Un informe explora la implementación y efectividad de estas dietas en Europa.
La Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (
OMS Europa) ha publicado un nuevo informe en el que alaba los
beneficios para la salud de las
dietas mediterránea y la nueva
dieta nórdica, incluidos sus efectos contra las
enfermedades cardiovasculares y la
diabetes tipo 2.
Este análisis, que explora la implementación y efectividad de estas dietas en Europa, ha reconocido que aún es necesario descubrir cómo traducir de forma eficaz los beneficios para la salud de estas dietas en
propuestas concretas, que mejoren los hábitos alimentarios de la población europea.
La tradicional dieta mediterránea se caracteriza por una alta ingesta de
alimentos de origen vegetal (aceitunas, verduras, nueces y cereales) y
aceite de oliva; una ingesta moderada de
pescado y aves de corral; y un bajo consumo de productos
lácteos (principalmente yogur y queso),
carnes rojas,
carnes procesadas y
dulces (sustituidos por fruta fresca).
El informe, que pretende ser una
base para los legisladores a nivel europeo, considera que los
factores sociales y culturales de la zona mediterránea, incluidas las
siestas posteriores a la comida, contribuyen a los efectos positivos de esta dieta.
La dieta nórdica, respetuosa con el medio ambiente
Por su parte, la
nueva dieta nórdica comparte muchas características con la dieta mediterránea, pero incluye alimentos que provienen tradicionalmente de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia. Así, incluyen bayas y frutas, arenque, caballa y salmón, pescado magro, verduras, repollo y hortalizas de raíz y cebada, avena y centeno.
La dieta nórdica utiliza aceite de colza en lugar de aceite de oliva
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Una clara diferencia es el uso de
aceite de colza (canola) en lugar de aceite de oliva. La dieta nórdica se basa principalmente en
plantas de origen local, proporcionando así una producción más respetuosa con el medio ambiente.
El informe ha probado que un total de 15 países en Europa actualmente recomienda o implementa políticas basadas en estas dietas, con los
países nórdicos colaborando en la formulación de políticas a través de iniciativas con varios países. Sin embargo, el informe ha descubierto menor implantación de estas dietas de lo que se esperaba, así como menor evidencia de que su impacto se evalúe de forma rutinaria.
Simposio internacional
Aprovechando el lanzamiento de este nuevo informe, OMS Europa ha organizado, junto con el
Consejo Nórdico, un simposio con los estados miembros de las regiones mediterránea y nórdica con el fin de intercambiar experiencias, desafíos y soluciones.
Los temas que se discutirán en la reunión incluyen cómo los
gobiernos pueden usar las dietas mediterránea y nueva nórdica para
influir en la identidad alimentaria y la demanda de los consumidores para mejorar así la
calidad nutricional de los alimentos. A largo plazo, se espera que tales esfuerzos puedan ayudar a cambiar las dietas para que sean más saludables y sostenibles.
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