Las ambulancias, concebidas tanto como un transporte de urgencia como para el tratamiento o soporte vital de los pacientes, son
uno de los recursos que sufren una mayor saturación debido a su mal uso, según comparten los trabajadores de este servicio en redes sociales. Es por ello que muchos profesionales han puesto la voz de alarma sobre este problema y han propuesto algunas soluciones.
Gisela, técnico de emergencias, tenía claro cuál es el mensaje que quería mandar a través de su perfil de Twitter: "Una ambulancia no es un consultorio médico a domicilio ni un transporte gratis a urgencias". La profesional reclama que uno de los problemas a los que se enfrentan son los errores
de filtración por parte del centro de coordinación médico, que, según detalla, le han hecho acudir a muchos servicios a los que "no era necesario" ir.
Para ella la manera de solucionar los problemas de saturación no pasa tanto por sanciones como por
convertir las ambulancias en un servicio de pago para casos no urgentes: "¿Te duele la muela y quieres que te mande una ambulancia? Pues vale, te cobro tanto y te lo digo desde que me llamas. Estoy segura de que más de uno se piensa lo de llamar a la ambulancia".
"¿Multar el mal uso de las ambulancias?"
"Creo que
habría que poner algún tipo de sanción u otro tipo de medida para la gente que hace un mal uso, ya que provocan que se deje de atender correctamente los casos que realmente necesitan este servicio", explica Antonio Álvarez, profesional de emergencias.
Asimismo, considera que también
hay mucha gente que "no dice la verdad" cuando llama al 112: "Al no facilitarle todos los datos o la información verdadera se toman decisiones erróneas basadas en esta mala información que se les da".
Para concienciar, comparte una experiencias que ejemplifica este tipo de malos usos: "Una vez una persona llamó y acudimos. Pretendía que nosotros
le hiciéramos el planning mensual para tomar el sintrom para no acudir al centro de salud".
El foco del problema, el desconocimiento
Sin embargo, otros compañeros, aunque valoran las sanciones como una propuesta "interesante", consideran que serían difíciles de aplicar: "Solo sería para aquellos que maliciosamente piden una ambulancia sin necesidad, pero
el problema estaría en poder probar la mala intención". Por ello, consideran que terminaría como una medida "inefectiva e impopular".
Aun así, otro profesional de emergencias detalla que es
difícil encontrar una forma "práctica y realista" de evitar el mal uso: "Creo que las ambulancias con dos técnicos son la mejor solución posible para resolver estas situaciones. Envías un recurso más barato que una avanzada, evacúas y en el hospital descartan. Evitando así ocupar las avanzadas en este tipo de servicios".
Aunque, si en algo están de acuerdo todos los profesionales consultados por Redacción Médica es en que el problema radica en que en muchas ocasiones el paciente "no sabe distinguir" entre lo que es una situación que requiere atención inmediata y otra que puedan tratar acudiendo a su centro de salud.
Pero también hay casos más extremos, como la polémica que surgió porque
una pareja utilizó uno de estos vehículos en su boda, un movimiento que muchos calificaron de inapropiado y que se ha resuelto con un expediente sancionador por parte de la empresa responsable.
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