Joan Seoane, codirector del Programa de Investigación Preclínica y Traslacional del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
Según estadísticas recientes, el
melanoma maligno es la principal
causa de muerte por
cáncer de piel, con más de
57.000 casos mortales estimados en
2020 en todo el mundo. Puesto que la incidencia del melanoma va en aumento, la necesidad de desarrollar tratamientos más eficaces y específicos para mejorar los resultados de estos pacientes es de vital importancia.
Una investigación publicada en
Cancer Research dirigida por
Joan Seoane, codirector del Programa de Investigación Preclínica y Traslacional del
Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer, ha demostrado la eficacia del
C1a, un potente inhibidor de BRAF que puede atravesar la barrera hematoencefálica y penetrar en el cerebro, consiguiendo mejores resultados en
modelos preclínicos que los fármacos utilizados actualmente, por lo que podría convertirse en una
vía de tratamiento eficaz para los pacientes con melanoma metastásico cerebral con mutación BRAF V600E/K.
“Nuestras investigaciones han demostrado una actividad sorprendente en
modelos metastásicos cerebrales. El C1a logró una exposición más eficaz en el compartimento cerebral y unos resultados superiores en comparación con
otros inhibidores de BRAF. Nuestros resultados han respaldado la validación clínica de este nuevo agente en el marco de las terapias existentes, y ya se están reclutando pacientes para un ensayo clínico que analizará este compuesto. Un resultado positivo del ensayo podría dar una alternativa terapéutica a los pacientes con metástasis cerebral del melanoma”, añade Joan Seoane, profesor investigador de Icrea y codirector del Programa de Investigación Preclínica y Traslacional del VHIO.
Los
tumores con el tiempo acaban logrando resistencia a los tratamientos dirigidos. En respuesta a este fenómeno previsible, los investigadores también estudiaron los
mecanismos de resistencia para ayudar a evitar que el tumor escape a la acción del C1a, y trataron de identificar una
posible estrategia de tratamiento combinado para prolongar aún más las respuestas antitumorales.
El sistema inmunitario, implicado en los tumores resistentes
El análisis de tumores que manifestaban una recidiva tras ser tratados con C1a demostró que
la reactivación de la MAPK es el principal mecanismo de resistencia tanto en el entorno periférico como en el metastásico cerebral y que la duplicación del dominio de la cinasa BRAF es el factor dominante de la resistencia.
“Estos aportes ayudarán a
identificar biomarcadores de respuesta a tratamiento y, en última instancia, a orientar la estratificación de pacientes en los ensayos clínicos”, afirma Ester Bonfill Teixidor, primera coautora de este estudio y miembro del Grupo de Expresión Génica y Cáncer del VHIO, liderado por Joan Seoane.
Con el fin de identificar los mecanismos implicados en la resistencia a C1a, se realizó un
análisis transcriptómico de los
tumores resistentes y se observó la aparición de un fenotipo inflamatorio que indica una clara implicación del sistema inmunitario. Teniendo en cuenta que los inhibidores de los puntos de control inmunitario (ICI) ya se utilizan clínicamente para tratar el melanoma, los investigadores exploraron un enfoque combinado con C1a y el anticuerpo anti-PD1.
Los resultados mostraron que el C1a también promueve
potentes respuestas antitumorales cuando se combina con el anti-PD1 y reduce drásticamente la
aparición de recidivas y resistencia al tratamiento con C1a. Por tanto, la combinación terapéutica del C1a con el
bloqueo de los puntos de control inmunitario podría dar una nueva esperanza a esta población de pacientes.
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