Un estudio demuestra que la presión de la industria puede limitar la libertad de prescripción de los médicos.
Una preocupante mayoría de los médicos europeos no recomendaría su lugar de trabajo a otros colegas ni lo aconsejaría a familiares o amigos como opción para recibir asistencia. Es la sorprendente conclusión que se extrae del
estudio Front Line of Healthcare que la consultora Bain & Company ha llevado a cabo en lo que va de año entre 1.200 médicos de nueve especialidades en Reino Unido, Alemania, Francia e Italia.
Según los profesionales médicos, las tecnologías digitales, la presión por los costes y unos protocolos cada vez más estrictos están transformando la prestación de servicios. El estudio pretende hacer las veces de una llamada urgente a la acción a las organizaciones europeas de salud para que actúen con celeridad a la hora de adaptar los sistemas sanitarios: el
incremento de las enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población pondrán a prueba los sitemas, por lo que los gobiernos europeos trabajan en buscar soluciones que abaraten costes mientras aumenten la calidad del servicio.
Los resultados de la encuesta reflejan un
bajo nivel de satisfacción de los médicos y un alto escepticismo sobre la habilidad de sus organizaciones para afrontar los futuros retos médicos. Cuestiones como el rápido incremento del uso de la telemedicina o el impacto negativo de los recortes en la calidad asistencial están en tre las principales preocupaciones profesionales, aunque el 83 por ciento de los encuestados señalan que el
envejecimiento será el "mayor catalizador para el cambio en la sanidad europea".
Cambios a medio plazo
Respecto a la situación en los hospitales, los 904 encuestados de especialidades quirúrgicas y no quirúrgicas, testados con el indicador
Net Promotor Score, mostraron escepticismo sobre los próximos retos sanitarios. Menos de un tercio confió en que su lugar de trabajo contaba con las
estructuras necesarias y estaba haciendo las inversiones requeridas para lograr la misión de una buena calidad asistencial.
En esta línea, solo en Alemania el 42 por ciento de los médicos recomendaría su lugar de trabajo no solo para desarrollar su profesión sino también para ser atendido, mientras que en el resto de países la mayoría de ellos no lo haría.
Gráfico de las recomendaciones de los médicos de sus lugares de trabajo
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Por otro lado, el estudio señala que Europa ha comenzado a deshacer el camino de la consolidación y profesionalización de sus organizaciones sanitarias, y los médicos consideran que la innovación en tratamientos debe ser la principal fortaleza para el cambio: el 85 por ciento
asocia innovación con la habilidad para desarrollar asistencia de alta calidad. De hecho, prefieren más innovación clínica y menos costes en innovación.
Por último, el estudio alerta sobre las
presiones de la industria, que de seguir aumentando acabarán por
limitar la libertad de prescripción de los médicos e impondrán mayores controles sobre el modo en que elijan tratar a los pacientes. "Los nuevos modelos de pago están poniendo en riesgo la prestación de servicios médicos a cambio de obtener resultados. El 55 por ciento de los cirujanos comenta que han dejado de utilizar un dispositivo porque su hospital dejó de suministrarlo", concluye el informe.
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