Bartomeu Massuti, jefe del Servicio General de Oncología Médica en el Hospital General Doctor Balmis de Alicante.
Bartomeu Massuti es una figura imprescindible para entender la Oncología en España y los avances en
cáncer de pulmón. Actualmente, ostenta el puesto de jefe del Servicio General de esta especialidad en el
Hospital General Doctor Balmis de Alicante y es profesor asociado en Ciencias de la Salud en la Universidad Miguel Hernández. Además, ocupa el cargo de secretario del
Grupo Español de Cáncer de Pulmón (
GECP), organización
dedicada a la investigación y estudio de esta patología. Massuti profundiza acerca de su carrera y vida personal en esta nueva entrega del
ciclo 'Referentes en Oncología', realizado en colaboración con Takeda.
Con una trayectoria profesional que abarca más de tres décadas, Massuti ha sido testigo y partícipe de
avances significativos en el tratamiento del cáncer de pulmón. Su compromiso con la
investigación clínica ha contribuido a posicionar a España entre los países líderes en estudios sobre esta enfermedad. Además de su labor asistencial y docente, ha participado en numerosas iniciativas destinadas a
mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de este tipo de tumor, siempre con un enfoque centrado en el paciente y en la
innovación terapéutica.
¿Cuándo decidió dedicarse a la Medicina?
Desde pequeño me gustaban las ciencias, pero no fue hasta el último curso de Bachillerato, que en mi época se llamaba COU, cuando tomé la decisión definitiva. Siempre tuve una inclinación por el conocimiento y la Biología me fascinaba, pero la Medicina representaba algo más: la posibilidad de aplicar ese conocimiento para ayudar a las personas. No fue una decisión fácil, porque el compromiso que implica estudiar Medicina es enorme y requiere vocación.
Sin embargo, cuanto más aprendía sobre el cuerpo humano y sus enfermedades, más claro tenía que este era mi camino. Además, siempre he sentido admiración por los médicos, especialmente aquellos que trabajan en hospitales, enfrentándose cada día a desafíos que requieren tanto capacidad técnica como empatía con los pacientes.
Bartomeu Massuti participa en el ciclo 'Referentes en Oncología', en colaboración con Takeda.
|
¿Qué le llevó a estudiar en la Universidad de Barcelona en lugar de quedarse en Mallorca?
En aquellos años, Mallorca no tenía universidad, o al menos no una consolidada con facultad de Medicina. Se estaba formando la Universidad de les Illes Balears, pero la carrera de Medicina no se ofrecía. Esto significaba que, si querías estudiar Medicina, debías trasladarte a la península. Los estudiantes de Baleares teníamos asignadas plazas en las universidades catalanas, como la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Central de Barcelona, que eran referentes en la enseñanza médica.
Elegir Barcelona fue una decisión lógica, no sólo por ser una de las mejores opciones disponibles, sino porque además contaba con hospitales universitarios de primer nivel, lo que me permitió una formación clínica de gran calidad. No fue fácil dejar mi tierra natal y empezar de cero en una ciudad nueva, pero fue una experiencia enriquecedora tanto a nivel académico como personal.
¿Por qué eligió la especialidad de Oncología en el Hospital de la Fe de Valencia?
Desde mis primeros años en la facultad, me interesaban las enfermedades complejas, aquellas que requerían un abordaje multidisciplinar y que estaban en constante evolución científica. La Oncología cumplía con esas características: es una especialidad que involucra múltiples áreas médicas, desde la Biología molecular hasta la Inmunología, pasando por la Farmacología y la Medicina interna. Durante el último año de carrera, confirmé mi vocación por esta especialidad y, al presentarme al MIR, busqué un hospital donde pudiera formarme de la mejor manera posible.
El Hospital La Fe de Valencia era un centro de referencia, con un alto volumen de pacientes oncológicos y un equipo médico muy preparado. En Oncología, la experiencia es clave, y sabía que en un hospital grande tendría la oportunidad de ver una amplia variedad de casos y aprender de los mejores especialistas. Además, en aquella época la Oncología estaba en plena transformación, con nuevos tratamientos que estaban empezando a cambiar el pronóstico de muchos tipos de cáncer.
