Redacción. Madrid
La Clínica La Luz se ha dotado de una nueva Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Con un total de 12 camas, ocho de ellas en boxes aislados, cuenta con la última tecnología disponible en soporte vital para pacientes postquirúrgicos, politraumatizados y coronarios. “Es necesario que un hospital moderno tenga una UCI con los últimos avances en la especialidad”, asegura el jefe de la Unidad, Teodoro Grau.
Aspecto de la nueva UCI. |
Grau lidera un equipo de sanitarios formado por doce especialistas en Medicina Intensiva y una veintena de profesionales de Enfermería. Para dar con este dispositivo asistencial se ha unido la anterior UCI con el Servicio de Atención Cardiaca Inmediata (SACI). Así, el servicio centraliza toda la asistencia a los enfermos críticos, cuya principal característica es la necesidad de monitorización, que acoja la clínica.
La nueva UCI, que está operativa las 24 horas del día y los 365 días del año, permite la adecuada interacción entre los especialistas, las últimas tecnologías en soporte vital y monitorización y la farmacología para tener un control continuo del paciente.
“Los pacientes reciben tratamientos cada vez más complejos debido al empleo de técnicas quirúrgicas avanzadas y este factor, unido a la mayor esperanza de vida, hace que para ser un hospital moderno sea necesario tener una UCI con lo últimos en la especialidad”, ha señalado Grau.
Por otro lado, el hecho de mantener una relación estrecha con la familia de los enfermos es una parte esencial del quehacer diario del personal de la UCI, que tiene entre sus obligaciones proporcionar siempre una información honesta, prudente y veraz.
No obstante, el papel del médico intensivista de La Luz no se limita a la UCI, ya que puede ser requerido en cualquier momento por sus colegas de cualquiera las de las unidades y departamentos del centro para una consulta o para realizar o participar en determinados actos médicos.
Asimismo, como ha indicado Carlos Pey, especialista de la UCI, desde esta nueva unidad asistencial se puede controlar a distancia, mediante un equipo de telemetría, cualquier enfermo coronario y otros que, si bien no necesitan estar en Cuidados Intensivos por su estado general, sí requieren de un control más estrecho de sus variables fisiológicas.