Mónica García, ministra de Sanidad, en el último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
El
Ministerio de Sanidad recomendará el uso de mascarilla en hospitales, centros de salud y similares tanto por los trabajadores como los pacientes y sus acompañantes en lugares comunes como salas de espera o urgencias hospitalarias. También plantea activar, si se precisa,
planes de continuidad para "garantizar la asistencia sanitaria ante un incrementon agudo de la demanda asistencial, de absentismo por enfermerdad de los trabajadores o, en determinadas situaciones, por cuarentena del personal".
Así lo refleja la
‘Evaluación de riesgo y recomendaciones para el control de las infecciones respiratorias agudas’, un documento que se presentará este jueves en la Comisión de Salud Pública, con el objetivo de proponer ciertas medidas con base en determinados escenarios en función del riesgo a las comunidades autónomas para la prevención de
infecciones respiratorias agudas, al que
Redacción Médica ha podido tener acceso.
Otro de los puntos clave del texto es el
refuerzo de la capacitación general y específica del personal sanitario y no sanitario implicado. Este apartado se basa en información técnica sobre la transmisión de infecciones respiratorias agudas, procedimientos de prevención y control de la infección, protocolos de definición y notificación de casos y líneas de comunicación internas, seguridad del paciente y limpieza y desinfección. Aparte de este tipo de actuaciones, el equipo de Mónica García, ministra de Sanidad, plantea la
revisión de las capacidades asistenciales y
reservas de recursos básicos, entre ellos equipos de protección personal, así como previsión de necesidades y adquisición.
Cuatro escenarios clave para hacer frente a las infecciones respiratorias agudas
Concretamente se plantean
cuatro escenarios posibles en función del riesgo. El
escenario 0 refleja una situación
inter-epidémica o basal, es decir, cuando los indicadores de transmisibilidad de SiVIRA se encuentren en dicho nivel, salvo que, tras la consideración de los restantes, haya motivos para asignar un nivel de riesgo superior. En el
escenario 1, los indicadores se encontrarían en un
nivel bajo o moderado. En este caso, Sanidad plantea un seguimiento y evaluación de las coberturas vacunales e identificación de grupos no vacunados de especial vulnerabilidad y la promoción y el fomento de los canales de formación y comunicación entre los responsables de vigilancia epidemiológica, direcciones asistenciales y demás.
El Ministerio insta a que, en este escenario, las personas que presenten
sintomatología de IRA, en la medida de los posible,
minimicen sus interacciones sociales y apliquen las medidas de etiqueta respiratoria e higiene de manos durante los cinco días posteriores al inicio de síntomas. En cuanto a la actuación en centros residenciales de personas vulnerables, se recomienda difusión entre los trabajadores y residentes de las normas y procedimientos internos de
prevención y control.
En los hospitales, según la capacidad del centro, se podría aplicar los circuitos internos de control de la transmisión de los virus respiratorios y
el uso de mascarillas en salas de
tratamientos quimioterápicos, unidades de trasplantados y similares.
El
escenario 2, que se daría en el caso de que los indicadores de transmisibilidad de SiVIRA se encuentren en nivel alto, recogería determinadas
medidas no farmacológicas y a nivel de salud pública. Sanidad, en esta situación, recomienda el refuerzo y la
comunicación activa en el ámbito de las instituciones de las medidas de prevención y actuación. También se plantea reforzar las medidas de ventilación y limpieza en los centros de trabajo.
Actuaciones en hospitales, centros de salud y residencias
En los centros residenciales, el texto indica que se podrían
restringir las visitas de cortesía, siempre valorando la repercusión emocional, y, a los trabajadores que estén en contacto con este tipo de población y tengan casos de IRAS, se les intentaría reubicar en áreas donde no haya contacto directo. Sanidad recomienda que en los hospitales, si fuera preciso, se activen
planes de continuidad en la plantilla. Además, el Gobierno insta a las regiones a que se incrementen, si fuera necesario, las capacidades de los servicios de Urgencias y de UCI.
El último escenario planteado en el documento es el 3, en el que los indicadores se encuentren a un nivel muy alto o haya información complementaria que haga valorar que existe riesgo pandémico. Las recomendaciones, en este caso, son dos:
reforzar la coordinación entre diferentes territorios mediante la convocatoria de reuniones extraordinarias del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y sus conferencias sectoriales y, en caso necesario, valorar la adopción de medidas adiciones y excepcionales.
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