¿Cómo recuerda la preparación para el MIR?
El examen MIR en mi época era muy diferente a lo que es hoy. Ahora, la preparación está completamente estructurada, con academias especializadas, simulacros constantes y técnicas avanzadas de memorización. En mi caso, estudié por mi cuenta mientras cumplía con el servicio militar, lo que añadía una dificultad extra. No había tantos recursos didácticos como los de hoy; la base del estudio eran los grandes tratados de Medicina, como el Harrison en inglés o el Farreras-Rozman en español. La estrategia consistía en leer, comprender y memorizar capítulos enteros de estos libros.
Hoy, el MIR es una competición feroz desde el primer curso de la carrera, con un sistema de evaluación basado en test y una gran presión académica. Si bien esto ha permitido mejorar la formación de los médicos, también ha generado un estrés considerable en los estudiantes, que a veces se enfocan más en aprobar el examen que en asimilar el conocimiento de manera profunda.
Massuti: "El examen MIR en mi época era muy diferente a lo que es hoy".
|
¿Qué fue lo que le atrajo de la gestión sanitaria para incluirla en su formación?
A lo largo de mi carrera, me he dado cuenta de que la Medicina no solo se trata de diagnosticar y tratar enfermedades, sino también de cómo se organizan los recursos para ofrecer la mejor atención posible. La gestión sanitaria es fundamental para garantizar que los hospitales funcionen de manera eficiente y que los pacientes reciban la mejor atención. Por eso decidí formarme en este ámbito, realizando un máster y participando en diversas iniciativas. Sin embargo, en España la gestión hospitalaria sigue siendo muy rígida y burocrática.
La descentralización del sistema ha generado una estructura con muchas limitaciones, donde los hospitales tienen poca autonomía para tomar decisiones importantes. En muchos casos, los gestores están más enfocados en la administración que en la mejora real de los servicios. Para que un sistema sanitario funcione bien, debe existir una integración entre la gestión y la práctica clínica, algo que aún es un desafío.
¿Cómo ha cambiado su visión sobre el tratamiento del cáncer?
El cambio ha sido impresionante. Cuando empecé en Oncología, el tratamiento del cáncer se basaba principalmente en Cirugía, Quimioterapia y Radioterapia, con enfoques bastante generales. Hoy sabemos que el cáncer no es una enfermedad única, sino un conjunto de patologías con bases genéticas muy diferentes. Gracias a la genómica y la secuenciación del ADN tumoral, hemos aprendido a identificar mutaciones específicas en los tumores y a diseñar terapias dirigidas que bloquean esas alteraciones. Esto ha permitido personalizar los tratamientos y mejorar los resultados de manera significativa.
Además, la Inmunoterapia ha revolucionado la forma en que tratamos muchos tipos de cáncer, logrando respuestas que antes eran impensables. La evolución en este campo ha sido tan rápida que lo que hoy consideramos innovador puede quedar obsoleto en pocos años.
¿Cuáles son los avances más prometedores en el tratamiento del cáncer de pulmón?
Actualmente, hay tres avances fundamentales. En primer lugar, la identificación de subgrupos con alteraciones genómicas específicas, lo que permite diseñar tratamientos dirigidos y más eficaces. Antes solo conocíamos una o dos mutaciones relevantes, pero ahora hay más de diez con fármacos aprobados.
En segundo lugar, la Inmunoterapia, que ha cambiado el pronóstico de muchos pacientes, logrando respuestas que antes eran impensables. Y, finalmente, la combinación de cirugía, radioterapia y terapias sistémicas desde estadios tempranos, lo que ha permitido mejorar las tasas de curación y supervivencia.
Massuti: "La Medicina da la posibilidad de aplicar el conocimiento para ayudar a las personas".
|
¿Qué papel jugarán las terapias avanzadas en Oncología?
