Sintomatología del desarrollo, Psicología evolutiva o trastornos clínicos serían contenidos a incluir en el nuevo PIR

Plan independiente de Psicología Infantil de Psicología Clínica
José Pedro Espada, miembro de la Subdivisión de Psicología Infanto-Juvenil y Perinatal del Consejo General de la Psicología (COP) y catedrático de la Universidad Miguel Hernández.


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La vía PIR para Psicología Clínica en la Infancia y la Adolescencia empieza a tomar forma. Y es que el Ministerio de Sanidad apoyará la regulación de esta vertiente de la disciplina sanitaria. Así, se dará respuesta a las peticiones de diferentes sociedades científicas y el propio estamento colegial, demandantes de la creación de esta especialidad durante años. "Es una buena noticia para toda la profesión", ha comentado el miembro de la Subdivisión de Psicología Infanto-Juvenil y Perinatal del Consejo General de la Psicología (COP) y catedrático de Psicología Infantil de la Universidad Miguel Hernández (Elche, Alicante), José Pedro Espada, a Redacción Médica. Una futura rama que esperan que cuente con una amplia dotación de plazas y que cuente con un plan de estudios separado de la actual Psicología Clínica.

"El nacimiento de las especialidades psicológicas es una necesidad y, en concreto, Infancia y Adolescencia es una de las más requeridas", ha señalado Espada. En la actualidad, el 4 por ciento de los niños de 8 a 12 años padece depresión, una proporción que se incrementa entre los adolescentes, de los que el 6 por ciento notificó síntomas graves y el 26 por ciento desarrolló indicios de intensidad moderada. Por su parte, según datos del COP, el 15 por ciento de los adolescentes refirieron ansiedad en un estado avanzado. Además, casi un 5 por ciento del mencionado grupo intentaron quitarse la vida en algún momento. "Hacen falta muchos especialistas para este fragmento de la población", ha agregado.

De esta forma, la creación de la especialidad se considera fundamental para reducir la incidencia de los trastornos mentales en los menores de edad. Asimismo, fomentará la formación dentro de la comunidad profesional. "Hasta ahora los psicólogos que trabajan con niños y adolescentes en el Sistema Nacional de Salud (SNS) han sido un poco autodidactas y se han instruido con bibliografía y congresos. Así, tener a un sanitario entrenado desde el primer momento ayudará a mejorar la asistencia y, por ende, reforzar la propia confianza de la persona que les atiende", ha resaltado Espada.


"El nacimiento de las especialidades psicológicas es una necesidad y, en concreto, Infancia y Adolescencia es una de las más requeridas"



Además, la aparición de esta especialidad puede suponer el primer paso para impulsar el nacimiento de otras. Es más, uno de los objetivos principales del COP y de las sociedades científicas es la creación de más disciplinas y, por ende, la aparición de más rutas PIR que se sumen a la de Psicología Clínica, la única existente en la actualidad para los titulados de Psicología.


Plan de estudios separado de Clínica


Uno de los pasos clave para la regulación de la especialidad pasa por la elaboración de su plan de estudios. Una base en la que trabajarán las distintas sociedades científicas, que deberán llegar a un consenso para su construcción, antes de la aprobación por parte del Ministerio de Sanidad. Labor que se unirá a otros asuntos, como la habilitación de las vías transitorias con las que contarán los profesionales que ya ejercen con niños y adolescentes para la obtención de este PIR.

En referencia al plan de estudios, Espada ha recalcado que la especialidad no debe ser "una derivación o una subsespecialidad de Psicología Clínica", sino una rama de Formación Sanitaria Especializada (FSE) completamente independiente con contenidos específicos. "Los futuros PIR tienen que tratar contenidos focalizados exclusivamente en Infancia y Adolescencia desde el primer año. No vale con hacer dos años compartidos y luego dos años centrados en los pacientes que ellos van a abordar", ha defendido el representante de la entidad colegial.


"Los futuros PIR tienen que tratar contenidos focalizados exclusivamente en Infancia y Adolescencia desde el primer año"



Entre los contenidos a incorporar en el plan de estudios, destacan la sintomatología del desarrollo o Psicología evolutiva aplicada a los trastornos clínicos. Además, las técnicas y programas de tratamiento, pese a parecerse en ocasiones a los de los adultos, no "deben ser adaptaciones de los aplicados en mayores de edad". "La evidencia científica dice que los protocolos existentes están diseñados concretamente para niños y adolescentes y son los que se deben impartir durante la residencia", ha afirmado Espada.


Número importante de vacantes formativas


En estos momentos, la principal forma de acceder al ámbito sanitario por parte de los tenientes del título de Psicología es a través de la especialidad de Clínica. En concreto, la última convocatoria FSE oferta 274 plazas, para los más de 3.000 aspirantes que se presentaron este año al examen PIR. Cifras que podrían aumentar a partir de la aparición de la rama para Infancia y Adolescencia.

Espada espera que el número de plazas para el futuro PIR sea el suficiente para garantizar la asistencia al mencionado fragmento poblacional. A su vez, el miembro del organismo colegial ha puntualizado que los puestos para la nueva especialidad no deben salir del volumen planteado para Clínica, lo que supondría una caída en el número de huecos para dicha disciplina. "Psicología Clínica para la Infancia y la Adolescencia debe de contar con su propia dotación y vacantes formativas", ha defendido. Bajo su punto de vista, esta es la única manera de elevar la presencia de psicólogos en el SNS, afectado por la carencia de este perfil sanitario, tanto para menores como mayores de edad.
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