Hijos pequeños, miedo... 5 años del covid en voces sanitarias del Congreso

Las grietas que el covid abrió hace cinco años en el Congreso de los Diputados no se han terminado de cerrar. La sola mención del virus evoca en los parlamentarios de sanidad sentimientos encontrados: por un lado, dolor por las pérdidas propias y ajenas y una sensación de que se pudo hacer más desde el ámbito de la política por contener la enfermedad; pero, por otro, satisfacción por la respuesta de la ciudadanía, en especial por la de unos profesionales sanitarios que, coinciden los diputados, dieron una “lección” de cómo sobreponerse cuando parece que no queda lugar para la esperanza.

“Yo creo que la mayoría de los españoles teníamos la misma sensación: estábamos ante un virus que no sabíamos cómo reaccionaba y había miedo, pero también solidaridad”, comienza Elvira Velasco, ‘voz’ sanitaria del PP en el Congreso. Ella formaba parte del grupo de parlamentarios de la Comisión de Sanidad, que eran de los pocos que aún tenían que desplazarse a Madrid (en su caso, desde Zamora) para acompasar y fiscalizar la actuación del Gobierno frente al covid. En las calles, vacías, el silencio solo se rompía con los aplausos de la tarde a los profesionales de la sanidad. “Era estremecedor”, apunta.

La mandataria conservadora, enfermera de profesión, recuerda que fue a finales de febrero de 2020 cuando se empezaron a confirmar en España los primeros casos internos de la pandemia. “A los portavoces de la Comisión nos llamaron a una reunión por parte del Ministerio (de Sanidad), con Salvador Illa, y nos dijeron que estaba todo controlado, que había material, que había de todo -afirma-. Se nos decía una cosa, pero a los profesionales se les estaba impidiendo ir a congresos, se les decía que tenían que estar en alerta, y fue ahí cuando nos empezamos a preocupar”.

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Elvira Velasco: "No sé si hemos aprendido lo suficiente de lo que nos pasó"

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Añade la conservadora que polémicas como las irregularidades en la adquisición de material sanitario o la imposibilidad de alcanzar acuerdos en normativas como el plan de pandemias han empañado la actuación política durante la crisis del coronavirus: “No sé si hemos aprendido lo suficiente de todo lo que nos pasó y si hemos hecho como país lo suficiente para no volver a caer”, sentencia Velasco, quien, por el contrario, rompe lanzas por los profesionales de la sanidad. “Nos dieron una lección, dejaron todo por atender a las personas infectadas y tratar de dar una solución a esta situación, y eso es un ejemplo que valoro muchísimo -destaca-. Lamentablemente, a nosotros nos pidieron ser más resolutivos y tardamos demasiado, no hubo bastante coordinación”.

Elvira Velasco, durante una de las sesiones que se celebraron en la Comisión de Sanidad durante el covid.

La propia Velasco subraya que “el momento más difícil es cuando se van familiares o gente cercana, y que las familias no puedan despedirse de ellos”. “Quiero lanzar un recuerdo muy especial para todas aquellas personas a las que la pandemia les ha cambiado la vida por perder a seres queridos o por sufrir las consecuencias del covid persistente”.

Combatir el covid "desde la primera línea" política

La enfermera Alda Recas, hoy portavoz de Sumar en la Comisión de Sanidad del Congreso, acababa de tener un hijo cuando la crisis del covid alcanzó su punto de ‘no retorno’. La declaración de la emergencia nacional la sorprendió estando de baja. Aun así, los ratos de ‘descanso’ que le concedía el bebé se los seguía brindando a sus compañeras, que, “desbordadas por todo lo que estaba ocurriendo, no tenían tiempo ni siquiera para pedir protocolos e información”.

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Alda Recas: "En una casa con un recién nacido fuimos capaces de salir e intentar ayudar a la población"

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“Yo estaba en contacto con Pilar Aparicio, la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad en ese momento; con Mónica García y Javier Padilla de Más Madrid… y por eso hice trabajo de escucha y de canalizar las demandas de las enfermeras, de intentar solucionar sus problemas”, detalla Recas, cuyo marido también tuvo un papel activo en esas fases iniciales del covid como miembro de Médicos Sin Fronteras (MSF). “La verdad es que ahora pienso en todo lo que pasó… En una casa con un recién nacido fuimos capaces de salir e intentar ayudar a la población”, destaca.

La propia Recas reconoce que sentía “mucha frustración por no poder estar en primera línea”, pero celebra que, desde su posición, pudo encontrar otros espacios para contribuir a frenar el avance del virus. 

También Rafael Cofiño, portavoz adjunto de Sumar en la Comisión de Sanidad del Congreso, tenía hijos pequeños cuando estalló una pandemia, que, reconoce, le impidió pasar con ellos todo el tiempo que le habría gustado. De hecho, los pequeños guardan escasos recuerdos de él durante esa etapa. “Mi preocupación era que estuvieran bien, que estuvieran cuidados, y lo estuvieron gracias a su madre -relata-. Pero a mí me dejó una sensación de que el tiempo pasaba: cuando empezó la crisis, al crío lo cogía para llevarlo a su cama, y cuando acabó la pandemia yo ya casi no podía con él porque había crecido”.

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David García: "Durante los primeros días que estuvimos encerrados, que yo para mi caso fue antes del encierro general, era imposible contactar con los servicios sanitarios; nadie nos decía nada"

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Por aquel entonces, Cofiño ejercía como como director general de Salud Pública en el Principado de Asturias, departamento en el que llevaba casi dos décadas. “Había una voluntad muy clara por parte de todo el equipo de ir tomando decisiones y ahondar en la información y la comunicación”, sostiene el dirigente progresista, quien apunta que esta comunidad autónoma “cerró un día antes” (el 13 de marzo) incluso de que se declara el estado de alarma.

