Àgueda Micó, portavoz de Sumar y vicepresidenta primera de la Comisión de Educación del Congreso.
Sumar pone sobre la mesa la posibilidad de que los
estudiantes de Ciencias de la Salud puedan cogerse bajas “que funcionen de manera similar a las bajas laborales” para, así, proteger su
salud mental. De cara a concluir si es preceptivo o no, insta al Gobierno, a través de una Proposición No de Ley (
PNL), a elaborar un informe a lo largo de los 12 meses siguientes a la aprobación de la propuesta, si llega a aprobarse en la
Comisión de Educación, Formación Profesional y Deportes.
El grupo plurinacional destaca que en torno al 20 por ciento de adolescentes españoles están diagnosticados de
problemas de salud mental, una cifra cuatro puntos superior a la media europea -del 16,3 por ciento- y siete por encima de la media internacional -del 13,2 por ciento-. En el último año, el 41,1 por ciento de jóvenes de entre 13 y 18 años “manifiesta o cree haber tenido” un problema de salud mental en el último año, según el reciente
Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024, publicado por
Unicef recientemente.
De entre esos jóvenes, “el 51,4 por ciento no ha pedido ayuda, y uno de cada tres no ha hablado con nadie sobre estos problemas”. Además, el 40,5 por ciento “considera baja o muy baja” la probabilidad de que los orientadores o tutores de sus
centros de estudio los ayuden en estos temas. “La principal razón es la falta de confianza de los chavales en esos profesionales -56,4 por ciento- y que no sienten la seguridad de que les guardarán el secreto -49,3 por ciento-”, reza la PNL.
En el caso de los
estudiantes de Medicina, el 36,8 por ciento sufren ‘burnout’ alto, el 41 por ciento tienen síntomas depresivos y el 11 por ciento tiene ideas suicidas o se autolesiona, según un estudio del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (
CEEM). En declaraciones a
Redacción Médica el pasado verano, su coordinadora de la Comisión de Salud Mental,
Minerva Sánchez, llamó a aumentar las ayudas para cuidar la salud mental de los estudiantes del grado médico. “
Las estudiantes de Medicina estamos enfermando en el proceso de aprender a curar”, dijo.
Para solucionar esta situación, Sumar reclama “soluciones” que “se ajusten” a las “necesidades” del estudiantado en tanto en cuanto “los problemas de ansiedad,
depresión, estrés o ataques de pánico que sufren los jóvenes afectan a su rendimiento escolar”.
Para el partido “queda evidenciado” que entre los estudiantes se dan situaciones relativas a
enfermedades mentales que en el ámbito laboral ya dan pie a “bajas médicas justificadas”. Sin embargo, las faltas de asistencia a clase -tanto en el ámbito universitario como en el no universitario- provocan “perjuicios” que “no le son reconocidos” al estudiante, como “pérdida de becas al año siguiente por no haber cursado el año académico u otras con implicaciones netamente escolares”.
“Adicionalmente, el fracaso escolar puede estar relacionado con condiciones de salud mental subyacentes, como
trastornos de ansiedad, depresión o déficit de atención. Identificar y abordar estos problemas es esencial para brindar el apoyo necesario”, defienden en Sumar.
Medidas para atender la salud mental de estudiantes sanitarios
Además de plantear que se estudie la implementación de “bajas estudiantiles” para el estudiantado postobligatorio, el partido quiere instar al
Gobierno a mejorar la adaptación de la enseñanza a personas con “problemas de salud mental incapacitantes”, en coordinación con la Administración competente.
También propone que se modifiquen los criterios de concesión y devolución de
becas estatales para no penalizar las faltas de asistencia por estos problemas de salud, implementar “políticas activas para minimizar el impacto de patologías como la ansiedad generalizada y la baja tolerancia a la frustración”, reforzar el personal capacitado para atender problemas de salud mental -orientadoras, psicólogas,
enfermeras y otros profesionales especializados-, y poner en marcha campañas de concienciación en colegios o centros educativos en coordinación con las comunidades autónomas.
En noviembre,
ERC registró una PNL en el Congreso en la que también pedía poner en marcha medidas para
proteger la salud mental de los estudiantes, aunque se circunscribía al ámbito universitario. Entre otras iniciativas, planteó la articulación de una “línea de financiación extraordinaria” que haga posible la monitorización y la evaluación de “programas de prevención en el ámbito del bienestar emocional y la salud mental en las universidades y centros de investigación”.
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