inflamación de otros órganos, como el ojo (uveítis), donde se produce un enrojecimiento ocular muy intenso y que además pueden ser recidivantes.

“En los últimos años, los reumatólogos, junto con las sociedades científicas y el apoyo de las asociaciones de pacientes, han estado trabajando para que el diagnóstico de la enfermedad sea cada vez más precoz y, de ésta forma, mejorar el pronóstico de la EA”, ha asegurado García de la Peña.

El tratamiento para la espondilitis anquilosante se basa fundamentalmente en el uso de antiinflamatorios y, según la respuesta y la localización, se usan otro tipo de tratamientos como las terapias biológicas. “Lo más importante es que el paciente acuda a sus consultas con el especialista y que haya una relación de confianza y sinceridad para poder escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente, no sólo en función de la actividad de la enfermedad, sino también teniendo en cuenta otros aspectos personales sin lo cual no se podrá favorecer la adherencia al mismo”, ha concluido.
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