José Polo García, presidente de Semergen.
Casi 6.000 médicos se han dado cita en la
44º edición del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) que ha arrancado este miércoles y se alargará hasta el próximo sábado 8 de octubre. Una cita que contará con 147 actividades y desde la que
José Polo García, presidente de Semergen, analiza con
Redacción Médica el momento actual que vive el primer nivel asistencial y
cómo diseñar un futuro que vuelva a convertir a la Medicina de Familia española como un referente mundial.
"A Familia siempre nos van a usar como un método para captar votos”
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Además, el especialista detalla las
prioridades formativas de los médicos de Familia tras haberse centrado durante dos años en el covid, cómo abordar el
auge de las consultas por salud mental, los métodos para mejorar el
tiempo de consulta y la capacidad resolutiva con acceso a más pruebas diagnósticas.
La 44º edición del Congreso Nacional de Semergen tras recuperar la normalidad en la actividad asistencial. ¿Es un buen momento para que el médico de Familia vuelva a actualizarse en las patologías más prevalentes?
Es un momento clave. Los últimos dos años los hemos pasado pensando y trabajando solo en covid. El seguimiento del paciente crónico lo hemos tenido un poco abandonado, ya que no hemos podido realizarles varios controles. Además, la investigación y la formación han decaído un poco. Ahora ha llegado la hora de retomar este interés formativo e investigador.
¿Por qué han decidido centrar parte del Congreso en la atención a pacientes crónicos?
Este paciente crónico es fundamental, todo el sistema sanitario lleva años pensado que debemos hacer una transformación para atenderlo y seguirlo mejor. El paciente crónico, pluropatológico y de edad avanzada es el más frecuente en las consultas de Atención Primaria y el que más asistencia demanda.
¿Se deben adecuar nuevos métodos de atención sanitaria para estos pacientes?
Se debe transformar la atención sanitaria. Hay que acercar al paciente intentando que tenga los tratamientos y controles precisos. Esta atención debe darse en su mayoría en sus domicilios y puntualmente acudir al hospital. Hay que tener en cuenta que el anciano frágil corre el riesgo de padecer más patologías a causa de los ingresos hospitalarios.
¿El médico de Familia debe actualizarse en salud mental ante el auge de esta patología y ser Primaria el primer paso para diagnosticarla?
Los facultativos deben formarse y tener una actitud activa para poder detectar cuanto antes los problemas de salud mental. La única herramienta que necesitamos es tiempo, sin él no podemos realizar una buena anamnesis. A diferencia de otras enfermedades, no tenemos una prueba diagnóstica o de laboratorio que nos pueda ayudar, lo que hace del diálogo y la anamnesis pruebas fundamentales. Sin embargo, esto requiere tiempo y no lo tenemos.
"Los facultativos deben formarse y tener una actitud activa para poder detectar cuanto antes los problemas de salud mental"
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En cuanto a la dotación económica por parte del Gobierno y las comunidades autónomas, en los últimos tiempos hemos visto que las partidas destinadas a Primaria están aumentando. Las cifras aún son lejanas a las que reclaman, pero ¿considera que esto refleja un punto de inflexión y los problemas de Familia ya se tienen en cuenta?
El problema lo conocen y lo conocemos, las soluciones dudo que se las estén planteando. Hablamos de 172 millones, pero son 17 comunidades autónomas, es decir, 17 servicios de salud más dos ciudades autónomas. ¿Si dividimos a cuánto tocamos? ¿A diez millones cada una? ¿Con eso qué ponemos? ¿La escalera del centro de salud? No ha cambiado nada.
Actualmente, Primaria cuenta con varias estrategias y planes de acción acordados entre Gobierno y comunidades autónomas, sin embargo, la situación de Primaria sigue sin cambiar. ¿Cree que se debería crear una ley para Primaria y que así las propuestas fueran de obligado cumplimiento?
Lo primero que hay que hacer es hablar con los profesionales, que son los que estamos en la trinchera pasando consulta y podemos aportar al diseño de Familia, no otros que están en los despachos. Una vez visto donde podemos llegar debemos planificar a corto, medio y largo plazo. Cualquier plan que sea a corto plazo es pan para hoy y hambre para mañana, es decir, va a ser un parche. Hay que planificar como hicimos en los años 80-90 con la transformación del sistema sanitario. Debemos marcarnos un objetivo y tener en cuenta que habrá que tomar medidas impopulares y que en otros casos la restructuración de los servicios de salud será necesaria porque los recursos sanitarios van a ser cada vez menos. Actualmente, un 30 por ciento de facultativos tiene más de 60 años y en periodo corto de tiempo vamos a jubilarnos y no hay posibilidad de recambio.
¿Teme que con las elecciones a la vista se les use como un método para captar votos?
Siempre nos van a usar como un método de captar votos. Vamos a entrar en el debate político y en todos los programas de los partidos se va a hablar de la reforma y de la necesidad. Espero que eso no quede en falsas promesas.
¿Si se produjera un cambio en el Gobierno de España temen que no se tengan en cuenta las inversiones previstas?
Yo creo que se necesita voluntad política. Los cambios de Gobierno en los años 80-90 no impidieron que se siguiera invirtiendo en el SNS y la asistencia sanitaria. A partir de las transferencias sanitarias, lo vemos en el espectro político de los dos principales partidos, su nivel de implicación es variopinto. La inversión varía de un 11 a un 18 por ciento, pero no es la adecuada sea de un partido o de otro.
“Un 30% de médicos de Familia se van a jubilar y no hay
recambio”
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Uno de los problemas que viven los médicos de Familia es la falta de tiempo de consulta. ¿Qué acciones se deben llevar a cabo para que tengan un tiempo efectivo y no dediquen una parte a cuestiones que podrían delegar?
Desde Semergen reclamamos que se debe abogar por la gestión integral de la demanda asistencial. Que el médico de Familia cuando reciba a un paciente sea ya con una patología y no para solucionar problemas administrativos.
Otra cuestión relevante es la capacidad resolutiva y el acceso a pruebas diagnósticas. En ese sentido, se está trabajando en una nueva versión de la Cartera de Servicios. ¿Qué se debería incluir?
Hay que hacer un análisis preciso de todo. Una cosa es la cartera de servicios de las prestaciones que pueda cubrir el SNS y otra cosa es aumentar la capacidad de resolución del médico de Familia a través del acceso a las pruebas diagnósticas. No me refiero a pruebas caras, sino económicas, como pueden ser las de laboratorio. Por ejemplo, no se nos pueden poner dificultades para hacer una prueba diagnóstica para el manejo o control de la insuficiencia cardíaca en una prueba analítica cuya extracción se hace en el centro de salud y que el médico de Familia no tenga acceso. No me refiero a TC o resonancias, que pueden ser pruebas más complicadas para solicitar o abrir agendas en el SNS.
"Hay que trabajar en protocolos conjuntos y una coordinación del SNS entre el primer y segundo nivel asistencial"
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Se prevé que se tripliquen el número de pruebas. ¿Considera que esto es suficiente?
Cada vez que se oferta un servicio aumenta exponencialmente la demanda. Entonces, hay que trabajar en protocolos conjuntos y una coordinación del SNS entre el primer y segundo nivel asistencial. También es muy importante, y es una asignatura pendiente, el empoderamiento de la educación para la salud. Hay que educar muy bien a los pacientes para que no demanden asistencia sanitaria en casos que no son necesarios.
Iván Fernández, redactor de Especialidades, y José Polo García, durante la entrevista con Redacción Médica.
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