Los médicos enferman, pero muchas veces no siguen las mismas pautas que ellos mismos recomiendan a sus pacientes. Muchos de ellos incluso apelan a un sentimiento de culpabilidad que les genera no acudir a su puesto de trabajo. Un artículo de la revista especializada
The BMJ aborda junto con cuatro expertas todas las aristas que rodean a este sentimiento y plantea cuestiones que pueden ayudar a gestionarlo, cómo qué les dirían a los enfermos si se encontraran en la misma situación que ellos.
Claire Davies, médico de Familia en Londres,
recoge en el artículo que este sentimiento de culpa
puede deberse a un sentimiento de responsabilidad “demasiado desarrollado hacia los demás” y la comparación con los demás. Esta culpa, ahonda, está relacionada en muchas ocasiones con el síndrome del impostor.
Para abordar mejor esta cuestión, la sanitaria propone responder a cuatro preguntas y así dar una respuesta “más saludable” a la culpa:
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¿De qué sirve la culpa?
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¿Qué respuesta podría ser más útil?
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¿Qué respuesta sería más amable para ti?
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¿Qué le diría a un paciente en la misma posición?
Responder a estas cuestiones reconoce que puede ser fácil, pero explica que todavía hay médicos que “luchan” para aplicar las respuestas a su propia situación.
Sobre este sentimiento de responsabilidad,
Helen Garr, directora médica de NHS Practitioner Health, detalla que no es ninguna lección que enseñen en las facultades de Medicina, pero que en algún punto del camino “
hemos aprendido como profesión a sentirnos culpables cuando necesitamos tiempo libre”. Esta misma responsabilidad defiende que les impulsa a poner a otras personas y a los pacientes en primer lugar, pero con un riesgo que no es necesario correr. "Es más probable que cometamos un error en el trabajo cuando estamos enfermos. ¿Cómo te sentirías si un piloto no se encuentra bien y aun así volara el avión porque se sintiera culpable por haberse ido?", reflexiona.
A menudo, este sentimiento viene respaldado por una “inquebrantable necesidad de no defraudar a compañeros o pacientes”, según recoge esta información de las palabras de Garr.
Los compañeros son otra de las cuestiones clave para este pesar. La microbióloga
Christine Peters recoge en esta publicación de
The BMJ que una gran parte de la culpa llega al ser conscientes de que sus compañeros “tendrán que cubrir, por lo general, doble función”. Esto también conlleva que los pacientes puedan ver comprometida su atención sanitaria. Pero insiste en que la dotación del personal es responsabilidad del liderazgo:
“No puedes arreglar un sistema roto azotándote a ti mismo”.
Eilidh Rice, futura médica de Familia en Culloden declara que reconocer las implicaciones que conlleva trabajar mientras está enferma le ha permitido adoptar “un enfoque holístico y aliviar los sentimientos de culpa”. Como ejemplo, expone cuando un facultativo pone en riesgo a compañeros y pacientes al acudir a su puesto de trabajo a pesar de tener una enfermedad infecciosa. "No puedes cuidar de una manera segura cuando tu capacidad para funcionar se ve afectada por el agotamiento, el estrés o la mala salud”.
Una situación usual en el mundo
Que un sanitario acuda enfermo al trabajo no es una situación tan inusual. Así lo refleja un estudio de
Medscape que señala que el
85 por ciento de los médicos lo han hecho alguna vez a lo largo del 2022. En esta cuente estudio contaron con la opinión de 2.347 facultativos de Estados Unidos y de fuera. Es más,
la mitad de ellos acudieron a su puesto con síntomas compatibles con la gripe o la Covid-19.
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