Álex Ramos, nuevo vicepresidente segundo del sindicato médico europeo, avanza sus objetivos en Bruselas

Álex Ramos, vicepresidente de FEMS: "La apreciación del SNS en la UE es excelente, pero a costa de sus médicos".
Álex Ramos, durante la Asamblea General que FESM realizó recientemente en Roma.


8 oct. 2024 15:40H
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La Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS, por sus siglas en francés), sindicato que agrupa a más de 100.000 facultativos de toda Europa, busca dar un golpe de efecto a su estrategia para ganar más peso e influencia en Bruselas. El futuro traslado de su sede de París a la capital belga constituye en sí mismo una declaración de intenciones, desliza Álex Ramos, secretario del Sindicato Médico Catalán (Simecat) y miembro de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), quien acaba de ser designado vicepresidente segundo de este organismo comunitario. “Vamos a estar cerca de los partidos para conseguir objetivos importantes, desde la eliminación de las guardias hasta la de las agresiones a sanitarios”, asegura. 

¿Qué significa para los médicos españoles que uno de sus compatriotas integre la dirección de este sindicato europeo?

Por nuestra parte es un motivo de orgullo, pues esta federación de sindicatos europeos congrega a cerca de 110.000 médicos de muchos países. Eso significa tener capacidad para hacer lobby y conseguir que las organizaciones políticas en Bruselas se planteen temas que nos son prioritarios, como el de las guardias de 24 horas en España, el de las agresiones a facultativos o el de la demografía médica. Hay muchos elementos importantes que se pueden trabajar en Europa.

Yendo a lo concreto, ¿qué puede hacer la FEMS para avanzar en este tipo de cuestiones? ¿Qué destacaría de lo conseguido por el sindicalismo médico en Europa?

El mecanismo es conseguir audiencias con los grandes grupos parlamentarios de Bruselas para que puedan transformar nuestras reivindicaciones en normativas, en leyes. Por eso es tan importante que los médicos vayamos juntos en Europa, pues de esta forma podemos ir con fuerza para que nos escuchen y solucionar los problemas. Evidentemente no es fácil, porque cada país tiene sus diferencias, pero intentamos que los que están peor se parezcan en lo posible a los que están mejor. En España, por ejemplo, tenemos unos salarios bajos comparados con otros Estados, y si no se puede solucionar allí habrá que hacerlo en Europa. También los recortes en la paga extra, que es algo que vamos a batallar mucho porque se tiene que acabar. Los logros no siempre son espectaculares, pero sin sindicatos médicos estaríamos bastante más atrás.


"Los médicos hemos de ir juntos en Europa para que Bruselas nos escuche"



Habla de países que están peor y mejor en cuanto a las condiciones laborales de los médicos.¿Cómo se encuentra España? ¿Qué imagen proyecta en este tipo de organizaciones?

El nivel de apreciación y satisfacción con los médicos españoles es excelente. Uno de los indicadores más potentes que tiene el país para mostrar las bondades del sistema de salud es la calidad de los facultativos formados a través del MIR. Y, de hecho, exportamos a una buena cantidad de médicos a Europa. Lamentablemente, muchos médicos que formamos en España no los disfrutamos, entre otras razones por las bajas retribuciones, las peores condiciones laborales en comparación a países del entorno y la gran atracción de profesionales que tienen Reino Unido, Alemania, Francia y los países escandinavos, por ejemplo. El coste-beneficio de nuestra sanidad es excelente y los europeos están muy satisfechos cuando vienen, pero esto es a costa de los propios médicos.

La falta de profesionales es, precisamente, uno de los debates que han cobrado mayor intensidad en los últimos meses. ¿Qué percepción se tiene en la FEMS de esta situación?

El problema que tenemos en España, básicamente, es el de poder formar suficientes especialistas, algo que depende de la administración pública. El número de médicos que salen de las universidades parece más o menos adecuado, pero no se está produciendo una cantidad adecuada de especialistas, de acuerdo a la tasa de facultativos por cada mil habitantes. Pero es una problemática que tienen otros países. Es importante que nos pongamos al día de la situación de cada cual y vayamos a por estos problemas comunes. Y en lo que se refiere a la demografía médica, tenemos que realizar un buen análisis de la situación para ver qué se necesita ahora y en el futuro. Si no hacemos ese diagnóstico ahora no podremos planificar las necesidades de aquí a diez años. Si cada país va por su lado, seremos más débiles.

¿Es la homologación de títulos de extracomunitarios una posible solución? En España, los médicos extranjeros denuncian la lentitud del proceso.

La homologación es un trámite lento que dificulta este asunto. Arrastra una burocracia importante y es una pena. Es verdad que la administración tendría que agilizar estos trámites, pero vigilando que no haya agravios con los médicos de cada país.

A escala europea, ¿cuáles son los motivos principales del descontento de los médicos? ¿De qué se puede ‘presumir’ en España?

Europa es muy diversa y es difícil hacer un análisis país por país. Sí hay asuntos que son comunes, como las malas retribuciones, que están bastante generalizadas. Pero la insatisfacción de los médicos también tiene que ver con la presión asistencial, la salud psicosocial, las dificultades de las mujeres para compaginar su vida profesional y familiar, los riesgos labores, que también son muy importantes para nosotros… La satisfacción de los facultativos es mejorable, y precisamente los jóvenes también vienen pidiendo que la profesión no se convierta en un ‘sacerdocio’. Quieren dedicarse a su trabajo, pero no esta dedicación tan intensa y exclusiva.


"Los jóvenes europeos nos piden que la Medicina no sea un sacerdocio"



Antes hacía alusión a las guardias médicas. Precisamente, el Ministerio de Sanidad de Mónica García ha anunciado su intención de reducirlas, primero, de 24 a 17 horas. ¿Es viable? ¿Es suficiente?

A nosotros nos gustaría cualquier paso adelante en este sentido. Empezar con 17, con 15, con 12… Es decir, progresivamente, estaría bien recibido. El tema de las guardias es prioritario para nosotros, las 24 horas de España son un anacronismo en Europa. No es saludable ni para el médico ni para el paciente. Las guardias deben estar estructuradas de manera que el médico pueda hacer un trabajo con sus facultades plenas para aplicar sus conocimientos en beneficio de los pacientes.

Otro 'caballos de batalla' de los médicos es el relativo a la jornada de 35 horas. ¿Qué planes hay al respecto?

Todas las condiciones laborales de los médicos, desde su jornada laboral hasta el retiro, son campos de trabajo para nosotros. Estamos preparados para trabajar duro el tiempo que sea necesario, hay margen de cierta voluntariedad, pero estamos ya en el siglo XXI, hay que corregir las deficiencias en las condiciones laborales de los médicos tanto en las guardias como en la dedicación semanal y la trayectoria profesional. Debe haber unos mínimos. 

Sobre la mesa estuvo también la posibilidad de impulsar el llamado ‘Erasmus MIR’. ¿Es posible impulsarlo desde FEMS? ¿Lo considera positivo?

Es un elemento interesante para valorar y analizar, aunque por el momento solo ha salido de manera teórica. No hay una propuesta firme, oficial. Se puede hablar, ¿por qué no?
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