El presidente de la Sociedad Española de Hidrología Médica, Francisco Maraver.
La sanación no está reñida a la pauta farmacológica o la intervención quirúrgica. Existen otros métodos para ayudar al paciente a aliviar el dolor y controlar patologías. Uno de ellos es a través del agua. Esta es la materia principal con la que trabaja la especialidad de
Hidrología Médica, centrada en el estudio y empleo de este agente en sus variedades mineromedicinal, marina o potable ordinaria en pro de la salud del individuo. Una disciplina que sale del hospital y encuentra en los balnearios y centros de talasoterapia su campo de actuación. En estos se apoya para combatir la enfermedad, pero también
el olvido institucional y la banalización.
Al frente de la reivindicación de esta rama facultativa está
Francisco Maraver, presidente de la Sociedad Española de Hidrología Médica. También es la Escuela Profesional de Hidrología Médica e Hidroterapia de la Universidad Complutense de Madrid, el único centro reconocido por los Ministerios de Sanidad y Educación en España. "Cada vez hay menos médicos con formación específica en nuestra área", ha suspirado. De esta forma, resulta más complicado encontrar a un hidrólogo al frente del departamento sanitario de un balneario. "En el país habrá unos 350, pero que
estén ejerciendo entre 20 y 30", ha revelado a
Redacción Médica.
Una situación que no se ve favorecida por
su desaparición de la oferta MIR. En 2016, el Tribunal Supremo eliminó el Real Decreto de Troncalidad, con lo que quedó fuera del listado para residencia, al igual que
Medicina del Deporte y Medicina Legal. Según Sanidad, esta decisión se tomó por la dificultad de estas disciplinas para
cubrir plazas. En concreto, cada año se convocaban 10 vacantes para dicha especialidad. La convocatoria de 2014 fue la última plaza con puestos para la formación en Hidrología Médica en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
"Empeñarse en volver a la vía MIR habría garantizado nuestra extinción"
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No significa que no tenga opciones de regresar. Según Maraver, la sociedad científica que encabeza ha valorado las opciones que ofrece la Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, por el que se regula la formación trasversal de las especialidades de Ciencias de la Salud y los criterios para su creación. La conclusión fue que
no valía la pena pelear por la creación de una rama específica. "La falta de expertos existente y la falta de financiación por parte de ninguna comunidad autónoma hacía imposible este supuesto. Empeñarse en esto era garantizar la extinción", ha revelado. Motivo por el que se dejó de exigir que esta disciplina volviese al espectro MIR o como parte de los planes de estudios del grado en Medicina.
Así, se
ha apostado por la elaboración de un diploma de acreditación avanzada (ACE) que permita la capacitación en Hidrología Médica de cualquier facultativo. "No requiere dedicación exclusiva del médico, que puede mantener sus labores en otras áreas, ni financiación autonómica, a la par que ofrece un título oficial", ha argumentado Maraver. Mientras llega esta credencial, los miembros de la organización se dedican a la formación de los médicos que acceden a los centros termales a través un convenio de colaboración con la Asociación Nacional de Balnearios. Asimismo,
se ha conseguido la aprobación de un Máster en Hidrología Médica para el curso 2025/2026 en la Universidad Complutense de Madrid. Se prevé que en las próximas semanas aparezca en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Puesta en valor de la disciplina
La Hidrología Médica no forma parte de las prestaciones del SNS. Una carencia que no ayuda a asociar las termas con un centro de salud. Y es que el imaginario colectivo
relaciona estas instalaciones más con el turismo que con la sanidad. "La gente une la Medicina termal con el bienestar y las vacaciones, pero no, hay muchos balnearios con un posicionamiento completamente sanitario. Es más, antes se necesitaba prescripción facultativa para acudir", ha afirmado Maraver. "Queremos hacer ver a la Administración que hay que diferenciar las visitas para relajarse de aquellas que están unidas a tratamientos. Es más, se deberían financiar, ya que no todo el mundo puede permitírselo", ha agregado.
Asimismo, el presidente de la Sociedad Española de Hidrología Médica ha demandado
la validación de los programas de salud aplicados en los balnearios por parte del Ministerio de Sanidad y la Real Academia Nacional de Medicina. De esta forma, se fijan criterios de tiempo y presión en el empleo de las aguas termales. "Ahora mismo, hay muchos lugares en los que cada uno hace lo que quiere", ha lamentado. Es más, ha considerado que se debería realizar una recolecta de información a los centros para conocer el catálogo de técnicas usadas. Sin embargo, la visión turística existente inhibe cualquier tipo de actuación.
"Los balnearios no son únicamente para las vacaciones, ya que muchos cuentan con centros sanitarios para la aplicación de tratamientos"
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En este sentido, el hidrólogo ha recordado que
la realidad es muy diferente en los países del entorno. En Francia, Italia o Portugal, la especialidad goza de un mayor reconocimiento y los tratamientos están regulados por las instituciones encargadas de sanidad. Mayor es el aprecio por esta disciplina en los países de Europa del Este, en los que los procedimientos hidrológicos están cubiertos por sus sistemas de salud.
Contra la banalización
La imagen lúdica que se da al balneario despoja a la Hidrología Médica, en ocasiones, de su fundamento científico, al menos a nivel social. Y es que hay quien equipara este ámbito facultativo al nivel de las
pseudoterapias. Algo que no preocupa a Maraver.
"Hay multitud de trabajo reciente y evidencia de sobra sobre la efectividad y seguridad sanitaria de nuestros procedimientos. En ese sentido, estamos salvaguardados", ha explicado. "El cambio de mentalidad ya es distinto. Entiendo que es complicado para una paciente, ya que tiene que presentar una receta para comprar un analgésico, pero no para recibir nueve días de tratamiento en aguas termales. Esto nos resta credibilidad", ha puntualizado.
La orquestación de un calendario de baños en aguas con una serie de propiedades a distinta temperatura y presión durante un tiempo determinado es beneficiosa contra determinadas patologías. Los hidrólogos acostumbran a asistir a pacientes -sobre todo de edad avanzada- con
trastornos musculoesqueléticos, como fibromialgia o artropatía de tipo psoriásico. También es útil contra
problemas en el aparato respiratorio, especialmente construcciones crónicas y asma, y
cutáneos, como dermatitis atópica. "También se están incorporando pautas para limitar los efectos del trastorno del sueño o las secuelas postraumáticas de supervivientes de cáncer", ha añadido Maraver. El agua es fuente de vida. Por supuesto, también va a contribuir a su preservación.
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