Un reciente estudio arroja esperanza sobre la búsqueda de una solución contra el
virus respiratorio sincitial (VRS), uno de los patógenos que tradicionalmente generan una alta presión asistencial en épocas como el invierno. De hecho,
puede causar una enfermedad grave tanto en bebés como en adultos mayores. Por este motivo,
“las vacunas contra el VRS son esenciales para proteger a ambas poblaciones”, según la investigación elaborada por científicos del
Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos.
En concreto, este estudio, que ha sido publicado en
Science Translational Medicine, ha evaluado
el impacto de las respuestas de las células B de memoria provocadas por una vacuna candidata de subunidad estabilizada con prefusión de VRS (pre-F): la
DS-Cav1. Previamente, se ha constatado que provoca una actividad neutralizante potente y duradera en un ensayo clínico de fase 1 en adultos sanos.
Los análisis realizados a
muestras de 95 individuos sanos revelan que
“la respuesta celular se mantuvo durante al menos 10 meses”, según el estudio, lo que da indicios de una acción prolongada del candidato, denominado DS-Cav1. También se ha comprobado que produce la activación de una posible inmunidad cruzada frente a otro patógeno, el metapneumovirus, lo que otorgaría un valor añadido al producto.
¿En qué consiste el estudio de la vacuna contra el VRS?
Para el estudio, los investigadores usaron sondas marcadas con fluorescencia y citometría de flujo para evaluar la especificidad del antígeno y el fenotipo de las células B específicas de VRS F longitudinalmente después de la inmunización con DS-Cav1. Así, “las células mononucleares de sangre periférica (PBMC) recolectadas en puntos de tiempo antes de la primera inmunización hasta el final del ensayo a las 44 semanas se evaluaron mediante citometría de flujo”.
Los datos del trabajo demuestran un rápido aumento en la frecuencia de IgG + e IgA + específicas de pre-F en células B después de la primera inmunización y “un aumento modesto después de una segunda inmunización en la semana 12”. Casi todas las células B específicas de F disminuyeron el CD21 y aumentaron el marcador de proliferación CD71 después de la primera inmunización, con una activación menos pronunciada después de la segunda inmunización.
Mientras las células B de memoria (CD27 + y CD21 +) específicos para pre-F, “permanecieron elevados por encima del valor inicial a las 44 semanas después de la vacunación”. La vacunación con DS-Cav1 “también activó las células B de reacción cruzada del metapneumovirus humano (HMPV) capaces de unirse a la proteína F de HMPV estabilizada por prefusión” y aumentó los anticuerpos de unión a F de HMPV y la actividad neutralizadora de HMPV en algunos participantes.
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