El neurorradiólogo de Bellvitge que 'exprime' la secuencia de perfusión

La promoción de la investigación clínica sigue siendo hoy en día una de las facetas pendiente dentro del los hospitales españoles, debido a que la asistencia médica acaba monopolizando toda la jornada laboral. Pese a ello, sigue habiendo especialistas que deciden invertir su tiempo libre para investigar. Este hábito ha permitido a Albert Pons-Escoda, neurorradiólogo del Servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario de Bellvitge, extraer la máxima utilidad de una secuencia de resonancia avanzada, conocida como la secuencia de perfusión por resonancia magnética, y ser galardonado con un reconocimiento de la Sociedad Europea de Neurorradiología (ESNR) por su trayectoria académica y científica.

Para Pons-Escoda, haber sido reconocido con este galardón significa “un gran honor que honra una labor predominantemente académica que, por desgracia, en España es un tipo de trabajo que no es demasiado reconocido de manera oficial”. Por otra parte, el especialista destaca en Redacción Médica que este tipo de reconocimientos “tienen un valor especial en España, porque las labores académicas no reciben el reconocimiento que deberían recibir en el entorno puramente laboral asistencial. En resumen, las labores académicas no están contempladas en el horario ni tienen compensación económica”.

El especialista remarca que la investigación galardonada permite recabar información “de diferentes hábitats o microhábitats vasculares tumorales. La línea de investigación va dirigida a caracterizar tumores a través de esta técnica, con el objetivo de conseguir un diagnóstico prequirúrgico lo más fiable posible”. Gracias a la optimización de este diagnóstico prequirúrgico, el manejo inicial de los pacientes “logra ser óptimo antes de proceder al consenso dentro de la unidad de neurooncología si el paciente necesita una biopsia, una cirugía resectiva, una radioquimioterapia, etc.”.

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"La línea de investigación va dirigida a caracterizar tumores a través de la secuencia de resonancia avanzada"

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Esta capacidad de orientación a la hora de determinar el diagnóstico del paciente es para el especialista determinante, ya que, por ejemplo, “si se determina que se trata de un linfoma, el neurocirujano procederá a hacer una biopsia, mientras que, si se diagnostica un glioblastoma, se resecará todo el tumor”. Este primer paso es para Pons-Escoda crucial debido a que esta aportación “decidirá el primer peldaño, optimizando los recursos para llegar  al diagnóstico definitivo, determinado por la anatomía patológica”.

Una radiografía de España y el papel de la IA

A nivel español, el especialista y miembro de la Seram destaca que el diagnóstico de tumores cerebrales basado en la Radiología clínica “depende de cada centro y de su propia experiencia. Los centros de referencia neurooncológicos ven muchos más tumores, provocando que el grado de precisión diagnóstico sea más alto del que puedan llegar a tener hospitales que no ven tantos pacientes con esta patología".

A día de hoy el especialista considera que la práctica clínica de la Radiología en general “sigue evaluándose de manera predominantemente visual y subjetiva, provocando que sea bastante dependiente de la experiencia del radiólogo que está valorando las imágenes. Cualquier tipo de valoración cuantitativa, siempre aportaran un grado más de robustez al diagnóstico final”.

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"Con métodos estadísticos claros de Inteligencia Artificial, se puede conseguir aumentar la precisión diagnóstica"

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En este sentido, el experto señala directamente a la Inteligencia Artificial como una metodología muy avanzada de análisis de datos: “Con métodos de análisis de datos avanzados, se puede conseguir aumentar la precisión diagnóstica. En algunos de los trabajos realizados en Bellvitge ya se han aplicado estos métodos, debido a que se trata de una nueva realidad en constante crecimiento en la imagen a nivel general”.