María Ángeles Arto, nefróloga en HLA Clínica Montpellier.
Según los últimos datos publicados por el Barómetro Interconectados - Enfermedades cardio-Renal-Metabólicas, se estima que alrededor de
siete millones de españoles padecen alguna enfermedad renal crónica (ERC), y la mayoría de ellos no son conscientes de su condición. El Registro Español de Diálisis y Trasplante (Redyt), registra 67.625 pacientes que reciben tratamiento sustitutivo debido a insuficiencia renal, representando el 0,15 por ciento de la población española.
La enfermedad renal crónica puede afectar a cualquier persona, aunque ciertas patologías y factores aumentan el riesgo, tales como la diabetes, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la insuficiencia cardíaca, la obesidad, la edad avanzada, los antecedentes familiares de ERC o el tabaquismo. “En muchos casos, la ERC no responde a una única razón, sino a una
combinación de factores de riesgo cardiovascular”, señala
María Ángeles Arto, nefróloga de HLA Clínica Montpellier.
Adoptar hábitos saludables contribuye a la
prevención de las enfermedades renales. “
Mantener una dieta equilibrada, una correcta hidratación, un control del peso adecuado y una buena presión arterial son algunas de las medidas recomendadas para prevenir la ERC” explica Arto. “También es recomendable la
vigilancia de los niveles de azúcar en sangre, reducir la ingesta de sal, no abusar de antiinflamatorios y evitar el consumo de tabaco y alcohol” añade la especialista.
Se estima que el 40 por ciento de las personas con esta enfermedad desconocen su condición hasta que es demasiado tarde. “Uno de los principales problemas de la ERC es su carencia de síntomas en fases iniciales, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Cuando la enfermedad avanza, pueden aparecer náuseas, vómitos, retención de líquidos, hipertensión y anemia, entre otros síntomas”, expone la nefróloga.
Una correcta hidratación es fundamental para la salud renal, lo que significa que cada paciente deberá ingerir los líquidos necesarios asociados a su condición. “Es posible que el paciente deba limitar los líquidos si tiene enfermedad renal que implique diálisis, ya que pueden producir poca orina o incluso nada”, añade Arto. La cantidad de agua que se debe ingerir depende de factores individuales como la edad, el clima o el nivel de actividad física. Además,
se recomienda seguir la dieta mediterránea ya que los estudios han demostrado que el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, en particular el aceite de oliva tiene un efecto protector sobre los riñones.
Enfermedades como la diabetes o la hipertensión son los principales factores de deterioro renal. Un mal control de estas enfermedades acelera la progresión de la ERC, independientemente de la edad o la función renal previa. Por ello,
la detección precoz es fundamental para ralentizar su avance.
Avances en la prevención y tratamiento
En los últimos años, han surgido
nuevos fármacos que han demostrado reducir el riesgo de insuficiencia renal. Los inhibidores SGLT-2, también llamados gliflozinas son fármacos ralentizan la progresión de la enfermedad renal, reducen la hospitalización por insuficiencia cardíaca, disminuyen el riesgo de insuficiencia renal y por tanto el riesgo de muerte”, explica la especialista.
En cuanto a las
técnicas de tratamiento renal sustitutivo, la hemodiafiltración online mejora la calidad de vida de los pacientes en diálisis. Además, técnicas domiciliarias como la diálisis peritoneal y la hemodiálisis en casa permiten una mayor autonomía de los pacientes. En el ámbito del trasplante renal, se están implementando nuevas estrategias de donación, como el donante vivo y el donante en asistolia.
Para Arto, con más de diez años de experiencia en HLA Clínica Montpellier, dado que la ERC no suele presentar síntomas hasta fases avanzadas, la detección precoz y la derivación temprana a Nefrología son fundamentales. “
Un diagnóstico temprano puede ralentizar la enfermedad y ayudar a elegir el mejor tratamiento”.
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