La operación, pionera a nivel mundial, consiguió extirpar un tumor raro alojado en una zona crítica: la carina izquierda

Los cirujanos Diego González Rivas y Francisco Rivas se enfrentan con éxito a la cirugía torácica más compleja haciendo historia a nivel mundial
Los cirujanos que participaron en la intervención: Diego González Rivas y Francisco Rivas.


21 nov. 2024 18:20H
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El Hospital de Bellvitge sigue sumando éxitos dentro de la cirugía de alta complejidad. Esta vez, iba un paso más allá. Con la ayuda del prestigioso cirujano Diego González Rivas, el equipo médico de este centro ha conseguido completar con éxito la "intervención más compleja que existe dentro del campo torácico" al conseguir extirpar un tumor raro en la carina izquierda de la traquea. El mérito, en este caso, es doble ya que, de forma pionera a nivel mundial, se implementó un abordaje robótico con una sola incisión, logrando así una intervención menos invasiva. 

La principal dificultad, según Francisco Rivas, cirujano del Servicio de Cirugía Torácica del hospital catalán, era "el lugar en que se alojaba este carcinoma adenoide quístico". "La peor localización posible", según González Rivas. Justo donde la tráquea se bifurca en los dos bronquios principales. "En este caso, el pulmón que había que quitar era del lado izquierdo, por lo que anatómicamente genera una mayor dificultad debido a que allí tenemos también la vena aorta", explica Rivas, para dar cuenta de la enorme complejidad que rodeaba a la intervención. 

El desafío no acaba ahí. Había que mantener la oxigenación de la paciente mientras su vía aérea estaba desconectada. Para ello, el equipo empleó una técnica de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), un método poco común en cirugías torácicas, pero esencial para este tipo concreto de procedimiento.

Una vez es "esquivada" la aorta, el siguiente reto es reconstruir la tráquea. Una labor no apta para cualquier bisturí, ya que requiere grandes dosis de precisión, control y experiencia, por lo que solo es asumible por un reducido grupo de profesionales entre los que figura González Rivas, avalado por las más de 70 cirugías de reconstrucción bronquial y traqueal que realiza aproximadamente al año, "probablemente el mayor volumen del mundo", teniendo en cuenta que lo habitual para un cirujano en España es realizar una sola.  "Tienes que saber donde parar de cortar, porque si te pasas, luego no puedes empalmar la tráquea al bronquio del otro lado", detalla. 


Única opción de la paciente 


Este fue uno de los motivos por los que el hospital catalán, aprovechando la visita de González Rivas para impartir una masterclass, decidió poner en sus manos este caso de alta complejidad, tras haber sido rechazado por varios centros médicos debido a la dificultad que entrañaba. Esta, era de hecho, la única opción que le quedaba a la paciente una vez descartada la radiación para acabar con el tumor. 

Aunque ya había realizado en una ocasión una cirugía videotoracoscopica uniportal en Shanghai, era la primera vez que González Rivas se enfrentaba a esta operación de la mano de la robótica. Por suerte, esta tecnología está ampliamente arraigada en Bellvitge, permitiendo "hacer los abordajes menos invasivos, al ofrecer una libertad de movimiento mucho mayor dentro de la cirugía. Se tiene la sensación de tener las manos dentro del paciente, permitiendo realizar suturas con mayor facilidad. Además, se elimina el temblor y se gana en muchos otros factores", explica Rivas. 




"El robot ofrece una libertad de movimiento mucho mayor dentro de la cirugía" 




Habitualmente, este tipo de tumores raros "se abordan con una cirugía más invasiva y bilateral, como por ejemplo una toracotomía en los dos lados" o una esternotomía, aclaran ambos cirujanos. En Bellvitge, por el contrario, se realizó una incisión de cuatro centímetros solamente desde el lado izquierdo, logrando una pronta recuperación de la paciente. 


Coordinación del equipo multidisiciplinar


Participar en una operación de tan alta complejidad exigía una coordinación superlativa entre los profesionales intervinientes, , con la presión añadida de saberse observados por decenas de ojos que, atentamente, seguían la operación por streaming. El equipo multidisciplinar, compuesto por anestesiólogos, cardioólogos, enfermeras, neumólogos y oncólogos, debía funcionar con la precisión de un reloj. Y lo hizo, gracias, en parte, al manejo de las "nuevas técnicas y la robótica" que ostentan los profeisionales del centro. "A nivel de práctica son impecables. Buenísimos. Y es un grupo joven, con ideas muy nuevas y ganas de innovar. Con lo cual, estábamos bien alineados", aplaude el cirujano 'invitado', que habla de una colaboración "perfecta". 

Para el coordinador del Servicio, contar con todos estos aliados "es imprescindible ya que es la base de la Medicina actual. Se huye ya de personalismos y ya no es la importancia del cirujano, sino la importancia de todo el equipo. El cirujano no puede hacer una intervención si no tiene detrás un anestesiólogo que vela por la seguridad del paciente". Así, la suma de experiencias de cada equipo en su campo permite "llevar a cabo con éxito una cirugía como la lograda recientemente". 

González Rivas, padrino de los 'casos imposibles', está cada vez más acostumbrado a que hospitales como Bellvitge - y de todo el mundo- llamen a su puerta en busca de ayuda y esperanza para pacientes cuya vida depende de una única opción. No obstante, reconoce que este ha sido un reto en mayúsculas en comparación con el que realizó unos meses, ya que, a pesar de que el paciente presentaba cinco tumores, la dificultad de acceso no era tan alta. 
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