José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
13 nov. 2023 16:10H
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El desarrollo de los anticuerpos monoclonales anti-CGRP ha supuesto un cambio de paradigma en el tratamiento de la migraña por su posología más cómoda, su eficacia y tolerabilidad. Lundbeck ha organizado el simposio "Ampliando expectativas en la prevención de la migraña", celebrado en el marco de la última Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que ha permitido a diversos expertos debatir sobre el primer anti-CGRP de administración intravenosa trimestral, aprobado en España este mismo año.
Se trata de la reciente incorporación de eptinezumab al arsenal terapéutico preventivo de la migraña. Bajo la moderación de José Miguel Láinez, presidente de la SEN y jefe de Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, se ha puesto el acento en la eficacia y rápida respuesta terapéutica que ofrece eptinezumab, observable desde el primer día tras su utilización, junto a un efecto sostenido en las reducciones de días de migraña al mes. En este sentido, Láinez ha señalado que eptinezumab es un anticuerpo monoclonal "con unas ventajas como su rapidez y eficacia mantenida". Tiene una biodisponibilidad del cien por cien y una fijación muy rápida al ligando, lo que hace que funcione muy rápido, y que esta fijación "se mantenga muy bien durante tres meses".
Este efectivo preventivo de la migraña con eptinezumab, rápido y sostenido, podría mejorar la adherencia al tratamiento. En cuanto a su rapidez, los efectos se observan a la hora o dos horas después de la perfusión, mientras que su efecto sostenido se prolonga a lo largo del periodo de tratamiento de 84 días. Para el presidente de la SEN, los beneficios que ofrece la vía de administración intravenosa son "la rapidez y la seguridad de que el paciente va a cumplir con la adherencia al cien por cien".
La rapidez de acción se considera el segundo atributo más importante del tratamiento preventivo por parte de las personas que padecen migraña, después de la eficacia. Las terapias orales preventivas para la migraña comúnmente prescritas pueden tardar de dos a seis meses en lograr los efectos máximos, y hasta tres de cada cuatro pacientes interrumpen su tratamiento preventivo oral inicial a los seis meses. Además, entre el 37 por ciento y el 48 por ciento de las interrupciones prematuras del tratamiento preventivo oral se atribuyen a la falta de eficacia.
En opinión de Láinez, el paciente candidato a recibir eptinezumab sería "cualquiera con migraña episódica o crónica, como sucede con cualquier otro monoclonal y, de forma más específica, aquellos que requieran de una rápida respuesta al tratamiento".
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