Una médica durante su jornada de trabajo.
Las tasas de suicidio de los médicos varones han disminuido con el tiempo. Aun así, siguen aumentando en el caso de las mujeres. Así lo ha confirmado un estudio de la Universidad de Viena en el que se han analizado investigaciones sobre el suicidio en facultativos publicadas entre 1960 y el 31 de marzo de 2024.
La tasa de suicidio en médicos varones, en el periodo establecido,
fue de 1,05 (con un intervalo de confianza del 95 por ciento) y en mujeres de 1,76. El cociente de la tasa de facultativos en comparación con otras profesiones fue de 1,81. El cribado incluye la razón de mortalidad estandarizada indirectamente (SMR), directamente (SRR) y la cifra de mortalidad comparativa.
Alguna posible causa de la disminuición de suicidios en médicos, tal y como apunta el estudio, puede deberse al hecho de que los facultativos se han beneficiado más de los
servicios específicos encargados de prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, una oportunidad a la que no tienen acceso el resto de personas.
Esto se debe a que existe una gran concienciación entre los facultativos respecto al cuidado de la salud mental. Además, ante el incremento de la tasa en el caso de las mujeres, la investigación señala que hay que tener en cuenta que la proporción femenina en Medicina “ha aumentado significativamente en las últimas décadas”, y la media de médicas en todos los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE)
alcanzó el 50 por ciento en 2021.
Factores de riesgo de suicidio en médicos
El análisis realizado en Viena establece que es probable que este cambio afecte a las condiciones de trabajo en un ámbito “históricamente dominado por hombres”. Además, el estudio liderado por Eva Schernhammer asegura que existen pruebas de que la composición ocupacional por sexos afecta a la disponibilidad de apoyo en el lugar de trabajo y al bienestar efectivo, con
mayores niveles de ayuda en los ámbitos mixtos que en los dominados por hombres.
Los datos confirman que en 2019, el suicidio causó más de 700 000 muertes en todo el mundo, lo que supuso más de una de cada 100 muertes ese año (1,3 por ciento). En ello influyen factores sociales y ambientales, aunque se ha demostrado, según la investigación, que
la ocupación influye en el riesgo de suicidio más allá de factores como el bajo nivel socioeconómico o educativo. “Los médicos son uno de los diversos grupos profesionales vinculados a ese mayor riesgo, y
la comunidad médica tiene una larga y a menudo conflictiva historia en el tratamiento de esta cuestión”, concreta el estudio.
Relación entre muertes por suicidio en médicos y en la población general
Es importante destacar, según la investigación, que trabajar como facultativo está asociado a diferentes factores de riesgo en los
distintos sistemas sanitarios que hay en los países analizados. También pueden variar las actitudes predominantes y
el estigma sobre la salud mental y el suicidio. Por ello, consideran que la relación entre muertes por dicha causa en médicos y en la población general
difiera entre regiones o lugares del mundo.
En total, se profundizó en estudios de 20 países distintos que proporcionaban estimaciones resumidas globales y recientes basadas en la evaluación completa de las pruebas disponibles. Concretamente,
se utilizaron un total de 42 conjuntos de datos de médicos y 27 de médicas para el meta-análisis. Geográficamente, Schernhammer se centró en Europa, Estados Unidos y Australia.
En cuanto a la metodología, tal y como refleja Schernhammer, dos revisores independientes extrajeron los datos mencionados y evaluaron el riesgo de sesgo mediante una versión adaptada de la lista de verificación del Instituto Joanna Briggs para estudios de prevalencia. Se calcularon las
estimaciones del efecto medio para médicos y médicas basándose en modelos de efectos aleatorios, con análisis de subgrupos por región geográfica y un análisis secundario de las muertes por suicidio en médicos en comparación con otras profesiones.
Prevención del suicidio
En España, el
Plan nacional de actuaciones sobre el suicidio es una de las prioridades a las que se destinarán los Presupuestos Generales del Estado de 2025 en materia sanitaria. Según confirmó José Antonio Luengo, vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología de España, el Plan Nacional Antisuicidio deberá abordar un modelo de intervención exhaustivo de salud mental en Atención Primaria, profundizar en el Área de Servicios Sociales y trazar un plan en el ámbito educativo.
Si una persona necesita ayuda, existe la línea de atención a la conducta suicida del Ministerio de Sanidad (024), el teléfono de la esperanza (717 003 717) o el
programa de prevención, divulgación y formación de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio.
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