Bradley Lowery se abraza a su ídolo Jermain Defoe.
El mundo del fútbol llora por el fallecimiento de
Bradley Lowery, el niño británico que padecía neuroblastoma.
Jermain Defoe, la estrella del Sunderland –equipo del que el pequeño era hincha– inició una tierna relación con él, hasta el punto que establecieron una amistad y le ha acompañado hasta el último momento. En los últimos meses, Inglaterra se volcó con Bradley, incluso se llegó a
recaudar 822.000 euros para su tratamiento, pero su
cáncer era terminal.
“Lo más importante es que tanto el niño como la familia se hayan sentido arropados durante este tiempo”, explica a
Redacción Médica la presidente de la Sociedad Española de Psico-Oncología,
Agustina Sirgo. “Además, se ha cumplido el sueño de un niño, algo fundamental en momentos en los que la vida se vuelve frágil. Tener esa capacidad de agarrarse a elementos que generen ilusión, como por ejemplo el fútbol, sirvió como motor importante para él y su familia”.
Así, en ese sentido, considera que para sus allegados, en estas situaciones de trauma, “se agotan los recursos. Son momentos en los que estás bloqueado, por lo que esta bocanada de aire externa les ha ofrecido distracción y, tal vez, hasta cierto punto de alegría. A veces, la propia vivencia de ese trauma te hace incapaz de generar ilusión para el niño. Sin embargo, el deporte ha ayudado a generarlo”.
Impacto social
El hecho que el protagonista apenas contara con cinco años ha impactado a la sociedad: “Todo lo que gira alrededor de la
pediatría oncológica sensibiliza aún más si cabe a la ciudadanía. Trabajar con niños y adolescentes con cáncer es muy duro”. De ahí, que el futbolista haya sido capaz “de empatizar con el dolor o el sufrimiento físico del niño y de la familia. El futbolista se implicó con la situación, por lo que es lógico que su fallecimiento le haya dolido por su edad, por su fragilidad y, probablemente, por el pronóstico que tenía la enfermedad. Es posible sentir el dolor de los demás y hacerlo propio”, añade Sirgo.
¿Es importante que los famosos hagan visible esta enfermedad? “Es una cuestión personal”, asegura la especialista. “No todos los grupos familiares se decantan por mediatizar cada caso de enfermedad oncológica. Lo normal es que lo sepan los amigos y el círculo más inmediato. Además, no todos los receptores, en este caso los ídolos, responden igual. Defoe podría no haberse involucrado tanto, o hacerlo de manera más privada, y no habría pasado nada”.
“Quiero pensar que ha sido positivo educativamente para la sociedad, el hecho de que mucha gente haya empatizado con la enfermedad”. En general, la psico-oncóloga cree que la situación que se ha dado tiene muchos pros, aunque “tal vez haya sido negativo para alguna familia de algún niño que haya fallecido por lo mismo y le haya rebrotado un duelo que está en construcción”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.