Carmen Suárez Fernández, Francesc Formiga Pérez y Vivencio Barrios Alonso.
La
fibrilación auricular (FA) es un "marcador de alto riesgo vascular". A pesar de que el ictus es una de las consecuencias que puede sufrir el paciente con FA, no se debe dejar de lado la enfermedad coronaria como posible secuela de esta patología. Para su tratamiento se recomienda el uso del anticoagulante rivaroxaban, un fármaco eficaz que ayuda a reducir la
mortalidad cardiovascular.
Esta ha sido la conclusión a la que han llegado los expertos que han participado en la mesa denominada ‘Nuevas evidencias en los pacientes anticoagulados en Medicina Interna’, celebrada este viernes en la
XVII Reunión de Riesgo Vascular organizada por la Sociedad Española de Medicina Interna
(SEMI).
"La FA no solo es un factor de riesgo para el ictus y el embolismo sistémico, sino también es un marcador de alto
riesgo vascular”, según ha explicado Carmen Suárez Fernández, del Servicio de Medicina Interna del
Hospital Universitario La Princesa de Madrid. La experta ha querido recalcar cómo afecta esta anticoagulación en pacientes geriátricos y ha asegurado que “este anticoagulante de acción directa se ha asociado a una menor incidencia de
hemorragia mayor y sangrado fatal”.
Asimismo, ha hecho un llamamiento entre todos los internistas para “poner el foco en la prevención cardiovascular global”, destacando el papel de rivaroxaban como un fármaco eficaz y seguro en pacientes con peor perfil cardiocirculatorio.
La incidencia de mortalidad cardiovascular se reduce a 2,5 años
Por su parte,Vivencio Barrios Alonso, del Servicio de Cardiología del
Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha compartido la misma opinión que Suárez y ha alertado de que los pacientes con FA, “no solo sufren
ictus, sino también infartos, y tratarlos con el anticoagulante rivaroxaban reduce la incidencia de complicaciones embólicas, hemorrágicas y de mortalidad cardiovascular”.
En este sentido, Barrios ha recalcado el papel importante que tiene “la colaboración entre cardiólogos e internistas para hablar sobre el tema del
riesgo vascular”. Por ello, ha puesto sobre la mesa el estudio EMIR, el cual identifica los factores de riesgo asociados a eventos cardiovasculares. El resultado de este ha demostrado la reducción de “la incidencia a 2,5 años de sufrir ictus, hemorragias o mortalidad en pacientes con FA tratados con rivaroxaban”.
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