Las terapias celulares, como las CAR-T, han demostrado una gran eficacia en neoplasias hematológicas y ahora se están explorando en tumores sólidos como el cáncer de pulmón. Estamos en una fase inicial, pero los resultados preliminares son prometedores. En el Grupo Español de Cáncer de Pulmón estamos trabajando en ensayos clínicos para desarrollar estas terapias en centros especializados.
¿Cuál debería ser el enfoque actual en la investigación sobre el cáncer de pulmón?
El cáncer de pulmón aún tiene un gran margen de mejora en términos de prevención, diagnóstico y tratamiento. En primer lugar, la prevención primaria sigue siendo clave, ya que reducir el consumo de tabaco disminuiría la incidencia a largo plazo. Sin embargo, también es fundamental mejorar la prevención secundaria mediante programas de cribado con TAC de baja dosis, ya que está demostrado que reducen la mortalidad al detectar la enfermedad en estadios tempranos.
En el ámbito del tratamiento, se están integrando cada vez más la Quimioterapia y la Inmunoterapia preoperatorias para mejorar las tasas de curación en estadios iniciales. Para la enfermedad localmente avanzada, la combinación de Quimioterapia, Radioterapia e Inmunoterapia ha aumentado la supervivencia. En casos avanzados, el reto es segmentar mejor la enfermedad con biomarcadores moleculares y adaptar los ensayos clínicos a diseños más flexibles que permitan desarrollar terapias más precisas y efectivas.
¿Qué impacto tendría en la prevención del cáncer de pulmón una población con hábitos más saludables?
El 80 por ciento de los cánceres de pulmón están relacionados con la exposición al tabaco, por lo que su prevención depende en gran medida de reducir su consumo. Sin embargo, estos cambios tienen un efecto a largo plazo, ya que los beneficios en la disminución de casos sólo se ven tras dos o tres décadas.
Por ello, es fundamental reforzar la educación para la Salud desde edades tempranas. En España, la tasa de inicio del tabaquismo en adolescentes es una de las más altas de Europa, especialmente en mujeres. Este aumento se refleja en la mortalidad por cáncer de pulmón, que ha disminuido en hombres pero sigue en ascenso en mujeres. Las campañas de prevención y concienciación deben ser una prioridad para revertir esta tendencia.
¿Existe equidad en España en el acceso a los tratamientos oncológicos innovadores?
España cuenta con un sistema de Salud público y universal, pero la gestión descentralizada en 17 comunidades autónomas genera desigualdades en el acceso a tratamientos. No se publican datos sobre estas diferencias, lo que dificulta su visibilización y corrección. En otros países, la transparencia en los resultados de salud permite identificar y abordar estas inequidades.
Además, el acceso a fármacos innovadores en España es más tardío en comparación con otros países europeos, aunque una vez aprobados suelen implementarse rápidamente. Por otro lado, España destaca en la inclusión de pacientes en ensayos clínicos, lo que facilita el acceso a nuevas terapias. La clave está en equilibrar la equidad en la distribución de tratamientos con la sostenibilidad del sistema, teniendo en cuenta el coste de la innovación y la necesidad de inversión en investigación.
Massuti: "Hoy sabemos que el cáncer no es una enfermedad única, sino un conjunto de patologías con bases genéticas muy diferentes".
|
¿Cómo se gestiona el apoyo psicológico para los pacientes con cáncer en los hospitales?
El apoyo psicológico en Oncología es una de las grandes carencias del Sistema Nacional de Salud, ya que no está integrado de forma sistemática en la asistencia pública. En muchos hospitales, este servicio se mantiene gracias a convenios con la Asociación Española contra el Cáncer, que proporciona psicólogos especializados para acompañar a los pacientes y sus familias.
Sin embargo, el acceso a esta ayuda sigue dependiendo de la demanda del propio paciente, lo que puede retrasar la intervención en casos que lo necesitan. Idealmente, el apoyo psicológico debería estar integrado en la atención oncológica desde el diagnóstico, con una planificación adecuada para garantizar su disponibilidad en todos los centros.
¿Qué papel juega España en la investigación sobre el cáncer?
