Se trata de una de las medidas englobadas en el proyecto de Ley contra el consumo de este tipo de medidas en jóvenes

Mónica García, Pilar Alegría y Óscar López, tras aprobar la nueva Ley de alcoholismo en menores.
Los ministros de Sanidad (Mónica García), Educación (Pilar Alegría) y Función Pública (Óscar López).


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El proyecto de Ley de prevención del alcoholismo en menores de edad ampara la creación, por parte de cada administración autonómica, de protocolos “para su uso en Atención Primaria y de Urgencias” que “faciliten la detección” del consumo de este tipo de bebidas no solo en niños y adolescentes sino también en mujeres embarazadas “o que dan lactancia materna”.

“Estos protocolos incluirán la información a facilitar a dichas personas y, la derivación, cuando proceda, de las personas atendidas para intervención específica a los Servicios correspondientes”, recoge esta norma para prevenir el consumo de alcohol en menores de edad, que ha sido ya registrado en el Congreso de los Diputados tras ratificarlo la semana pasada el Consejo de Ministros. Se trata, dijo entonces Mónica García, ministra de Sanidad, de una legislación “pionera” y “urgente” para frenar esta problemática creciente: hasta el 75,9 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años reconoce haber bebido alguna vez en su vida, y un 56,6 por ciento lo ha hecho en el último año, según la última Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes).

El proyecto del Ministerio de Sanidad atañe tanto al ámbito sociosanitario como al educativo, el familiar y el urbanístico, así como a la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad (que podrán realizar pruebas de alcoholemia en lugares y ‘circunstancias específicas’ en las que el alcohol esté prohibido) y a la regulación de la publicidad.

En el primero de estos casos, se establece en primer lugar que las administraciones públicas competentes en el ámbito de la Atención Primaria y de Salud Púbica “desarrollarán actividades en materia de prevención y promoción de la salud dirigidas a personas menores de edad y sus familias, así como a la comunidad en general, en relación con los riesgos y daños generados por el consumo de bebidas alcohólicas”.

“En especial”, continúa, se fomentarán actuaciones como la elaboración de protocolos en Primaria y Urgencias para “facilitar la detección del consumo de alcohol en menores”, pero también en mujeres embarazadas “o que dan lactancia materna y contextos familiares en los que se esté planificando la gestación”.

Pruebas de alcohol y registro en la historia clínica


Ya trascendió, por otro lado, que en los Servicios de Urgencias los jóvenes atendidos por una intoxicación etílica “serán objeto de una evaluación integral, que implicará, si son menores de 16 años, a sus padres, madres o tutores”; y que se fomentará "la inclusión de registros de consumo en la historia clínica".

Mediante este proyecto de Ley también se promoverán actividades de educación para la salud para niños y adolescentes en centros sanitarios “y de reeducación y reinserción de personas menores infractoras”. Estos programas “buscarán basarse en la ciencia y el conocimiento, vetando en todo caso la participación de entidades directa o indirectamente relacionadas con sectores vinculados a la producción y comercialización de bebidas alcohólicas, por su conflicto de interés”.

Además, el texto recoge la prohibición del emplazamiento de publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública en un radio de 150 metros de centros educativos, centros sanitarios, de servicios sociales y sociosanitarios y de parques y lugares de ocio infantil (estarán permitidas las bebidas fermentadas con menos de 0,5 grados de alcohol).

“En definitiva, esta es una Ley que armoniza todas las que teníamos a lo largo de nuestro territorio, leyes de las comunidades o incluso municipales que abordaban este problema”, recalcó Mónica García.
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