Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC).
El
sector público y privado pueden ir de la mano cuando se trata de la financiar la
formación médica. Esta es la visión que sostiene el colectivo tras ver carencias y posibilidades de mejora en ambas vertientes en los últimos 40 años.
El apoyo "escuálido" de la Administración Pública a este sistema ha hecho que dependa "tradicionalmente de la industria farmacéutica", lo cual, ha generado
"numerosos conflictos de intereses", contextualiza Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) en declaraciones a
Redacción Médica. Ahora lo primordial en todas las partes, remarca, es cumplir el
código de buenas prácticas y que este problema sea "cada vez menor".
En este sentido, el colectivo considera necesaria una
mayor financiación por parte de las arcas públicas para que la formación médica continuada sea "una realidad", lo cual, no exige necesariamente desvincularse del ámbito privado, tal y como sugiere el
PSOE.
En el documento marco de su 40º Congreso, los socialistas abren la puerta a una una financiación íntegramente pública para evitar que se
genere dependencia de financiadores externos, por ejemplo del ámbito privado y garantizar así "la igualdad de oportunidades".
La OMC no es partidaria de esta visión ya que, aunque aboga por dar un mayor peso a la parte pública, no descarta seguir manteniendo "la relación con la industria". Para Cobo, no hay que "celebrar" que el sistema avance sin financiación privada, sino que lo haga "adecuado a una buena práctica". "La industria sigue siendo todavía muy feroz y es necesario el apoyo público".
¿Médicos e industria farmacéutica comparten código ético?
Cuando se trata de colaborar, ayuda el hecho de que ambas partes tengan un "código ético bastante estrecho", apunta en este sentido Manuela García, vicepresidenta segunda de la OMC. A pesar de todo, la realidad vivida en otros países indica que la administración y las farmacéuticas están cada vez más distanciadas, puntualiza Cobo.
En el caso del apoyo público, Cobo aclara que "no solo se debe poner dinero para dar cursos sino también para estructuras", ampliando a más de 5 el número de días de formación al año. "Eso supone dinero porque hay que contratar a más gente". Como punto de partida, el organismo consideraría un gran avance que las instituciones públicas pusieran "negro sobre blanco" al hablar de la formación médica continuada.
En julio del año pasado, el Congreso de los Diputados aprobó una propuesta para que los conglomerados farmacéuticos dejaran de financiar la formación continuada de los médicos y resto de profesionales sanitarios. Ya entonces, los médicos rechazaron la "prohibición" que planteaba la norma "sin dar una solución concreta". "Creemos en la financiación pública de la formación y entendemos que deben ser los organismos profesionales las herramientas necesarias para ello. Pero hasta que se haga este diseño, es un brindis al sol", aseguraba el por entonces presidente del órgano colegial, Serafín Romero.
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