España tiene una presencia destacada en la investigación clínica en Oncología, con una visibilidad que supera su nivel económico y de desarrollo. Los grupos cooperativos han sido fundamentales para impulsar esta investigación, ya que la asistencia oncológica en España está descentralizada en hospitales públicos y no en centros de cáncer centralizados, como ocurre en otros países.
Esta descentralización tiene ventajas, como una mayor proximidad al paciente, pero también supone retos en términos de acceso a tecnología avanzada y tratamientos innovadores. La solución pasa por aprovechar las nuevas tecnologías, como la telemedicina y la patología digital, para coordinar mejor la atención sin necesidad de modificar por completo la estructura actual del sistema.
¿Qué consejo daría a quienes quieran especializarse en Oncología?
La Oncología es una especialidad con un alto volumen de conocimiento en constante evolución, por lo que es ideal para quienes tienen pasión por el aprendizaje y la investigación. Además, requiere habilidades de comunicación y trabajo en equipo, ya que implica una estrecha colaboración con otros especialistas.
Por otro lado, la relación con los pacientes es un aspecto clave, ya que la Oncología implica gestionar situaciones emocionalmente difíciles. Aprender a manejar estas conversaciones es un desafío que no siempre se enseña en la facultad de Medicina. Por ello, además de conocimientos científicos, es fundamental desarrollar empatía y habilidades de comunicación para ofrecer un acompañamiento integral a los pacientes.
Bartomeu Massuti: "Recuerdo particularmente un caso de una paciente con metástasis cerebrales que apenas podía hablar y se alimentaba por sonda".
|
¿Cuáles han sido los momentos más importantes de su carrera?
Uno de los momentos más impactantes fue cuando comenzamos a tratar pacientes con cáncer de pulmón con terapias dirigidas basadas en la identificación de mutaciones. Recuerdo particularmente un caso de una paciente con metástasis cerebrales que apenas podía hablar y se alimentaba por sonda. Le administramos un tratamiento dirigido y, en cuestión de semanas, su estado mejoró de manera increíble. Pasó de estar postrada en una cama a recuperar su vida cotidiana.
También han sido hitos importantes las oportunidades de presentar estudios en congresos internacionales y de participar en ensayos clínicos que han cambiado la práctica médica. Sin embargo, los momentos más significativos son los que implican una mejora real en la calidad de vida de los pacientes.
¿Cómo desconecta usted de una especialidad tan exigente como la Oncología? ¿Cuáles son sus hobbies más allá del hospital?
Mis hobbies, más allá del hospital, son leer, escuchar música o navegar. Soy mallorquín, y siempre me he sentido ligado al mar, pero en general me resulta bastante fácil desconectar del hospital en dos o tres días. Y me reconecto bastante bien. De hecho, yo creo que en los últimos 20 años no he tenido cuatro semanas de vacaciones seguidas. También me gusta viajar, observar el arte; no pinto, ni soy capaz de hacer ni de tocar ningún instrumento, pero verlo me ayuda mucho.
¿Qué mensaje daría a los pacientes con cáncer y a la población en general?
Es fundamental cambiar la percepción que se tiene del cáncer, normalizar la enfermedad y dejar de estigmatizarla. A menudo se asocia automáticamente con sufrimiento y muerte, pero los avances médicos han permitido que muchas personas vivan con cáncer como una enfermedad crónica o incluso se curen. Es importante que los pacientes sepan que no están solos y que existen múltiples opciones de tratamiento.
Además, la prevención y el diagnóstico precoz son claves: llevar un estilo de vida saludable, evitar factores de riesgo como el tabaco y acudir a revisiones médicas periódicas pueden marcar una gran diferencia. También debemos aprender a manejar la incertidumbre, ya que es una parte inevitable de la vida y, por supuesto, de la enfermedad. El cáncer es un desafío, pero con la combinación adecuada de investigación, tecnología y apoyo médico, cada vez más personas pueden superarlo.
Bartomeu Massuti en el plató de Redacción Médica.
|
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.