Paloma Arribas.
Uno de los temas que se han abordado en el
42 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primara (Semergen) se refiere al "
buen uso" de los
tratamientos farmacéuticos en Atención Primaria. En este contexto,
Paloma Arribas miembro del Grupo de Trabajo de Gestión del Medicamento de Semergen, ha declarado que "
hay que desterrar la idea de un medicamento prescrito de por vida" y propone el uso de
guías de medicamentos para estudiar la
interacción entre ellos al momento de entregar un tratamiento.
"Lo que planteo y quiero transmitir a los compañeros, es que no nos dejemos llevar por la
inercia terapéuta de poner una medicina y dejarla de por vida", ha sido el
llamamiento de Arribas al ser consultada por la mesa de
desprescripción en Atención Primaria, que preside en el congreso de Semergen.
Arribas ha explicado que el origen de este nuevo
ejercicio médico surge como consecuencia de la
polifarmacia y la cantidad de
medicamentos que puede tomar una persona en el transcurso de su vida. "Una mujer de 85 años hipertensa, diabética y con dolores, puede llegar a tomar entre 8 o 10 medicinas todos los días. Cuando pasa el tiempo en esa persona hay que plantearse si todavía necesita tomar medicación porque quizás ya no la precisa. Quizás en un paciente cardíaco, cuando llega a los 75 años ese hombre sigue con medicina para controlar el riesgo cardiovascular, cuando quizás no lo tiene. Los riesgos de infarto son entre los 40 y los 65 años, pero a los 80 años ha disminuido o dejado de existir,
¿qué haces? ¿Le suministras toda esa medicina hasta el final de la vida?", ha cuestionado Arribas.
En esta línea, ha explicado que se han creado
protocolos de acción para abordar estas situaciones. "En el aula planteamos diferentes puntos de
observación del paciente: en qué momento llega a atenderse, conocer al paciente, cómo vive, cómo controla la medicación, si tiene o no demencia, si es cuidado por alguien. Luego hay que hacer un estudio de su
situación física, cómo tiene el hígado, el riñón y al finalizar, estudiar las medicinas una a una. Si estamos de acuerdo con que se le siga suministrando el total o solo algunas medicinas, porque hay que considerar su
situación actual, no la que tuvo al momento que se le prescribió", ha manifestado Arribas.
Para ayudar a estos protocolos de acción en Atención Primaria, Arribas ha descrito que existen
guías con listados de medicamentos para ver el tipo de
interacción que tienen entre los mismos de cara a prescribir un tratamiento.
"Hay muchas páginas en internet para ver el listado de medicamentos que puede tomar una persona y ver en esta lista la
interacción entre estos. Esta
estrategia ha permitido que se pueda solucionar una patología y no crear otra por el aumento de medicación suministrada. En la
Comunidad de Madrid, por ejemplo, tenemos un sistema que nos arroja alertas, cuando se supera la dosis en un paciente, la clave también, es saber y conocer lo que realmente necesita el paciente en el momento actual", ha enfatizado Arribas.
Seguridad del paciente
"Se trata de un tema de
seguridad del paciente. Todos los medicamentos tienen efectos buenos, pero también secundarios y tóxicos. Muchos generan incluso dependencia. Cuando una persona llega a una edad adulta debe
plantearse si realmente necesita
medicación para prevenir una enfermedad que ya no requiere prevenir", ha explicado Arribas.
En esta línea, ha explicado que este ejercicio de Atención Primaria es
reciente. "Nosotros los médicos nos formamos con tratamientos para los pacientes. Cambiar ese concepto es
difícil. Sin embargo, considero que
la prescripcion y la desprescripcion
son siempre revisables", ha sentenciado Arribas.
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