Pedro Manuel López y Luis Fernando Talavera, presidente y vicepresidente de AEIH, respectivamente.
La
accesibilidad en Ingeniería es mucho más que adaptar inmuebles, transportes o accesos a personas con movilidad reducida. Es un concepto que se debe tener en cuenta antes de realizar cualquier tipo de construcción para, además de
facilitar la movilidad, garantizar una correcta
señalización o una buena
comunicación, entre otros aspectos. Aunque aún queda mucho camino por recorrer para mejorar la accesibilidad de los hospitales, todos los expertos coinciden en que los centros de nueva construcción han mejorado en estos términos y cada vez tienen más en cuenta este factor. Así, consideran que el centro sanitario del futuro debería incorporar aplicaciones móviles como la de Google Maps y diferentes reformas para mejorar en este sentido.
Pedro Manuel López, presidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) y jefe del Servicio de Ingeniería del Departamento de Salud de Valencia en el Hospital La Fe, afirma en declaraciones para
Redacción Médica que el actual
Código Técnico de la Edificación (RD 314/2006) constituye una referencia de obligado cumplimiento que contempla “en gran medida” este tipo de cuestiones. Así, reconoce que los edificios diseñados tras la entrada en vigor de esta norma tienen, “lógicamente”, mejor resueltos los aspectos de accesibilidad.
Por esta razón, defiende que “en los últimos años ha aumentado mucho la sensibilidad social y profesional por este problema, pero aún queda margen para la mejora”. Concretamente, especifica que se debe incrementar “sobre todo” la atención en el terreno de la
eficiencia en el transporte de las personas que acuden a los centros y el
entorno hospitalario/sanitario para las personas con diversidad funcional, aparte de la movilidad.
Los hospitales han mejorado en accesibilidad pero aún queda margen de mejora
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En este sentido, el especialista señala que se puede trabajar en
aplicaciones móviles que ayuden a las personas a llegar y acceder a los servicios en función de sus características. De este modo, recuerda que las diversidades funcionales no se reducen únicamente a las personas con movilidad reducida, sino que también hay que tener en cuenta a aquellas que sufren otras limitaciones, como las visuales o auditivas. Por ello, pide apostar por
sistemas de señalización ópticos y acústicos adaptados, braille, etc.
Luis Fernando Talavera, vicepresidente de la AEIH y director de Ingeniería del Dr. Negrín (Gran Canaria), añade igualmente la importancia de incorporar los
medios tecnológicos con el mismo fin. “Estos avances pueden facilitar la autonomía de las personas con discapacidad en los hospitales”, indica. Por ejemplo, habla de crear una aplicación como Google Maps que indique al paciente cómo llegar a la consulta: “Es algo que se puede incorporar en casi cualquier sitio”. Asimismo, destaca la necesidad hacer
accesos sencillos y contar con una buena señalización y
pavimentos marcados.
En términos generales, el experto apunta que “la accesibilidad es buena pero tiene muchos aspectos que mejorar”. Así, reconoce que
los hospitales más antiguos tienen muchas dificultades para adaptarse a las necesidades de toda la población y, a veces, la reforma puede ser “inviable” por la propia configuración del edificio.
Accesibilidad en hospitales antiguos y nuevos
“En España hay un gran número de hospitales antiguos que han hecho esfuerzos para mejorar la accesibilidad. Sin embargo, algunos centros solo han llegado hasta cierto punto porque las características de la infraestructura se lo impiden”, informa Talavera. No obstante, determina que
hay centros de nueva construcción que tienen resuelto el tema de accesibilidad o realizan grandes reformas con este objetivo.
En este punto, admite que acometer este tipo de reformas tanto en hospitales de nueva creación como en otros más antiguos requiere de una
inversión “bastante elevada” y mucho tiempo. “Este tipo de proyectos hay que pensarlos muy bien y no se puede ir con prisas”, dice. “Hacerlo rápido puede provocar que la reforma sea incompleta o parcial, pues no se han tenido en cuenta todo el rango de discapacidades que puede haber”, avisa. Por esta razón, Talavera determina que una reforma en un hospital ya construido puede suponer un mínimo de tres años desde que se realiza el planteamiento.
López insiste, por su parte, en que el
diseño óptimo de las instalaciones, la ubicación de los servicios, la
verticalidad de los edificios y los accesos exteriores “debe ser previo y tiene que constituir el marco que oriente el proyecto técnico de los edificios”. Además, recalca que la normativa anteriormente citada obliga a que se éstas se apliquen en las reformas y planes que se ejecuten en los centros sanitarios ya en funcionamiento.
Las reformas para mejorar la accesibilidad necesitan una inversión "bastante elevada" y mucho tiempo
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En cuanto a los hospitales de nueva creación, opina que antes de su ejecución hay “aspectos relevantes” como la
ubicación del centro, la procedencia de los principales flujos de personas,
medios de transporte público disponibles, carreteras de acceso o la posibilidad de implantar medios de comunicación colectivos y respetuosos con el medio ambiente que “hay que tener muy presentes”, ya que un hospital de tamaño medio recibe entre siete y ocho mil personas al día entre pacientes, acompañantes y trabajadores.
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