El Ministerio de Sanidad ha oficializado una nueva
guía enfermera para la dispensación de medicamentos, en este caso enfocada a la
Ostomía. Se trata de un marco de referencia para orientar la actuación de estas profesionales en el uso de una treintena de tratamientos sujetos a
prescripción médica. El departamento que dirige
Carolina Darias da luz verde a este manual apenas semanas después de admitir a trámite los recursos de alzada del
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) para la dispensación de fármacos sobre hipertensión (HTA) y diabetes mellitus tipo 1 y 2.
Tal y como avanzó
Redacción Médica, el Ministerio de Sanidad tenía intención de zanjar antes del fin de 2022 tanto la
guía enfermera para la Ostomía como la de Salud de la Mujer. La primera de ellas, relativa a las aberturas quirúrgicas en el abdomen para que desechos o la orina salgan del cuerpo, ha sido publicada este jueves en el
Boletín Oficial del Estado (BOE), que refleja que los cuidados de este tipo de lesiones constituyen “una práctica habitual de los enfermeros en el ámbito de sus competencias, ofreciendo una atención integral a las personas portadoras de una ostomía en las distintas fases de todo su proceso”.
En este sentido, el Ministerio subraya que las intervenciones enfermeras “comprenden la
valoración previa a la cirugía, el
seguimiento y el manejo del estoma”, así como un permanente asesoramiento y educación para el autocuidado. “Un adecuado abordaje y seguimiento de estas ostomías dentro de un
equipo multidisciplinar se hace esencial para controlar y minimizar sus efectos, y las consultas de los enfermeros deben incorporar en este contexto herramientas que garanticen el seguimiento protocolizado del tratamiento farmacológico de estos pacientes en colaboración con el resto de profesionales de referencia”, destaca el documento.
Criterios para la prescripción enfermera de medicamentos
Este protocolo está dirigido a adultos y niños con ostomías de
alimentación y/o eliminación y/ ventilación, que pueden ser temporales o definitivas, y que precisen ser atendidos “mediante pautas o directamente por un profesional de la Salud”. A este respecto, la guía recoge los tipos de intervenciones que pueden ser competencia del enfermero tanto al inicio del tratamiento, con “la indicación, uso o autorización de dispensación” de medicamentos que requieren prescripción médica; como para los casos en los que se necesite una
prórroga del mismo.
En este último caso, el BOE recoge que la prórroga del tratamiento “se ha de realizar en el marco del seguimiento colaborativo por los profesionales de referencia del paciente”. Salvo casos concretos, “es necesaria una
prescripción médica inicial y/o la existencia de protocolos y/o guías asistenciales específicas para que el paciente sea seguido por el enfermero acreditado”, recoge el texto.
Por el contrario, el protocolo indica que “en ningún caso” puede modificarse el
principio activo prescrito por el médico de referencia, ni tampoco las pautas iniciadas en las guías asistenciales específicas.
Recursos de alzada contra las guías enfermeras
De forma paralela, Sanidad sigue trabajando en los
recursos de alzada del Cgcom contra las guías enfermeras de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos para la
hipertensión (HTA) y diabetes mellitus tipo 1 y 2.
El departamento aceptó a trámite los recursos del Consejo de Médicos, que apeló a que estos manuales producen
“indefensión” y un “perjuicio irreparable” para los intereses del colectivo al conceder a los enfermeros “competencias que no están actualmente recogidas en ninguna norma vigente del rango legal”, lo que supondría “una clara vulneración del artículo 36 de la Constitución”.
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