“También lo hizo Cantabria -relata-. Yo tenía muy buena relación con la directora general de salud de esta región y veníamos hablando de eso. La medida del sábado (el estado de alarma) nos alivió en el sentido de que se pudieran homogeneizar todas las decisiones”. Fue, reconoce, una etapa “complicada”. Casi un salto de fe. “Entramos en una vorágine de trabajo continua, y yo tuve también que estar 24 horas y siete días a la semana durante dos años -detalla-. Contamos con muy buen equipo de profesionales de salud pública, aunque éramos un equipo muy pequeño; pero, de alguna forma, ellos eran los que iban marcando el ritmo de las decisiones en una situación de incertidumbre que no sabíamos dónde podía llegar”.

El mismo Cofiño subraya que, “muchas veces, el relato que queda en España es el que pasa en Madrid”. “No debemos hacer un ranking de quién lo hizo mejor ni peor, ni muchísimo menos, porque fue muy desgraciado en muchos sitios -defiende-. Pero claro, hubo 17 pandemias diferentes en 17 comunidades que actuaron con criterios y a veces, lógicamente, con diferencias de lo que hemos visto respecto a Madrid y Asturias”.

Rafael Cofiño, en su despacho como director de Salud Pública del Principado de Asturias en 2020 (MUEL, de su libro 'Sinécdoque').

"Ritmo frenético" y preocupación por la ciudadanía

La voz de autoridad del PSOE en materia sanitaria en el Congreso, Carmen Martínez, recuerda todavía con intensidad esas semanas previas al estallido de la pandemia, cuando ostentaba el cargo de alcaldesa de Cuart de Poblet, en la Comunidad Valenciana. “Estábamos a las puertas de empezar las Fallas y había mucha expectación por ver cómo evolucionaba la pandemia en otros países; la mayoría de las personas no ponderaron la gravedad de la situación”, señala la mandataria socialista, quien subraya que sus mayores preocupaciones radicaban en el impacto que el virus (y el confinamiento) pudiera tener sobre los vecinos del municipio.

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"El covid nos sirvió para interiorizar el concepto de una única salud"

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“Como portavoz me tocó vivir un ritmo frenético: ponerme a disposición de las asociaciones de pacientes para trasladar sus necesidades, explicar las medidas del gobierno y dar soporte a la Consellería”, enfatiza. “Casi al final”, añade, ella misma cayó ‘presa’ del virus, aunque “no fue demasiado agresivo”.

Reconoce Martínez que, probablemente, se podría “haber aprendido más” de la crisis. “Pero nos sirvió para interiorizar el concepto de una única salud: medioambiental, animal y humana -sostiene-. Tratar la salud de forma transversal ha sido una lección que nos dejó la pandemia, y gracias a ella la Agencia Estatal de Salud Pública está a punto de ser una realidad”.

Incertidumbre e inseguridad jurídica durante el covid

También vivió la crisis en la Comunidad Valenciana el portavoz sanitario de Vox, David García, quien subraya que, al echar la vista atrás, la primera sensación que se le viene a la mente es de hastío por el trato recibido por las administraciones públicas. En este sentido, el mandatario conservador, que por entonces era diputado en las Cortes valencianas, denuncia la incomunicación a la que se sometió a los ciudadanos cuando se les exigió que se quedaran “aislados de su núcleo familiar”. “Durante los primeros días que estuvimos encerrados, que yo para mi caso fue antes del encierro general, era imposible contactar con los servicios sanitarios; nadie nos decía nada, llamabas una y otra vez para pedir la visita al médico y éramos completamente ignorados”, afirma.

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David García: "Durante los primeros días que estuvimos encerrados, que yo para mi caso fue antes del encierro general, era imposible contactar con los servicios sanitarios; nadie nos decía nada"

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Él, continúa, vivió esta situación “con mucha incertidumbre y mucha inseguridad jurídica”. “Sufrimos en nuestras carnes lo que fue un gobierno descabezado y con órdenes absurdas, porque la Comunidad Valenciana, por ejemplo, fue de las más restrictivas -añade-. Teníamos el campo con los perros de caza a 25 metros de San Vicente (de donde es el diputado), en otro municipio, y no nos dejaba pasar la Guardia Civil porque decía que propagábamos el virus”.

David García era diputado en el Corts Valencianes cuando estalló el covid.

Añade García que “lo único que encontraron” en el Gobierno (él era entonces diputado en las Cortes Valencianas) fueron “mentiras, acusaciones a los sanitarios, medidas absurdas y aleatorias. “Preocupaba más el control del rédito político o cómo iba a afectarles políticamente a nuestros gobernantes más que realmente solucionar la situación a los ciudadanos”, advierte.

"Responsabilidad política" durante la pandemia covid

Néstor Rego, dirigente del BNG, ya era diputado en el Congreso cuando el covid traspasó las fronteras españolas, por lo que optó por quedarse en Madrid “por responsabilidad política durante todo el confinamiento”.

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Néstor Rego: "No fue nada fácil en lo político y tampoco en lo personal"

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De hecho, tuvo un papel activo en la Comisión de Reconstrucción que se estableció para paliar los daños colaterales del virus. Una etapa que resume en un puñado de palabras: “No fue nada fácil en lo político y tampoco en lo personal”, concluye.

Néstor Rego ya era diputado en el Congreso cuando el covid llegó a España.