Grupo del Ciberesen coordinado por Francisco Pérez Vizcaíno.
Científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red en su área temática de Enfermedades Respiratorias (
Ciberes) de la Universidad Complutense de Madrid (
UCM), liderados por
Francisco Pérez Vizcaíno, han identificado en
roedores los c
ambios de la microbiota intestinal (disbiosis) que desarrollan
hipertensión arterial pulmonar.
El trabajo, pionero en el campo de esta enfermedad y
publicado en la revista 'Scientific Reports', ofrece, según los propios investigadores, "nuevas
posibilidades terapéuticas para su abordaje". "La
corrección de la
disbiosis bacteriana podría tener
efectos beneficiosos en la evolución de esta patología con pronóstico todavía
pobre, a pesar del desarrollo de diversos fármacos en las últimas décadas, y una
mortalidad a los cinco años de
entre el 30 y el 50 por ciento", indica Pérez Vizcaíno.
La hipertensión arterial pulmonar se caracteriza por un
aumento de la presión en la circulación pulmonar como consecuencia de un
estrechamiento de las arterias pulmonares. Se trata de una enfermedad
progresiva que va sobrecargando paulatinamente el
corazón.
"Varias estrategias terapéuticas se pueden emplear para restaurar el perfil bacteriano incluyendo cepas bacterianas específicas (probióticos), fibra o polifenoles que modulan el crecimiento bacteriano (prebióticos), antibióticos, o incluso el trasplante de heces", sostiene el investigador del Ciberes.
Relación entre la microbiata y la salud
La
microbiota intestinal es el conjunto de
microorganismos que compone el
intestino. En personas sanas, la microbiota está compuesta por 100 billones de bacterias, hongos y virus, tres veces más que las propias células. Con el desarrollo de las
técnicas de secuenciación genética masiva y el
análisis bioinformático, el estudio de la composición detallada de la microbiota "se ha convertido en una tarea asequible".
En los últimos años, se ha encontrado una
relación "
muy firme" entre la
composición bacteriana de la microbiota y el
estado de salud. En general, una mayor diversidad bacteriana, es decir, un mayor número de especies de bacterias, se relaciona con un mejor estado de salud.
La alteración patológica de la composición de la microbiota es conocida como
disbiosis. Tanto en modelos animales como en
humanos, hay varias enfermedades que se han relacionado con cambios específicos en la composición microbiana. Entre ellas, destacan enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, cáncer e incluso enfermedades psiquiátricas.
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