Isabel Echevarría, Jesús Vioque, Enriqueta Félip, Clara Álvarez, Eduardo Nagore y Carmen González Enguita.
Con el paso de los años y la incorporación de innovadoras técnicas y tratamientos dentro del Sistema Nacional de Salud (
SNS), la
supervivencia contra el cáncer ha llegado a duplicarse durante los últimos 40 años. Esta es la principal conclusión extraída por la Sociedad Española de Oncología Médica (
SEOM), que sitúa a los pacientes con
cáncer de tiroides como los que más han aumentado sus oportunidades de sobrevivir -concretamente en un 93 por ciento de los casos- a pesar de figurar como uno de los tumores con mayor prevalencia en 2025. En el otro lado se sitúan el
cáncer pulmón en mujeres o de
esófago en hombres, con una tendencia de crecimiento mucho más ralentizada en las tasas de supervivencia, ya que cuando se detectan, a menudo, la enfermedad ya se encuentra en un estado avanzado.
Isabel Echavarría, secretaria científica de SEOM, justifica estas cifras más reducidas con el incremento en el
número de diagnósticos que se realizan en estadios más localmente avanzados. "No ha empeorado la supervivencia con respecto a otros años, sino que hay un
mayor porcentaje de estadios avanzados". Además, la especialista señala que en la mayoría de cánceres "ha habido
avances significativos en cuanto a su supervivencia, pese que algunos con una tendencia muy discreta, como por ejemplo el de
esófago".
De hecho, el
cáncer de esófago es uno de los tumores con
menos tasa de supervivencia, con un
13 por ciento en el caso de los hombres y un 15 por ciento en mujeres, y por tanto uno de los principales retos de la Oncología, debido a la propia malignidad del tumor y a su ubicación, tal y como explica
Jesús Vioque, catedrático de la
Universidad Miguel Hernández. Este tipo de tumores suelen alojarse en zonas "difíciles" lo que hace que se
diagnostique con menos frecuencia. Además,
cuando se detecta, "aparece en estadios avanzados, algo similar al
cáncer de páncreas", ha explicado Vioque, al hablar del mal pronóstico que lleva asociado. A ello se suma un complicado abordaje a nivel quirúrgico, que suele hacer a los profesionales optar, en ocasiones, por una terapia paliativa cuando no hay posibilidad de mejora.
La dieta puede ser un factor fundamental en este tipo de tumor, según
Vioque. En concreto, el "consumo habitual de
frutas, verduras y legumbres puede tener un efecto protector", por lo que señala a la dieta mediterránea como "un factor de prevención muy útil".
Otro de los cánceres con
menor tasa de supervivencia en España es el de
pulmón, con un 12 por ciento en hombres y un 18 por ciento en mujeres, en este último caso, debido a
su entrada tardía en el tabaquismo.
Enriqueta Felip, jefa de Sección del Servicio de Oncología Médica del
Hospital Vall d’Hebrón, señala, no obstante, "al aumento de diagnósticos en los últimos años" y el posible impacto que podría haber tenido esto en las cifras de supervivencia asociadas a estos pacientes.
Tipos de cáncer que más posibilidades tienen de sobrevivir
En el otro lado de la balanza se sitúa el cáncer de
tiroides, con un 93 por ciento de posibilidades de superarlo en el caso de las mujeres y del 86 por ciento en el de los hombres. Al contrario que el cáncer de esófago, la localización de este tipo de tumor es lo que hace que sea fácilmente localizable. "Todo el mundo se ve el cuello constantemente, cuando alguien nota un
nódulo extraño en el cuello, enseguida va a consulta a pedir pruebas sobre lo que tiene", detalla
Clara Álvarez, líder del grupo de investigación de Neoplasia y Diferenciación Endocrina del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (
Cimus). Una situación, afirma, que favorece mucho su "
detección temprana" y, por ende, "la actuación precoz", lo que mejora mucho "las expectativas en cuanto al desarrollo".
No solo eso. Los pacientes a los que se les detecta, se suelen someter a una "
una cirugía muy precisa", lo que favorece un
tratamiento más efectivo contra este cáncer. En los casos más complicados, "si se necesita, también existe la
Medicina nuclear, que hace uso de la terapia con yoduro radioactivo contra este tipo de tumor y que, es muy efectiva", tal y como subraya Álvarez.
Lo cierto es que los nuevos tratamientos han ocupado un lugar capital a la hora de aumentar la supervivencia de este tipo de cáncer y el de mama, según puntualiza
Montserrat Muñoz, jefa del Servicio de Oncología del
Hospital Clínic de Barcelona. La especialista también añade la llegada de nuevos abordajes terapéuticos al hablar de la enorme mejora de las tasas en cáncer de mama, cuya tasa de supervivencia se sitúa en el 86 por ciento.
Robótica e inmunoterapia
Aún así, estaría por debajo del
cáncer de melanoma, con una supervivencia asociada del 89 por ciento en las pacientes que lo padecen. "A pesar de que puede
ser agresivo para su pequeño tamaño, no suele ir más allá de la piel y no provoca tanto daño en comparación a otros", ha argumentado
Eduardo Nagore, jefe de Sección en Dermatología del
Instituto Valenciano de Oncología.
Al igual que en cáncer de pumón, la irrupción de nuevos tratamientos como la inmunoterapia "han marcado un antes y un después, impactando de lleno en la
historia natural del melanoma", celebra el especialista, sin olvidar "los fármacos que atacan directamente a las mutaciones que provocan este cáncer y que mejoran mucho los pronósticos de los pacientes".
Mayor autoexploración, más diagnósticos tempranos
En el caso de los hombres, es el
cáncer de próstata el que mayores posibilidades de sobrevivir encierra. El hecho de haber alcanzaso una tasa del 90 por ciento se debe, en parte,
a la alta concienciación que empieza a haber entre los pacientes a la hora de "examinarse" y, por ende, "la detección en estadios tempranos de este tipo de cáncer", según explica
Carmen González Enguita, jefa de Servicio de Urología en el
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. "Cuando está
localizado en la glándula, sin llegar a sus límites anatómicos, las probabilidades de ofrecer un tratamiento curable es muy alta", asegura, aunque también existen "
casos más avanzados" con un "peor pronóstico".
En cuanto a los avances cosechados, González Enguita destaca en este campo de la Oncología la cirugía robótica, al "otorgar más detalle y precisión" y con ello, reducir la tasa de mortalidad en este tipo de cáncer, que, en ocasiones, se relaciona también con el
cáncer de testículos.
La mayor concienciación de la población ha hecho que cada vez haya más pacientes que realizan una
"autoexploración testicular". Así, "la persona afectada suele verlo de forma temprana y acudir a consulta, favoreciendo un
diagnóstico precoz". Una vez que se detecta, este cáncer suele tener un "tratamiento muy efectivo a partir de la extirpación quirúrgica y de la quimioterapia", algo que también favorece una alta probabilidad de supervivencia, especifica la uróloga.
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