Roser Anglès, directora médica de la Corporació de Salut del Maresme i la Selva.
El 40 congreso de la
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha servido para poner de relieve los
éxitos de los profesionales, pero también para hablar de errores. Concretamente, de los errores médicos y del daño que causan, incluido a los propios profesionales: las "
segundas víctimas". Un tema tabú, según ha indicado
Mónica Rodríguez, jefa del Servicio de Medicina Interna del
Hospital Vall d'Hebron. "Un tema diferente a todos los demás que se han tratado en el congreso de la SEMI".
Ante estos casos "pocas veces giramos el objetivo y nos centramos en el profesional", ha señalado Rodríguez. Para abordar esta cuestión ha presentado "a la persona que más ha contribuido a dar visibilidad en este aspecto", la intensivista y directora médica de la Corporació de Salut del Maresme i la Selva,
Roser Anglès, quien ha explicado que "culpar al profesional de los
errores médicos no mejora la seguridad del paciente".
"Los errores médicos son un tema tabú del que nadie quiere hablar"
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Anglès, especializada en este ámbito, ha pedido a los propios médicos que reflexionen sobre la naturaleza de los errores que ven en su día a día y las
actitudes que se toman a la hora de
afrontarlos. "Cuando se analiza en profundidad, en el 80 por ciento de los errores se observa que ha habido múltiples factores", por lo que no hay que "
buscar culpables" sino "
identificar las causas".
Y es que los fallos no solo generan una víctima. "La primera víctima es el paciente, y tenemos que hacer lo que sea para que la repercusión sea mínima y ayudarle para superar esta situación.
Pero hay una segunda víctima de la que no se habla y es el profesional sanitario". "El profesional sufre, y tenemos que aceptarlo".
Formas de afrontar la situación
Frente a los errores, la directora médica ha señalado que se dan
tres formas de afrontar estas situaciones. La primera es la
superación, es decir la "aceptación del error" que conlleva una "actitud de
mejora de la seguridad del paciente". Sin embargo, otra posibilidad es adoptar una
posición de supervivencia, en la que "subsiste el miedo y la tristeza" y que acaba por generar una "
medicina defensiva" en la que el profesional pide más pruebas de las necesarias para evitar cualquier otra situación de este tipo. Por último,
cuando el error resulta insoportable, se puede dar un "cambio del lugar de trabajo o de profesión", entre otras posibilidades.
"No hablamos de casos aislados, sino de hechos que estamos escondiendo"
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La directora médica ha llamado la atención además sobre algunos tópicos tan extendidos sobre los errores como "buscar al culpable". Así, en contra de lo que pudiera parecer, la mayoría de los errores no tiene un gran impacto y, por supuesto, no son intencionados ni cometidos por malos profesionales. Pero es que tampoco son aleatorios ni variados y afectan a gran parte de los médicos, aunque
es difícil obtener estadísticas de "un tema del que nadie quiere hablar".
No obstante, según una encuesta que han llevado a cabo entre profesionales sanitarios en Cataluña "
el 72 por ciento de ellos se puede considerar una segunda víctima". Es decir que, en opinión de Anglès, "no hablamos de casos aislados, sino de hechos que estamos escondiendo".
Roser Anglès, durante su exposición.
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Entre los Servicios con mayor prevalencia de segundas víctimas, Anglés señala que destacan aquellos con mayores situaciones de riesgo como "Críticos, Urgencias,
Pediatría, Quirófano, Obstetricia,
Oncología, o equipos de respuesta rápida", pero que estos casos se dan en todas las áreas médicas y sanitarias. Otro de los resultados es que "entre médicos en mujeres hay una mayor incidencia de segundas víctimas", aunque "no se sabe si es por la incidencia o por la facilidad para enfrentar y manifestar la angustia".
En cuanto a la edad, la directora médica ha explicado a los asistentes que "tener muchos años de experiencia no protege de cometer errores", y que también hay segundas víctimas en este colectivo, aunque es más fácil que se dé entre aquellos que están en contacto directo con los pacientes.
En todo caso, Anglès ha explicado que
no hace falta que se produzcan daños graves para que aparezcan segundas víctimas. "Puede pasar que en casos sin gran impacto el profesional sí se sienta segunda víctima". Estos son los llamados '
casi errores', donde el profesional no puede dejar de preguntarse "qué hubiera pasado si...".
Terceras víctimas
Además, en esta clasificación aún
cabe un tercer damnificado, "la organización sanitaria es la tercera víctima", que también puede ver en riesgo su prestigio. Sin embargo, "entre el 60 y el 90 por ciento de los profesionales señaló que no se sintieron tratados adecuadamente por su organización ante un error", lo que no solo no soluciona el problema sino que
lo agrava. "La forma en que reacciona la organización, los directivos y los compañeros es uno de los factores que más condicionan la actitud de los profesionales", ha explicado.
Por todo ello, Anglès ha pedido una
mayor formación para los profesionales para aprender a gestionar estas situaciones, a la vez que
equipos de "primeros auxilios psicológicos" para las segundas víctimas. De esta forma se podrá conseguir una
mejor notificación de los incidentes que sirva para cerrar las brechas de seguridad, puesto que, al final, la falta de confianza repercute en la falta de garantías para los pacientes.
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