Trump se opone a la resolución internacional que apoya la lactancia materna

Estados Unidos ha intentado boicotear una resolución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que promueve la lactancia materna y limitaría la leche artificial. Así lo ha denunciado el diario The New York Times, que se ha hecho eco de diversas fuentes que certifican diversos “chantajes” de la administración Trump para ir contra le leche materna.

En una reunión en Ginebra, Estados Unidos habría intentado modificar y luego bloquear la medida, la cual recomienda la leche materna como un producto “muy saludable” y solicitaría a los países a limitar el mercado de productos sustitutivos.

Estados Unidos, arropándose por los intereses de los productores de leche artificial, primero intentó modificar el lenguaje del texto, eliminando las partes en las que se invita a los gobiernos a "proteger, promover y apoyar la lactancia materna" y limitar la promoción de productos alimentarios que según muchos expertos tiene efectos nocivos en los niños.

Luego, sin reconocerlo, pasaron a las confrontaciones y amenazas, evocando el posible recorte de ayudas a los países subdesarrollados si terminan apoyando la moción. Además, al menos una docena de países, principalmente naciones de África y de América Latina, como México y Uruguay, temen una "venganza" estadounidense si aprueban la moción.

"Estábamos sorprendidos, desconcertados e incluso entristecidos por la oposición de Estados Unidos", comentó Patti Rundall, directora del grupo británico Baby Milk Action, que participó de la reunión.


"Lo que sucedió -añadió- fue el equivalente a un chantaje, con Estados Unidos reteniendo al mundo como rehén e intentando anular casi 40 años de consenso sobre la mejor manera de proteger la salud de los recién nacidos y de los niños". Finalmente Estados Unidos declino hacer oposición cuando Rusia abogo por la medida en defensa de la leche materna.

Beneficios 

La ciencia reconoce que la leche materna en los primeros seis meses de vida del recién nacido promueve su desarrollo neurocomportamental y reduce los riesgos de varias enfermedades, incluso para la madre. Los sustitutos, en cambio, no tienen las mismas propiedades y en algunos países del tercer mundo se convierten en peligrosos por la necesidad de usar agua, a menudo contaminada.