Se estima que la carga económica de la depresión en Estados Unidos es de 210.000 millones de dólares.
24 ene. 2018 12:15H
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La terapia cognitivo conductual (CBT, por sus siglas en inglés) que se administra en un entorno de Atención Primaria es una forma rentable de tratar a los adolescentes con depresión que rechazan o dejan de usar antidepresivos rápidamente, según un estudio de Kaiser Permanente publicado en la revista Pediatrics.
Este trabajo se basa en investigaciones previas, también publicadas en Pediatrics, que muestran que la CBT mejoró el tiempo de recuperación diagnóstica de la depresión mayor en adolescentes que recibieron la terapia en su clínica de Atención Primaria. Los participantes que recibieron CBT aprendieron a modificar sus comportamientos, desafiar sus creencias poco realistas y negativas, y pensar de manera más positiva.
Se estima que la carga económica de la depresión es de más de 210.000 millones de dólares anuales (aproximadamente 170.500 millones de euros) solo en Estados Unidos, y la prevalencia de esta enfermedad está en aumento.
Los medicamentos antidepresivos son el tratamiento habitual para los adolescentes diagnosticados con depresión, pero hasta la mitad de las familias con un niño con depresión opta por no comenzar la terapia antidepresiva. Y entre aquellos que comienzan el tratamiento, casi la mitad no continúa por razones que incluyen los efectos secundarios, falta de beneficio y coste.
“La depresión no tratada o insuficientemente tratada es una carga grave para muchos adolescentes y sus familias, y el impacto a menudo se siente durante muchos años después del diagnóstico”, señala el autor principal del trabajo, John Dickerson, economista de la salud del Centro de Investigación en Salud Kaiser Permanente. “Ahora tenemos evidencia de que la CBT no solo es clínicamente efectiva, sino también rentable. Éstas son buenas noticias para los pacientes, sus familias y los sistemas de atención médica”.
Beneficios con una intervención breve
En su nuevo análisis, el equipo del estudio demostró que, durante un periodo de dos años, los costes de la atención médica relacionados con la depresión para adolescentes que recibieron la terapia cognitiva conductual fueron de aproximadamente 5.000 dólares menos en promedio que los adolescentes deprimidos en el grupo de control, que recibieron atención individual sin CBT.
Los investigadores examinaron los costes relacionados con la depresión desde una perspectiva social, lo que significa que representaron los costes experimentados por los pacientes y sus familias, además de los costes soportados por el sistema de atención médica. Además del coste del suministro de la intervención CBT a los pacientes, los científicos examinaron el costes de las hospitalizaciones relacionadas con la salud mental, una amplia variedad de servicios médicos y de salud mental y el tiempo que los padres dedicaron a llevar a sus hijos a los servicios, entre otros factores.
El estudio, que incluyó a 212 adolescentes que recibieron atención en las clínicas de Atención Primaria de Kaiser Permanente en Oregón y Washington, mostró que una intervención de CBT puede ser breve y aún ofrecer beneficios a largo plazo en términos de costo y resultados clínicos.
“La mayoría de otros estudios de CBT para jóvenes deprimidos que examinamos involucraban un programa de tratamiento mucho más largo que el que probamos”, explica Dickerson. “Elegimos probar un modelo ‘suave’ con un número menor de sesiones de CBT porque es más probable que las organizaciones de atención sanitaria adopten ese modelo. Es importante para los sistemas de salud y las familias saber que un programa de CBT breve probablemente mejore los resultados de salud mental para adolescentes deprimidos que rechacen los antidepresivos, y también es probable que sean rentables con el tiempo”.
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