Susana Al-Halabí, profesora del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo.
La
conducta suicida ha sido uno de los temas tratados en el V Congreso Nacional de Psicología (CNP2021 Virtual) e
International Symposium on Public Health Psychology.
Susana Al-Halabí, profesora del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo, ha arrojado luz sobre este problema en el simposio
‘Conducta suicida: Mejorar el continuum de intervención para reducir las brechas’. En el mismo, cuatro profesionales de la Psicología han abordado los aspectos fundamentales relacionados con la conducta suicida desde la prevención hasta la posvención, pasando por la evaluación y la
aplicación de tratamientos psicológicos eficaces.
Antes de dar paso a sus compañeros, la coordinadora de la actividad ha recordado que, en 2019, se produjeron
3.671 suicidios en España, lo que se traduce en 10
suicidios al día o, lo que es lo mismo, un suicidio cada 2,5 horas. “El suicidio es un problema de salud pública.
Posiblemente desconozcamos que la gran magnitud del suicidio es prevenible y abordable y que, por lo tanto, habría que prestar más atención a este tipo de problemas”, ha puntualizado, insistiendo en que, por cada muerte por suicidio, hay afectadas una media de seis personas, de manera directa o indirecta.
Al-Halabí: "Hay que desterrar ciertos mitos, que incluso están presentes en nuestra profesión, como la idea de que las personas con conducta suicida desean morir"
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Ante este “problema de raíz psicólogica”, Al-Halabí ha subrayado que los profesionales tienen un papel “fundamental” en la conceptualización y nomenclatura de la conducta suicida, “que aún no está resuelta”. En este sentido, la investigadora ha apuntado que cuando se habla de conducta suicida, no solo se habla del suicido consumado o de la muerte por suicidio, sino de todas
aquellas manifestaciones asociadas al fenómeno que tienen que ver con la idea de pensar en el suicidio. “Así es como deberíamos abordarlo, para
desterrar ciertos mitos, que incluso están presentes en nuestra profesión, como la idea de que las personas con conducta suicida desean morir”, ha apostillado.
Mejorar el continuum de intervención para reducir las brechas
La coordinadora se ha encargado de tratar la ponencia
‘¿Hay tratamientos psicológicos eficaces para la conducta suicida?’. En ella, ha reflexionado sobre la necesidad de establecer puentes entre las personas con conductas suicidas y los tratamientos psicológicos eficaces apoyados en la evidencia empírica.
Por su parte,
Eduardo Fonseca, doctor en Psicología por la Universidad de Oviedo y profesor titular de Psicología de la Universidad de La Rioja (UR), se ha puesto al frente de la ponencia
‘La prevención de la conducta suicida: el camino a seguir’, mientras que
Marisa Magaña, directora del Centro de Escucha San Camilo y profesora del Centro de Humanización de la Salud, se ha centrado en la pérdida de un ser querido por suicido.
A lo largo de la ponencia, Magaña ha explicado la experiencia del Centro de Escucha San Camilo, de la posvención realizada a través de grupos de ayuda mutua, a familiares supervivientes de fallecidos por suicidio. Poniendo de manifiesto, desde una perspectiva humanista, las
distintas técnicas utilizadas para el soporte emocional en situaciones de sufrimiento tan extremo.
‘Evaluación del comportamiento suicida’ ha sido la ponencia que ha cerrado el simposium. Una exposición en la que el doctor en Psicología
Juan Manuel García Haro ha presentado y analizado los diferentes
modelos de evaluación del proceso suicida en los diferentes ámbitos de aplicación Concretamente, el sanitario, educativo y social.
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