Jonathan Kipnis.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (UVA), en Estados Unidos, han descubierto que la
microglía, células inmunes especializadas en el cerebro, desempeña un papel clave en la
eliminación del material muerto después de una
lesión cerebral.
El estudio, que se
publica en la revista 'Journal of Experimental Medicine', revela que la microglía
engulle los restos de las neuronas lesionadas, lo que podría
evitar que el
daño se propague a las neuronas vecinas y cause una
neurodegeneración más extensa.
En cada tejido del cuerpo, las células muertas y moribundas deben eliminarse rápidamente para
prevenir el desarrollo de la inflamación, lo que podría desencadenar la muerte de las células vecinas. Esta eliminación se lleva a cabo por células especializadas que engullen y descomponen los restos celulares, también conocidos como
células fagocíticas. Sin embargo, los científicos aún tienen que determinar qué células son responsables de limpiar los restos neuronales cuando se daña el cerebro o la médula espinal.
El científico
Jonathan Kipnis, presidente del Departamento de Neurociencia de UVA, y su equipo examinaron las
lesiones del nervio óptico de los
ratones, que hacen que las
neuronas ganglionares de la retina se degeneren y dejen residuos en una región distante del cerebro. Los investigadores encontraron que esta suciedad es
absorbida por la microglía.
Producción de proteínas "complementarias"
La microglía, que reside permanentemente en el
sistema nervioso central, es un tipo de célula fagocítica que puede engullir bacterias y otros patógenos que han infectado el cerebro. También juegan un papel importante en el
cerebro en desarrollo, eliminando las sinapsis neuronales que no han podido activarse por completo.
En los cerebros de adultos, la microglía parece
reconocer las neuronas degenerativas usando algunas de las mismas moléculas que usan para reconocer las sinapsis inactivas o los patógenos invasores. Kipnis y su equipo encontraron que, después de la lesión del nervio óptico, la microglía produce
proteínas "complementarias" que ayudan a las células fagocíticas a identificar sus objetivos.
Los científicos estudiaron lo que sucedió después de la lesión del nervio óptico en ratones cuando la microglía no produjo proteínas del "complemento" y descubrieron que la microglía no eliminaba los restos. "En el futuro, esperamos identificar aún más cómo se activan las microglías en respuesta a la neurodegeneración y cómo eliminan después los desechos neuronales -explica Kipnis, director del Centro de Inmunología Cerebral y Glia de UVA-. Conocer estos mecanismos podría permitirnos
aumentar la eliminación de restos potencialmente tóxicos por la microglía y limitar la propagación de la neurodegeneración tras una lesión en el cerebro o la médula espinal".
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