Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso; y Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en funciones.
27 oct. 2016 11:00H
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Tras la exposición inicial del candidato y presumible próximo presidente del Gobierno, este jueves el proceso de investidura ha llegado al momento en que los partidos de la oposición toman la palabra. El primero en hacerlo ha sido el PSOE, que a través de su portavoz Antonio Hernando ha recordado a Mariano Rajoy que “nuestra abstención no es un apoyo a su Gobierno ni a sus políticas” y le ha echado en cara con especial ahínco los recortes acometidos en Sanidad durante sus cuatro años de mandato.
El primer reto al que se va a enfrentar el próximo Gobierno llega en forma de reclamación de recorte del gasto en 5.500 millones de euros por parte de la Comisión Europea para adaptarse a los objetivos de déficit. Un ajuste que Hernando ha rechazado que recaiga en servicios públicos, entre los que ha incluido a la sanidad, que, tal y como ha afirmado, “están en los huesos”.
“No cuente con nosotros para cargar esos 5.500 millones en los que más han padecido la crisis, y no cuente con nosotros para seguir empeorando la sanidad pública”, ha aseverado el portavoz socialista, que ha pasado a la ofensiva para achacar al presidente del Gobierno en funciones la gestión de su ejecutivo en sanidad. “Ha tenido dos ministros, Ana Mato y Alfonso Alonso, que en ambos casos nos dijeron que la eliminación de la sanidad universal y la tarjeta sanitaria para inmigrantes no era para tanto, y que no suponía nada en términos económicos”, ha asegurado antes de continuar: “Sin embargo, su partido rechazó hace quince días una propuesta de universalidad de la sanidad porque aumentaba el presupuesto; usted le pegó a la sanidad una sanidad de 1.200 millones de euros, señor Rajoy”, ha espetado.
En su alocución, el representante del PSOE ha recriminado al presidente del Gobierno en funciones que “ayer no dijo nada de que son cada vez más los pacientes en lista de espera” antes de hacer un repaso de sus prioridades en materia sanitaria, en el que la supresión del copago farmacéutico para pensionistas y enfermos crónicos, así como la garantía del derecho a la atención sanitaria para los inmigrantes en situación irregular y la elaboración de una ley de muerte digna. “No es que ofrezca diálogo, es que el diálogo se impone si quiere sacar adelante un Gobierno”, ha declarado.
Pendientes de la financiación autonómica
En su turno de respuesta, Mariano Rajoy no ha eludido el debate sanitario propuesto por los socialistas, con los que ha defendido tener “mucho en común”. “Nosotros también queremos un sistema sanitario público, y para mantenerlo tendremos que negociar la financiación autonómica”, ha asegurado poco antes de referirse a la sanidad y la educación afirmando que “sé que hay muchas cosas que mejorar, pero trabajo para ello y la creación del empleo es la base para el gasto social”.
El presidente del Gobierno en funciones ha defendido que el gasto público en sanidad durante los gobiernos socialistas y populares ha sido “muy similar”. Asimismo, ha reconocido los ajustes bajo la justificación de la “situación extrema” que el Partido Popular encontró en su llegada al Gobierno y ha reiterado que “hay muchas cosas que me gustaría hacer, pero para eso hay que contar con recursos”.
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