Los empleados de salud deben contar con todos los recursos para evitar el 'burnout' ocasionado por la sobrecarga laboral

"Una gestión cercana evita que la DANA barra la salud mental de sanitarios"
El portavoz del Consejo General de Psicología (COP), Josep Vilajoana.


31 oct. 2024 19:15H
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La DANA ha dejado imágenes apocalípticas en Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Coches apilados en las calles, árboles arrancados, domicilios anegados por el agua y edificios afectados por la fuerza de viento y lluvia son los protagonistas de la peor gota fría que ha vivido el país en el último siglo. Un reguero de destrozos y de víctimas mortales. Los fallecidos a causa del suceso meteorológico superan el centenar, a los que hay que sumar decenas de desaparecidos. Una situación dramática que encuentra un colchón en el Sistema Nacional de Salud. No obstante, sus empleados también se ven arrollados, no por la corriente, sino por la ingente cantidad de pacientes, tanto aquellos a los que asisten los servicios de Emergencias como los que aguardan en los hospitales. Un escenario que exige fuerza, pero también delicadeza por parte de los gestores sanitarios.

El portavoz del Consejo General de Psicología (COP) y coordinador de Emergencias en Cataluña en catástrofes como el hundimiento del Carmel (Barcelona), Josep Vilajoana, ha apuntado que el sanitario tiene que estar preparado para soportar escenas de gran dureza. Desde personas que han perdido su hogar hasta individuos a los que la tempestad les arrebató a un familiar, pareja o amigo. "Médicos, psicólogos y enfermeras tienen que estar listos para enfrentar a gente que viene cargada de ira. Hay que intentar mantener la calma lo mejor que se pueda", ha explicado a Redacción Médica.


"Médicos, psicólogos y enfermeras tienen que estar listos para enfrentarse a pacientes cargados de ira", ha señalado Vilajoana



Así, los profesionales del ámbito de la salud se enfrentan a jornadas de larga duración y en las que se les exige una gran celeridad, rodeados de pacientes presa de la desesperación y los nervios. Un conjunto de características que pueden desencadenar en cuadros de estrés, cansancio o ansiedad. Motivo por el que Vilajoana ha indicado que los gerentes de los centros sanitarios deben procurar que los empleados "no se quemen". "Tienen que aportar todo lo que necesiten, desde comida y tiempo de descanso hasta una compensación económica por las horas realizadas, en muchos casos, por la simple vocación que acostumbran a tener todos los trabajadores de este sector", ha continuado. El reconocimiento a su labor es clave para que "sientan que su aportación ayuda a paliar" los efectos de la DANA.


Instrucciones para la atención de pacientes


Pese a que en los hospitales hay pacientes con traumatismos y heridas, la mayoría de los que acuden a la infraestructura sanitaria presentan problemas de salud mental. La pérdida de personas de su entorno o pertenencias materiales puede derivar en patologías como una depresión. Por ello, el portavoz del COP ha señalado que en un principio "necesita arrope". "Ante el drama que vive, en ocasiones, lo mejor es simplemente escuchar y mostrar cercanía. Ofrecerles tranquilidad y un hombro sobre el que poder apoyarse", ha explicado.

Vilajoana ha querido poner en valor el papel de los psicólogos en catástrofes de este tipo. La DANA ha provocado daños físicos importantes, pero también ha abierto heridas que solo los profesionales de la salud pueden cerrar. "Pasada la tormenta, por lo general, quedan fallecidos y algún herido. Sin embargo, quedan toneladas de dolor emocional. Ahí es donde entra la Psicología", ha puntualizado el experto. De esta forma, es importante que la Comunidad Valenciana -la más afectada por el desastre natural- ponga a disposición de toda la ciudadanía a todos sus profesionales de emergencias. Precisamente, otras comunidades autónomas, como Castilla y León o Baleares, han ofrecido a la región levantina sus equipos psicológicos para ayudar en el proceso asistencial.


"Siempre quedan toneladas de dolor emocional tras incidentes de este tipo", ha aseverado Vilajoana



Asimismo, el psicólogo consultado por Redacción Médica ha apuntado que la atención debe ser dada por profesionales que cuenten con la formación requerida para abordar estas situaciones. "Quien no tenga la experiencia suficiente es mejor que colabore de otra manera", ha remarcado, sobre todo en referencia a las decenas de voluntarios que quieren aportar su granito de arena en estos sucesos. En este sentido, el psicólogo ha indicado que buena parte de los sanitarios que forman parte de los servicios de Urgencias y Emergencias cuentan con la instrucción académica básica para hacer funciones de acompañamiento, aunque el eje del cuidado de la salud mental recaiga en los egresados del ámbito de la Psicología.


Estrategias para guardar la calma


El dolor provocado por los desastres climáticos supone un reto complicado de afrontar por el conjunto de la sociedad, especialmente por aquellos que los viven en primera persona. Un grupo en el que se incluyen los sanitarios. "Sentir dolor, miedo, enfado, preocupación o tristeza es normal", han afirmado desde el COP. Una serie de estados emocionales que se suavizan con el paso del tiempo y a medida que se normaliza la situación.

No obstante, el organismo colegial ha enumerado una serie de consejos que pueden ayudar a manejar una experiencia de este calibre. En primer lugar, reivindica el autocuidado, por lo que recomienda evitar la exposición a noticias, realizar ejercicio físico, compartir las emociones propias con otras personas y mantener la rutina en la medida de lo posible. A su vez, aconseja afrontar la situación en comunidad y seguir las directrices de los organismos encargados del campo de la salud.


"Sentir dolor, miedo, enfado, preocupación o tristeza es normal"



El COP ha resaltado que los sanitarios son uno de los perfiles que más estrés puede pasar durante este tipo de sucesos y por ende presentar unas mayores consecuencias psicológicas. La pérdida de apetito y sueño, la necesidad de estar solo, los ataques de pánico, la irascibilidad, la desesperanza, el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias o el dolor de cabeza, estómago o cuello son síntomas que pueden indicar un trastorno. En caso de acrecentarse o mantenerse en el tiempo, la entidad recomienda contactar con un profesional. Hay que recordar que las profesiones del ámbito de la salud son una de las más golpeadas por problemas como la depresión o el suicidio. "Nuestro propio cuidado es fundamental para poder atender a los demás", ha sentenciado Vilajoana.
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