"Merece la pena para las mujeres asumir responsabilidades en Medicina"

Dos llamadas perdidas de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, alertaron a Carmen Ayuso de que algo estaba pasando. La reacción de la actual directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz fue de preocupación. Sin embargo, la intención de Morant era trasmitirle que acababa de ganar el Premio Nacional de Medicina 'Gregorio Marañón’. Este galardón, además de recompensar el trabajo arduo de la experta a lo largo de su trayectoria profesional, también marca un antes y un después. La ciencia española inicia una nueva era y, en esta ocasión, las mujeres también timonean el rumbo que debe dirigirse la Medicina en los años venideros. Y es que, este premio rompe un techo de cristal en esta área al haber sido entregado por primera vez a una mujer. 

Sumergida aún en una felicidad indescriptible, la especialista detalla en Redacción Médica que el premio significa para ella “toda mi vida profesional ya que está cargado de simbolismo”. En primer lugar, la ganadora del Premio Nacional de Medicina considera que el galardón reconoce una trayectoria mixta como es el hecho de ser “médico-científica, ya que la vertiente de atención sanitaria es muy importante”. En segundo lugar, Ayuso considera que este premio permite proyectar la imagen de mujer profesional, “siendo muy necesaria para que las mujeres vean que es posible. Merece la pena dar un paso adelante y decidir asumir responsabilidades y retos, por lo que es una carga simbólica muy importante”. Una reflexión similar a la que lanzó cuando recibió el Premio Sanitarias, entregado por este diario, en 2021, y que comienza a causar efecto. 

Dentro de la Medicina, el paciente es el hombre de Vitrubio al ser el centro de atención de los facultativos, por lo que para la especialista también suponen un pilar fundamental en su vida: “En 36 horas he recibido muchas felicitaciones de pacientes, siendo la mayor recompensa profesional que he podido recibir, como es su cariño. Es para ellos que trabajamos”. En el caso de Ayuso, su principal meta ha sido “la traslación para facilitar la vida de las personas con enfermedades raras sea posible”. Además, también agradece enormemente “al Ministerio de Ciencia, a la ministra que me llamó personalmente para decírmelo y a los compañeros, a los científicos que hayan podido intervenir en el proceso de selección por este momento”.

El hecho de verse envuelta desde muy temprano en el mundo de los estudios de tipo genético supone para la especialista todo un privilegio, permitiéndole “estar constantemente satisfaciendo mi curiosidad y teniendo retos, que siempre para un científico eso es extraordinariamente importante y gratificante, pese a que también frustrante”.

El reconocimiento de la especialidad de Genética en España

Uno de los aspectos que quiere remarcar Ayuso es que España está a punto de vivir un momento especial para todos los profesionales de la genética médica y clínica, que no es otro que “lograr el reconocimiento de esta especialidad sanitaria. No lo queremos para nosotros, sino para los pacientes. Queremos que una disciplina tan importante en la medicina tenga un acceso de los profesionales y una formación reglada, que asegure una calidad asistencial equivalente a la de otras disciplinas, como puede ser la Traumatología, la Neurocirugía y la Pediatría”.

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"Queremos que la Genética tenga un acceso a los profesionales y una formación reglada, asegurando la calidad asistencial"

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De este modo, la especialista aspira a que los médicos y profesionales sanitarios no médicos que vayan a atender a estos pacientes con patología genética “nos aseguremos de que reciban la formación adecuada, de que estén acreditados en su proceso formativo y profesional para que esto ocurra con equidad y con calidad. Estamos en el camino de llegar a conseguirlo”.

El tridente genético perfecto de cara al futuro

 
Dentro de los retos que se plantean en el campo de la genética a nivel de investigación, la especialista confecciona un tridente genético dividido en aspectos científicos, organizativos y ético-legales: “A nivel científico, el avance tecnológico es inmenso. Tenemos a nuestra disposición elementos que nos permiten terminar de conocer en profundidad aspectos de nuestro genoma humano que impactan en nuestra salud, en nuestra vida diaria, en nuestra configuración como seres vivos como humanos”. Gracias a estos elementos, la especialista aboga por “avanzar en ese conocimiento, correlacionarlo, hacer un análisis de la salud global. Esto es algo extraordinario que tenemos por delante y un reto precioso, pero también muy intenso, que va a requerir mucho esfuerzo y mucho recurso”.

La organización es la segunda punta del tridente descrito por Ayuso, que defiende la necesidad de establecer “una estructura de I +D a nivel estatal, pero también a nivel autonómico, en las universidades y en los centros sanitarios.  Esto también se está construyendo desde el Ministerio de Ciencia y desde el Ministerio de Sanidad y en colaboración con las comunidades autónomas se está avanzando mucho en este terreno”. Ayuso es consciente de la globalización que existe actualmente, por lo que también mira a Europa en este aspecto: “El continente es el faro que nos debe orientar, por lo que se hay de tener muy presente que nuestra hoja de ruta no puede ser individual y solo parcial, tiene que ser colectiva”.

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"Europa es el faro que nos debe orientar, por lo que hay que tener presente que nuestra hoja de ruta no puede ser individual y solo parcial, sino colectiva"

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Por último, son los retos ético-legales son la última pieza, pero no menos importante pieza que la ganadora del premio nacional defiende consolidar: “Estamos en un mundo en que se están estructurando todos los procesos de gobernanza, del acceso a los datos genómicos y es muy importante que seamos muy conscientes de estos retos y que seamos capaces de encajar en nuestro sistema medidas”.

En relación a estas directrices, Ayuso considera que deben “proteger la privacidad y los derechos de las personas para las cuales estamos trabajando, de los ciudadanos, de los pacientes, pero al mismo tiempo permita el avance de la ciencia y que todo esto se produzca de una manera transparente, que podamos rendir cuenta a los científicos de la sociedad y que lo podamos hacer de un modo adecuado, equitativo y ético”.