Josep María Llibre, María José Fuster, Amaya Echevarría y Santiago Moreno.
Después de
30 años con la triple terapia contra el VIH se ha abierto un nuevo horizonte para los pacientes:
mejorar su calidad de vida. Y es que, tras el éxito de este tratamiento en el control virológico, con una carga vírica indetectable, una baja toxicidad y unos niveles de defensas adecuados, tras haber reducido la mortalidad y haber elevado la esperanza de vida prácticamente al nivel de la población general, la preocupación de
médicos, farmacéuticos, industria y pacientes es lograr una buena calidad de vida para estos últimos.
"Más del 50 por ciento de los pacientes con VIH tiene más de 50 años" ha explicado
Amaya Echevarría, executive director de la Unidad de Negocio de VIH de
Gilead España. Por eso, ahora el reto es "
redefinir los parámetros con los que valoramos el VIH" y "plantear cuáles son las variables que debemos tener en cuenta
más allá del control virológico", ha detallado.
Así, en un acto organizado por Gilead este martes, se ha presentado un
nuevo proyecto multidisciplinar, denominado
MoVIHmiento RET en el que se van a analizar de forma conjunta entre médicos, pacientes y farmacéuticos hospitalarios, cómo mejorar la calidad de vida de los pacientes.
"Tenemos que redefinir los parámetros con los que valoramos el VIH"
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Según ha explicado
Josep María Llibre, del
Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, este proyecto cuenta con tres patas: una encuesta elaborada por Seisida sobre la calidad de vida percibida de los pacientes, nuevos criterios médicos para la evaluación del paciente con VIH
más allá del control virológico y la participación de los farmacéuticos hospitalarios para que aporten su visión y su perspectiva sobre la adherencia a los tratamientos. "Ahora entra en juego lo que siente el sujeto" ha señalado Llibre.
Y es que, desde la introducción de la triple terapia se ha producido una auténtica revolución en el campo de la Medicina. "Nunca un médico en vida ha visto cómo una enfermedad que tenía una mortalidad cercana al cien por cien se convierte en una enfermedad tratable", ha declarado.
Así, al igual que otras enfermedades que se están 'cronificando', la reducción de la mortalidad y el aumento en la esperanza de vida en los pacientes con VIH abre nuevas posibilidades. "Siempre hemos cuidado de la salud del paciente, pero cuando llegas
prácticamente al control de la enfermedad te planteas nuevos objetivos.
Imagen del evento organizado por Gilead
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Del mismo modo,
Santiago Moreno, del
Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha repasado los logros alcanzados con este tratamiento, altamente eficaz y seguridad, con una alta barrera a resistencias y con una eficacia establecida en poblaciones especiales como mujeres embarazadas, personas con otras patologías o trastornos mentales. De hecho, la triple terapia ha cambiado la forma de administrar el tratamiento. "Podríamos empezar el tratamiento el mismo día que se diagnostica a la persona, independientemente de su
carga viral y del nivel de CD4", ha detallado Moreno.
Nuevo objetivo '90'
Además, el desarrollo de futuras formas de dispensación de la terapia antirretroviral, que podrá ser con
una toma al mes, en inyectables de larga duración o en implantes subcutáneos bajo la piel, según ha detallado Llibre, permite ir más allá del objetivo
90-90-90 planteado por la Organización de las Naciones Unidas.
"El reto que tenemos en España es incorporar las PROs en la práctica clínica"
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Según
María José Fuster, de Seisida, además del 90 por ciento de personas diagnosticadas, y del 90 por ciento de personas diagnosticadas en tratamiento antirretroviral, y del 90 por ciento de personas en tratamiento antirretroviral con carga vírica indetectable, podemos aspirar a que el 90 por ciento de estos pacientes tenga una buena calidad de vida.
Sin embargo, por el momento se ha ahondado poco en este concepto, que "
no solo" implica las cuestiones de salud, sino que es "
multidimensional" y en el que juega un papel importante la percepción del paciente.
De hecho, según Seisida, la "
salud psicológica" y las "relaciones sociales", son aspectos que todavía se deben mejorar. Además, entre los síntomas con mayor prevalencia y con mayores molestias se encuentran la fatiga, la tristeza, el insomnio o la ansiedad. Cuestiones que hasta ahora eran "insuficientemente tratadas en el ámbito clínico", pero que van a marcar la forma de abordar el VIH en el futuro.
Por todo ello, Fuster ha planteado la necesidad de incorporar las medidas reportadas por el paciente (patient reported outcomes, PROs, por sus siglas en inglés). "El reto que tenemos en España es incorporar las
PROs en la práctica clínica", ha señalado.
Santiago Moreno ha explicado la evolución de los pacientes tras 30 años con la triple terapia.
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