Elena Pardina y Marta Ciprés, oftalmólogas de la Clínica HLA Montpellier.
Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo, por detrás de las cataratas y de los
problemas de retina en los países desarrollados, y sus consecuencias suelen ser irreversibles. Más de un millón de personas en España sufren
glaucoma crónico, lo que equivale al
3 por ciento de la población general. Sin embargo, se calcula que al menos un 50 por ciento de los pacientes con esta patología no son diagnosticados hasta etapas avanzadas de la enfermedad.
Con motivo del Día Mundial del Glaucoma, que se conmemora este 12 de marzo,
Pardina y Ciprés, oftalmólogas de la
Clínica HLA Montpellier, hablan sobre las principales causas del glaucoma, los factores de riesgo, cómo detectarlo y qué tratamientos existen para esta enfermedad.
El glaucoma es una enfermedad crónica que produce una
pérdida de las fibras nerviosas que forman el nervio óptico, estructura encargada de llevar la información hasta el cerebro que es quien interpreta las imágenes que el ojo ve. Este daño del nervio óptico se traduce en una pérdida progresiva e indolora del campo visual del paciente, fundamentalmente periférico al inicio de la enfermedad, pero que puede provocar en estadios avanzados una pérdida de la visión. La principal
causa del glaucoma es el
aumento de la presión intraocular. Según Elena Pardina, oftalmóloga de la Clínica HLA Montpellier, esta enfermedad afecta principalmente a personas
mayores de 40 años, a aquellos con antecedentes familiares de glaucoma y a personas de raza negra.
En estadios iniciales el glaucoma puede pasar desapercibido por el paciente, ya que puede ser asintomático o la pérdida de campo visual es muy reducida. Sin embargo, en estadios avanzados de la enfermedad es cuando se produce una
pérdida de visión irreversible que el paciente detecta. "En un examen oftalmológico se puede detectar el glaucoma antes de que la pérdida de visión sea severa. Su oftalmólogo le tomará la tensión ocular para determinar si está por encima de los valores normales, evaluará el aspecto de sus nervios ópticos mediante un fondo de ojo y podrá realizar otras pruebas como una campimetría para evaluar si existe pérdida de campo visual o una
tomografía de coherencia óptica para estudiar el estado del nervio óptico", apunta la especialista.
Rescisiones oftalmológicas para prevenir el glaucoma
Lo más importante para prevenir el glaucoma es hacer las rescisiones oftalmológicas adecuadas para detectar a tiempo la patología y poner el tratamiento adecuado cuanto antes. “Hay que recordar que cuando existe daño en el nervio óptico este es irreversible y el tratamiento tiene el objetivo de evitar que la enfermedad siga avanzando”, advierte Marta Ciprés, oftalmóloga de la Clínica HLA Montpellier. “El
tratamiento del glaucoma consiste en
bajar la tensión intraocular, que es el principal factor de riesgo que provoca el daño en el nervio óptico. Para ello disponemos de fármacos vía tópica o en gotas, fármacos vía oral, que solemos usar cuando con las gotas no obtenemos la bajada de tensión adecuada y suele ser una solución provisional a la espera de la cirugía, y la cirugía del glaucoma, reservada para aquellos pacientes en los que no conseguimos una bajada de tensión ocular con el tratamiento en gotas”, explica Ciprés.
En cuanto a la cirugía para tratar el glaucoma, existen varias técnicas quirúrgicas como:
trabeculectomía, EPNP, válvulas, distintos implantes para cirugía mínimamente invasiva, etc. "El oftalmólogo le propondrá al paciente el tipo de cirugía que más se ajuste a su tipo de glaucoma, la severidad del mismo y los riesgos y beneficios. El objetivo de todas estas técnicas es disminuir la presión intraocular para detener el avance de la enfermedad. Con la cirugía se frena la pérdida de campo visual y de visión, pero lo que está perdido ya no es recuperable", indica Pardina.
Respecto a los avances en el diagnóstico Ciprés destaca la tomografía de coherencia óptica, que permite realizar de manera rápida y completamente inocua para el paciente un análisis exhaustivo del estado del nervio óptico. "Es una herramienta muy útil tanto para diagnosticar el glaucoma como para hacer el seguimiento, ya que podemos detectar de manera objetiva si hay empeoramiento y se produce
pérdida de fibras nerviosas. En cuanto al tratamiento en la actualidad, cada vez encontramos en el mercado más dispositivos o implantes que nos permiten realizar una cirugía menos invasiva, más segura para el paciente y con menos efectos secundarios que las cirugías más tradicionales. Hay numerosos ensayos clínicos con nuevos principios activos y también con
fármacos de liberación sostenida", afirma la especialista.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.