El Consejo General de la profesión plantea líneas de actuación en Primaria, Servicios Sociales y Educación

José Antonio Luengo, vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología, diseña los ejes del Plan Nacional de actuaciones sobre el Suicidio
José Antonio Luengo, vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología de España.


8 ago. 2024 17:30H
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El esperado Plan Nacional de actuaciones sobre el Suicidio está cada vez más cerca. Así lo aseguró a Redacción Médica el propio secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en una entrevista en la que marcó esta iniciativa como una de las prioridades a las que se destinarán los Presupuestos Generales del Estado de 2025 en materia sanitaria. Pero, ¿qué debe incluir este pacto dedicado a la salud mental? Este diario ha diseñado, junto a la representación de los profesionales de la Psicología, las líneas principales que estructurarían un Plan Nacional Antisuicidio con tres ejes 'clave': salud mental en Atención Primaria, en Servicios Sociales y en Educación.

José Antonio Luengo, vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología de España, señala que el país necesita un Plan a nivel nacional sobre el suicidio para que las actuaciones que se desarrollen en todo el Estado "tengan un tronco común", un marco de planificación y objetivos uniforme, y sobre todo, un proceso de valoración y de evaluación de los resultados que sea común. "En las comunidades autónomas tenemos actuaciones muy desagregadas. Hay casos en los que coinciden, pero no hay una política común y no hay unas herramientas para la medición más allá de los datos que nos da el Instituto Nacional de Estadística, no hay un marco general de valoración que nos permita saber exactamente, a través de autopsias psicológicas, los porqués del suicidio", recalca.

No obstante, señala que con este plan "no se trata de relegar y arrinconar" la importancia, la relevancia y el "buen trabajo" que se está desarrollando en las comunidades autónomas, sino que se trata de considerar la creación de un marco común, que en todas las 17 comunidades autónomas suponga unos procedimientos conjuntos y un marco de intervención común.


Así sería el Plan Nacional Antisuicidio, según Psicología


La primera línea de actuación que debería incorporar este plan es la creación de un modelo de intervención exhaustivo de salud mental en Atención Primaria. Desde el Consejo General de la Psicología trabajan con las comunidades autónomas para generar que se incorpore esta atención psicológica normalizada en los centros de salud: "Pero nos topamos con que cada comunidad autónoma genera un modelo de intervención psicológica que se va haciendo de una manera muy descoordinada y probablemente sin que tengamos la posibilidad de conocer adecuadamente qué modelo funciona mejor".

Por ello, la formalización de un modelo de intervención psicológica en Primaria "es absolutamente fundamental". "Hay comunidades autónomas que ya llevan tiempo trabajando en este sentido y hay otras que están muy incipientes, no solo en la contratación de psicólogos y de psicólogas, que sabemos que tienen sus dificultades, por la falta de especialistas en Psicología Clínica. Sabemos que hay dificultades, falta un modelo que permita hacer una prevención del suicidio en Atención Primaria", especifica.

El segundo punto de este plan se centraría en el área de los Servicios Sociales, donde también sería "imprescindible" que hubiese un formato unificado que permitiese definir bien los objetivos de lo que hacer en materia de prevención de la conducta suicida en este contexto: "Se trata de los servicios que atienden a poblaciones vulnerables. En el ámbito de la Atención Primaria en Servicios Sociales, la figura del profesional de la Psicología se mueve con mucha precariedad, tanto en modelo de intervención como en número de profesionales".

"El modelo de orientación educativa es insuficiente para las necesidades sobrevenidas y cambiantes en materia de suicidio"



El tercer foco es el terreno educativo y, en este caso, el Consejo insiste en que el modelo de orientación educativa que desde el año 2008 viene funcionando en el sistema educativo y que está marcado por formativa estatal, con rango de ley orgánica, es un modelo "absolutamente obsoleto", porque no se asienta en la especialización, sino que genera una figura profesional, que es la de un orientador educativo, que tiene un papel "totalmente relevante en el sistema", pero que, ahora mismo, es insuficiente para las necesidades "sobrevenidas y cambiantes" que han venido apareciendo en el país.

"El Consejo está trabajando con las comunidades autónomas, pero hay que tener en cuenta que, para que haya una modificación sustantiva que permita la creación de una especialidad de Psicología Educativa o de orientación psicológica en los cuerpos de profesores de enseñanza secundaria, a quien hay que aclarar es al Estado, al Ministerio de Educación. Nosotros lo que estamos planteando ahí es que haya dos figuras, la del orientador educativo y la del orientador psicológico o de psicólogo educativo, dentro de los cuerpos de funcionarios de enseñanza secundaria", concreta.


Un observatorio nacional antisuicidio "único"


Sumado a estas líneas principales del Plan Nacional de actuaciones sobre el Suicidio, el Consejo General de la Psicología continúa reclamando la creación de más plazas PIR, así como la creación de la especialidad de Psicología Clínica de la Infancia y de la Adolescencia. Con esto, suma otro elemento que debería incorporar el plan, los estudios estadísticos de estos protocolos de intervención.

"Estamos hablando de un fenómeno que es transversal, que es polimorfo, muy difícil de gestionar y, evidentemente, todas las medidas, cuanto más uniformes sean, basadas en la evidencia científica y adecuadamente consensuadas, van a dar un marco mucho más razonable de costo-eficiencia. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene que tengamos 17 observatorios de conducta suicida en España? No los tenemos, pero sí que existen en algunas comunidades y, en otras, no", explica.

De este modo, Luengo demanda la creación de un observatorio a nivel estatal que permita no solo dar los datos, sino también "establecer conexiones y relaciones especialmente significativas sobre el porqué se quita la vida la gente". "Estas personas se quitan la vida por situaciones de desesperanza, por situaciones de marginación, porque tiene un trastorno de salud mental... Sí, esa es una forma de medir o de tasar las causas, pero cada vez somos más conocedores de que hay muchas personas que se quitan la vida y que no tienen un trastorno de salud mental. Es necesario establecer no solo lo cuantitativo, sino lo cualitativo y en ese observatorio de la conducta suicida en España podríamos perfectamente tasar cómo está siendo el comportamiento de los suicidios", concluye.
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