David de la Rosa, presidente de Separ; y Pilar García Ledo, presidenta de SEMG.
La Enfermedad Obstructiva Crónica (
EPOC) es, actualmente, una de las patologías respiratorias más infradiagnosticadas con un
75 por ciento de los casos sin identificar. Se trata de una enfermedad que afecta a 3 millones de hombres y mujeres en España, y que supone la
tercera causa de muerte a nivel mundial. En 2021, ocasionó 3,5 millones de defunciones, lo que representa aproximadamente el
5 por ciento de todas las muertes a nivel global.
La EPOC, en nuestro medio provocada principalmente por el
tabaquismo, aunque también puede haber casos debidos a la
exposición a contaminantes, engloba enfermedades como el enfisema y la bronquitis crónica. Estas afecciones afectan progresivamente la capacidad respiratoria, limitando la realización de
actividades cotidianas y condicionando significativamente la calidad de vida, con síntomas como dificultad para respirar, tos crónica, fatiga, ansiedad y depresión. Esta patología, aunque es
prevenible y tratable, está estrechamente relacionada con otras condiciones graves, como las enfermedades cardiovasculares. En pacientes con EPOC, el riesgo de infarto o insuficiencia cardíaca puede multiplicarse hasta por ocho.
“
La EPOC es una de las patologías respiratorias más infradiagnosticadas. Los pacientes, en muchas ocasiones, son diagnosticados en fases avanzadas, incluso estando asintomáticos, y nos encontramos ante pacientes con una patología que, de haber sido diagnosticados de forma correcta, podrían estar controlados y en un estadio leve. Debemos poner en manos de todos los pacientes pruebas sencillas y no invasivas como la espirometría que faciliten su diagnóstico temprano” explica
David de la Rosa, presidente de Separ.
Santi Rodríguez, años sin diagnóstico
En el marco del Día Mundial de la EPOC, el humorista
Santi Rodríguez ha compartido cómo, por casualidad, fue diagnosticado de una EPOC leve tras años de controles por distintos especialistas, que nunca le habían solicitado una
espirometría. El actor, que mantiene una vida activa y saludable, resalta cómo la falta de
concienciación sobre esta sencilla prueba impide detectar la enfermedad en fases tempranas, cuando su control mejora de forma notable. “Una prueba tan sencilla como la espirometría puede cambiar vidas”, señala Santi Rodriguez, quien anima especialmente a fumadores y exfumadores a solicitarla. “El
diagnóstico temprano no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede evitar complicaciones futuras”.
Espirometría: prueba clave para el diagnóstico
La espirometría, una
prueba no invasiva y accesible, es esencial para diagnosticar la EPOC. Sin embargo, su uso es todavía limitado en la práctica clínica. Esto se debe en parte al desconocimiento entre los profesionales sanitarios y la población general sobre su importancia. Además, la pandemia de COVID-19 ha acentuado este problema, relegando a un segundo plano el diagnóstico y manejo de enfermedades respiratorias crónicas.
El papel de la prevención y la educación
La prevención, especialmente mediante la reducción del tabaquismo y la protección contra contaminantes ambientales, es fundamental. Asimismo, es crucial
reforzar las campañas de sensibilización dirigidas tanto al público como a los profesionales de la salud, para romper el círculo de desconocimiento e infra diagnóstico. Además, medidas como la vacunación contra la Covid, gripe y el neumococo, y la correcta técnica en el uso de inhaladores pueden mejorar significativamente el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes.
“La EPOC es una enfermedad prevenible y tratable, asociada al tabaquismo y la exposición a contaminantes. Reducir estos factores podría disminuir los casos”, señala
Antonia Ocaña Padilla, miembro del Grupo de Trabajo de Patología Respiratoria de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG).
Para personas que ya padecen EPOC, Ocaña añade: “
La prevención de infecciones (que desencadenan exacerbaciones) es crucial, ya que éstas empeoran la función pulmonar, aumentan las complicaciones cardiovasculares y elevan la mortalidad. Medidas como la vacunación, el uso de mascarillas y el lavado de manos, previenen infecciones respiratorias, y así mejoran la
calidad de vida de los pacientes”.
La EPOC afecta a diferentes especialidades
En este
Día Mundial de la EPOC, desde SEPAR y SEMG se hace una llamada a las instituciones, a los profesionales de la salud y a la sociedad en general, para priorizar la lucha contra esta enfermedad. Incrementar la educación sanitaria, facilitar el acceso a la espirometría y fomentar hábitos de vida saludables, son pasos esenciales para reducir el impacto de esta patología. Como recuerda Santi Rodríguez: “Con más prevención, diagnóstico temprano y tratamiento, podemos cambiar la vida de personas”.
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