Psicología alerta del "injusto" acceso extracomunitario a personal clínico

La licenciatura en Psicología de Argentina se ha convertido en llave para ejercer en el ámbito clínico en España. Un acuerdo entre ambos países ha dado lugar a la resolución de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) permite la homologación de este título universitario del país latinoamericano al Máster de Psicólogo General Sanitario. Una decisión de la que se beneficiarán centenares de profesionales. No obstante, el estamento colegial español observa vacíos en la equiparación de los programas de sendas titulaciones, que podría derivar en situaciones injustas para el conjunto de egresados del colectivo.

Para agilizar la validación de la formación psicológica, la Aneca implementó un método especial para la licenciatura argentina. Para ello, el organismo realizó un análisis de más de 160 planes de estudios de universidades del mencionado país, en el que se comprobaba las similitudes con el modelo español. El gran parecido hizo que se aceptase la convalidación de todos los tenientes de la titulación del país de Sudamérica, sin necesidad de realizar una revisión individualizada, como sucede con el resto de nacionalidades. "Tras la evaluación de los centros y entender que cumplen una serie de condiciones, todos los psicólogos procedentes reciben la homologación, basada en unos informes generales sobre las instituciones académicas", ha explicado el vocal adjunto de presidencia del Consejo General de Psicología (COP), Fernando Chacón, a Redacción Médica. "En general, es un buen procedimiento", ha agregado.

Según la Aneca, la combinación grado y máster de España y la licenciatura de Argentina comparten puntos en común, como el computo total de horas lectivas, la carga de contenidos sanitarios, el parecido entre los trabajos finales y el peso de las prácticas externas. Sin embargo, el organismo colegial detecta un inconveniente en el caso de los dos últimos puntos. "Al no realizar una revisión individualizado, no se sabe si la temática de su proyecto es clínica. Tampoco si ha trabajado en un centro de salud. Dos realidades que exige el Máster de Psicología General Sanitaria", ha remarcado Chacón. Es más, sin estas, ningún psicólogo formado en suelo español puede acceder a puestos asistenciales.

---

"Al final, se está autorizando como sanitarios a profesionales que no han estado en un centro de salud", ha lamentado Chacón

---

"Al final, se está autorizando como sanitarios a profesionales que no han estado en un centro de salud, cosa que se reclama a los profesionales españoles", ha lamentado el vocal del COP. De esta forma, la presencia en servicios asistenciales de este tipo de psicólogos chocaría con la propia regulación de la vertiente clínica de la profesión, que exige experiencia laboral, ya sea a través del máster o de la vía PIR. Asimismo, no se cuenta con los colegios profesionales para la revisión de los perfiles, algo que sucede en el resto de gremios sanitarios. Y es que para la homologación se requiere un informe no vinculado de este tipo de entidades.

El vocal ha añadido que la consecución del título de psicólogo clínico desde el sistema educativo argentino puede hacer que alumnos españoles opten por formarse en el país latinoamericano, en el que los precios de matrícula son más bajos. Asimismo, evitarían el pago del máster en España, todavía más costoso que el grado. No obstante, este es imprescindible para el acceso de los psicólogos al Sistema Nacional de Salud (SNS). Precisamente, un fallo informático en las homologaciones a principios de año concordó la licenciatura argentina con la titulación de graduado, lo que despertó las protestas de los afectados, al perder el acceso al ámbito asistencial.

¿Qué sucede con los profesionales de otros países?

En el caso de los titulados de universidades fuera de Argentina, el procedimiento es el mismo que para el resto de profesionales. Su formación debe ser analizada por los equipos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, quienes darán luz verde a la validación de su título en territorio español. Pero, no obtendrán la homologación -que tiene efectos académicos y profesionales para los gremios reglados-, sino la equivalencia -únicamente a nivel formativo-. El motivo: la figura del psicólogo no está regulada en el país. Tan solo cuenta con ordenación legal el especialista clínico.

De esta forma, al no contar con la excepción argentina, el departamento ministerial reconoce exclusivamente a los titulados extranjeros su carácter de graduados universitarios. Para trabajar en España, este grupo debe realizar el máster clínico o el PIR. Por ello, Universidades facilita el acceso de los egresados de otros países al título de posgrado.

Bajo el punto de vista del COP, esta situación podría resolverse con la ordenación profesional y la consideración de la figura del psicólogo como profesional sanitario. De momento, el Tribunal Supremo bloqueó los intereses del gremio, al reconocer el requisito de la especialización sanitaria para acceder a vacantes de corte clínico.

Celeridad en la homologación

Para Chacón, la medida propuesta para los psicólogos argentinos peca de celeridad de diseño por parte de las instituciones. El organismo que encabeza Diana Morant es conocedor del atasco existente en la homologación de títulos extranjeros. Razón por la que se idean soluciones para eliminar dicho 'tapón', provocado por el aluvión de solicitudes y la falta de personal para la validación.

---

"Los criteroos tienen que ser comunes y en este caso hay un riesgo de que no lo sean", ha destacado Chacón

---

Por ejemplo, se intentó ceder esta competencia a las comunidades autónomas. El primer paso se dio con el País Vasco, en la que un Real Decreto permitía este traslado. No obstante, la propuesta recibió el rechazo del conjunto del estamento colegial, que presentó un recurso al Tribunal Supremo, que decidió bloquear este traspaso. "Los criterios tienen que ser comunes y en este caso hay un riesgo de que no lo sean", ha puntualizado Chacón. Así, unos 200 profesionales sanitarios se han quedado en el limbo, a la espera de la resolución del organismo judicial.