Álvaro Castellanos, presidente de la comisión que ha elaborado el programa formativo de Intensiva.
Después de casi tres décadas de vigencia, el
programa formativo de Medicina Intensiva (MI) será al fin actualizado con nuevos criterios de evaluación de especialistas y requisitos de acreditación de unidades docentes. El Ministerio de Sanidad ha dado el penúltimo paso para ello al someter la orden al trámite de audiencia pública y tras recabar el posicionamiento de organizaciones y agentes implicados. El
MIR de Intensiva será, subraya el documento, más completo, transversal y adaptado a la evolución de los últimos conocimientos científicos y tecnológicos.
El
proyecto de orden relativo al nuevo programa formativo de Intensiva comienza haciendo hincapié en que esta especialidad surge “con el objetivo de ofrecer a los pacientes en situación crítica actual o potencial pero susceptible de recuperación” una atención clínica y terapéutica “cuya frecuencia de aplicación y requerimientos en personal y tecnología
difieren de las áreas de hospitalización convencional".
“La disponibilidad de un conocimiento diferenciado y específico, un cuerpo de doctrina científico bien definido y una tecnología propia especializada y vinculada muy directamente con las innovaciones científicas y biotecnológicas, justifican la existencia de la Medicina Intensiva que, adicionalmente, continúa jugando un papel decisivo como
especialidad integradora para evitar la fragmentación de la asistencia favorecida por la aparición de
conocimientos muy especializados”, dicta el documento.
Al igual que ahora, para la adquisición del título de especialista en Medicina Intensiva se deberá cursar un
período de formación de 5 años por el sistema de residencia. “Durante dicho periodo se deberán adquirir y desarrollar competencias trasversales, comunes a las distintas especialidades en Ciencias de la Salud, así como competencias específicas de la especialidad de MI”, apunta el programa, que
no se actualizaba desde el año 1996.
Asimismo, el plan incluye los nuevos criterios de evaluación de estas competencias, así como las actividades formativas y los contextos de aprendizaje de las mismas. Entre otras novedades, se pone el énfasis sobre la atención basada en la
equidad y la ética inherentes a esta práctica, la
prevención de riesgos, el refuerzo de la interacción entre equipos y con pacientes y familiares y la generación de nueva evidencia en la práctica clínica.
Requisitos de las unidades docentes de Intensiva
El programa establece además que, en el plazo de tres años desde la entrada en vigor de esta orden, las
unidades docentes (UD) de Medicina Intensiva deberán “adaptarse a los requisitos establecidos”. Entre otros, se alude a la necesidad de que las actividades se integren en el
Plan de Gestión de la Calidad Docente de cada centro, “asegurando que se identifican, planifican, desarrollan, controlan y mejoran” estos procesos.
"Este protocolo debe garantizar la supervisión de
presencia física del R1 por los profesionales de la plantilla en los distintos dispositivos del centro o unidad por los que el personal en formación esté rotando o prestando servicios de atención continuada".
No solo se adaptarán los criterios para exigir entornos de aprendizaje adaptados a los avances clínicos y tecnológicos sino que también se hará hincapié en la necesidad de disponer de equipos docentes especializados y se identifiquen indicadores y estándares de calidad (como seguridad del paciente, investigación y gestión clínica).
Los tutores de la unidad docente deberán “elaborar un itinerario formativo tipo” a fin de adaptar lo indicado en el
POE (Programa Formativo de la Especialidad) a la realidad de su UD “de forma que se logre el cumplimiento de dicho programa, conforme a las directrices y modelos establecidos por la Comisión de Docencia”.
El periodo de estancias formativas en otras especialidades se adecuará a lo establecido en la legislación vigente. Por ello, se elabora una propuesta de desarrollo del POE para cinco años (
55 meses de formación en diferentes dispositivos docentes, excluyendo los cinco meses correspondientes a los periodos vacacionales anuales). Se recomienda la siguiente distribución de rotaciones:
Primer año de residencia:
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Medicina interna hospitalización: 2 meses
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Enfermedades infecciosas hospitalización: 2 meses
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Neumología hospitalización: 2 meses
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Radiodiagnóstico: 2 meses
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Neurología hospitalización: 2 meses
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Medicina Intensiva (iniciación): 1 mes
Segundo año
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Cardiología hospitalización y ecocardiografía :3 meses
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Anestesia Quirófano: 2 meses
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Nefrología hospitalización: 1 mes
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Hematología hospitalización: 2 meses
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Cirugía general hospitalización y quirófano: 1 mes
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Digestivo y hepatología hospitalización: 2 meses
Tercer año
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Unidad coronaria: 3 meses
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Unidad de politraumatizados/neurocríticos: 3 meses
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Unidad polivalente médico-quirúrgica: 4 meses
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UCI Pediátrica: 1 mes
Cuarto año
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Unidad de postoperatorio de cirugía cardiaca: 2 meses
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Unidad de Cuidados Intensivos cardiológicos: 2 meses
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Unidad de quemados: 1 mes
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Unidad de politraumatizados /neurocríticos: 2 meses
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Unidad polivalente médico-quirúrgica: 4 meses
Quinto año
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Rotación externa para completar formación: 3 meses
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Unidad de Cuidados Intensivos cardiológicos: 3 meses
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Unidad polivalente médico-quirúrgica: 5 meses
Guardias en el MIR de Intensiva
En lo relativo a las
guardias, se establece que durante el primer año de residencia deberán realizarse entre cuatro y seis al mes en Urgencias Generales. A partir del inicio del segundo año se realizarán entre cuatro y seis guardias en el Servicio de Medicina Intensiva, y en el tercero, entre cuatro y seis en el Servicio o en la Unidad o Sección del Servicio de Medicina Intensiva donde el residente esté realizando su rotación.
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