Javier Padilla, Domingo Antonio Sánchez y Pilar Rodríguez Ledo.
Aunque matizan que el problema viene de lejos, tanto el
Ministerio de Sanidad como la misma profesión médica asumen la necesidad de comenzar a dar respuestas al fenómeno de los
MIR que renuncian a su plaza antes de iniciar su formación. Colectivos de facultativos reclaman a la administración
medidas “valientes” a corto y medio plazo para fidelizar a los jóvenes.
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, recoge el testigo, aunque incide en que la primera actuación ha de ser la de determinar “en qué lugares” existe una “
mayor tendencia” de que ocurran estas ‘no incorporaciones’. La mayoría de las partes consultadas por
Redacción Médica coinciden, en cualquier caso, en
alejar la sanción para quienes incurran en este tipo de prácticas.
Solo este año,
22 MIR han renunciado a su plaza. El dato es especialmente delicado en el caso de la
Medicina de Familia, una especialidad que de por sí arrastra un
importante déficit de profesionales y a la que han dicho ‘no’ siete jóvenes. Si se tienen en cuenta a los aspirantes que directamente no tomaron posesión de su puesto, el número total de vacantes en esta rama sanitaria asciende a 401. “El problema de las renuncias después de elegir plaza
es estructural”, reconoce Padilla, quien recuerda que en el pasado ya se le trató de darle solución, por ejemplo,
‘reocupando’ a otros MIR. No obstante, esta posibilidad fue rechazada por la
Abogacía del Estado.
En cualquier caso, el secretario de Estado de Sanidad incide en que la principal urgencia es conocer en qué puntos de España las ‘no incorporaciones’ ocurren “
de forma sistemática”. “Creo que en muchas ocasiones tenemos tendencia a actuar en base a
sensaciones o pálpitos, y lo que hay que hacer es actuar en base a datos”, sentencia.
"En muchas ocasiones tenemos tendencia a actuar en base a sensaciones o pálpitos; hay que hacerlo en base a datos"
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El sentido de este plan es doble. Por un lado, “
caracterizar a qué tipo de plazas se renuncian” e “identificar los porqués para ver de qué manera pueden solventarse”, bien a través de las comunidades autónomas o del propio Ministerio de Sanidad. Y por otro, esbozar con las propias consejerías regionales planes de choque. “Será un
análisis vinculado a la acción, no solo descriptivo”, asevera.
Respecto a cuándo se iniciará este análisis, Padilla asegura que será inminente. “El problema no es nuevo, pero es verdad que en los últimos años las plazas que han quedado vacantes han llegado a sumar un
número relativamente significativo —apunta—. Por ello, ya estamos en conversaciones para ir haciéndolo en este periodo de algo más de tranquilidad en el ámbito MIR”.
En lo que atañe a las medidas concretas que pueda valorar el Ministerio de Sanidad, Padilla opta por la prudencia, aunque rechaza hablar de imponer cualquier tipo de sanción a los MIR que no se incorporen a su puesto. “Ahora es el momento de
analizar lo que está pasando”, sentencia.
La idea de sancionar a los MIR que dejen abandonada su plaza tampoco seduce a la
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Pilar Rodríguez Ledo, su presidenta, incide en que la solución al problema no debe ir por ese camino sino por el de hacer más “atractivos” la especialidad y el desempeño de sus profesionales. Consultados al respecto, desde la
Organización Médica Colegial (OMC) apelan por el momento a la prudencia.
Medidas valientes ante las 'no incorporaciones' de MIR
En cualquier caso, ambas partes insisten en pedir "medidas valientes" para aplacar esta situación: "Estas
plazas MIR perdidas suponen que, en cuatro años, estos más de 400 médicos de Familia, que van a ser muy necesarios por las jubilaciones, no van a estar y, por tanto, se intensificará el problema de la desertificación médica", explica
Domingo Antonio Sánchez, representante nacional de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo de la OMC, que recalca que
“no hay una causa concreta ni específica” de este fenómeno sino “cambios en las tendencias generales de demografías” sumados a la delicadeza de la Atención Primaria.
Desde SEMG aseguran también posicionarse
"cerca del Ministerio": "Seguimos teniendo nuestras manos tendidas siempre para mejorar la situación, pero para esto se necesitan medidas dirigidas tanto a
mejorar la inversión en la Atención Primaria como a mejorar la organización de los recursos humanos y la coordinación entre los distintos niveles asistenciales para dar así mejor respuesta a los pacientes", señala su presidenta,
Pilar Rodríguez Ledo.
Ledo advierte en cualquier caso de que hay
“muchos anuncios de posibles ideas” pero que no se aprecian “cambios implementados ni incrementos de recursos económicos”. “No vemos presupuestos adjudicados para poner en marcha las cosas —apunta—. Mientras no se den estos cambios, no tenemos razón para el
optimismo".
¿Qué medidas frenarán la pérdida de plazas MIR?
Desde la OMC, la solución a estas plazas perdidas en Familia se debe dar "en conjunto". El Ministerio debe ejercer un
"liderazgo claro" para ver realmente lo que está pasando y en el Interterritorial, se debe ahondar esta problemática. Para establecer un camino, Sánchez resalta una serie de propuestas de mejora a corto y medio plazo. En el periodo más próximo, plantea monitorizar dónde se está produciendo la
no toma de posesión y las renuncias y profundizar en qué causas podrían darse para ello. Además, apuesta por la creación de una
mesa de trabajo constituida de forma paritaria con el Ministerio y la OMC para ahondar en los
problemas de la desertificación médica y la FSE.
Ya en el medio plazo, abogan por desarrollar un sistema integral de
garantía de la calidad de la FSE y hacer una publicación de los resultados de encuestas que se hacen a especialistas en formación.
Por parte de SEMG, sus medidas para paliar esta situación parten de
"contemplar el desempeño" en Primaria y compensar los excesos de trabajo, además de un mayor conocimiento de la especialidad dentro del grado: "Los estudiantes tienen que
conocer la Medicina de Familia cuando están en la universidad, para que cuando elijan tras el MIR sepan lo que escogen", explica.
"Cuando un estudiante se incorpora a la residencia debe tener ciertas competencias más cercanas a las necesidades de los pacientes"
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En relación al grado, señala que sus estudiantes pueden llegar a empezar a prepararse para el MIR a partir de cuarto de carrera. Dar ese paso "sin conocer la Atención Primaria", afirma, hace que el estudiante, al final, "sepa responder a un examen más que tener una
formación previa": "Creemos que la formación del grado debe estar más ajustada a las necesidades reales de la comunidad, de manera que cuando un estudiante que ha aprobado el MIR y se incorpora a la residencia, tenga ciertas
competencias más cercanas a las necesidades de los pacientes".
Otros cambios son, por un lado, las contrataciones que se producen con los graduados de Medicina que no tienen titulación y que se están contratando fuera del torno legal y la elección en tiempo real tras el MIR, algo que ven como
"irrenunciable" desde la especialidad: "Si el sistema no permite al aspirante elegir en tiempo real, no puede valorar todas las plazas en su globalidad y es más problema que elija sin saber si es al cien por cien lo que quiere", concluye.
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