La secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón.
La clave para prevenir futuras pandemias, o bien nuevas variantes del Covid-19, puede estar en las
aguas residuales. Según el Ministerio de Sanidad, están pueden “
proporcionar información complementaria, independiente y relevante” del proceso de tomas de decisiones en materia de salud pública y por lo tanto “incluirse de manera sistemática en la estrategia nacional de detección” del coronavirus. En este sentido, el departamento que dirige
Carolina Darias sigue trabajando en el sistema de vigilancia de estas aguas “con fines preventivos o de alerta temprana” ante amenazas víricas.
De hecho, el
proyecto para el establecimiento de mecanismos para el control de aguas residuales sigue su curso y este mismo lunes ha sido sometido a audiencia pública. Se trata de una respuesta a las
recomendaciones de la Comisión Europea, que en 2021 emplazó a los Estados miembros a establecer “una vigilancia sistemática del SARS-CoV-2 y sus variantes” en este tipo de espacios.
“La experiencia en este ámbito ha demostrado que la vigilancia del SARS-CoV-2 y sus variantes en las aguas residuales puede ser una fuente de información rentable, rápida y fiable sobre la propagación del virus entre la población y que puede constituir una parte valiosa de una
vigilancia genómica y epidemiológica reforzada”, argumenta Sanidad en el citado documento.
En cualquier caso, destaca que aunque la infraestructura de recogida de datos para el seguimiento de las aguas residuales se centra en la vigilancia del Covid-19 en el contexto de la actual pandemia, “el establecimiento del sistema y los procedimientos de vigilancia recomendados también tendrá un valor añadido más allá de la vigilancia del SARS-CoV-2”. “Servirá de
alerta temporada para posibles brotes futuros de otros agentes patógenos preocupantes o para amenazas procedentes de otros contaminantes que susciten preocupación”, añade.
Plataforma HEBAR para control de aguas residuales
La herramienta utilizada para ello ha sido denominada
HEBAR (herramienta epidemiológica ambiental basada en el control de las aguas residuales), y está enfocada a recoger “las características del sistema de saneamiento y estaciones depuradoras de aguas residuales”, así como los resultados analíticos de contaminantes emergentes.
“Este sistema de información HEBAR servirá para cumplir no solo lo señalado en la recomendación e la Comisión, sino que también va en la línea señalada por la Ley 33/2011 de 4 de octubre y por la
Estrategia Nacional de Salud Pública”.
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