La homologación de enfermeras europeas hace aguas: solo el 9% son aptas

El examen de homologación para enfermeras europeas, celebrado el pasado 11 de diciembre en la sede del Ministerio de Sanidad en Madrid, ha revelado que los sanitarios que desean ejercer en España no se enfrentan a un camino fácil. Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, solo un 9,09 por ciento de los convocados para el test de aptitud de Enfermería de Cuidados Generales ha conseguido pasar esta prueba y lograr el ansiado ‘apto’ que les permite unirse a los equipos nacionales.

La prueba para la homologación de Enfermería de Cuidados Generales ha estado marcada, además, por numerosas ausencias. En total, para el examen se había convocado a 55 aspirantes, pero siete de ellos no se presentaron al ejercicio. Solo cinco han obtenido una puntuación favorable, con un ‘apto’, mientras que el resto no ha logrado la calificación necesaria para obtener el título, lo que supone una tasa de aprobados de un 10,42 por ciento.

Suspensos y ausencias en Enfermería

El examen para la homologación del título de Enfermería consistió en un cuestionario tipo test con 40 preguntas, con un tiempo máximo de 60 minutos para completarlo. El contenido de la prueba cubrió áreas clave de la formación en Enfermería, como la administración intravenosa de suero glucosado, los valores de sodio en la analítica sanguínea para identificar deshidratación isonatrémica y la evaluación pediátrica, entre otros temas.

La calificación final se basó en un sistema de puntuación en el que cada respuesta correcta sumaba un punto, mientras que las respuestas incorrectas restaban 0,25, y las no contestadas no penalizaban. Para ser considerado apto, era necesario obtener al menos el 50 por ciento de la puntuación total.

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Por otro lado, el examen de homologación para fisioterapeutas presentó un panorama más favorable para los aspirantes. De los cinco convocados, tres lograron aprobar, lo que representa un 60 por ciento de éxito en la prueba.

El ejercicio para fisioterapeutas fue más extenso y variado que el de Enfermería, con hasta 80 preguntas que abarcaban áreas como Pediatría, Geriatría, afecciones cardiorrespiratorias, Neurología, Reumatología, valoración funcional y actividad física y deporte. El tiempo máximo para realizar el examen fue de 120 minutos, con bloques de preguntas adaptados según las áreas de conocimiento específicas para cada candidato.

Al igual que el examen de Enfermería, la prueba fue de tipo test, donde cada respuesta correcta sumaba un punto y las incorrectas restaban 0,25. Para superar la prueba, los aspirantes debían obtener al menos el 50 por ciento de la puntuación total.