La sexta edición del NeuroSummit, organizada por Roche Farma, ha reunido a más de 165 profesionales sanitarios

Federico Plaza, Eva Ortega-Paíno y Patrick Wallach.


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La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante, autoinmune y crónica del sistema nervioso central, que afecta a más de 58.000 personas en España. De hecho, es la causa más frecuente de discapacidad no traumática en adultos jóvenes y de mediana edad.

Predecir los resultados clínicos e identificar la actividad subclínica como respuesta al tratamiento de los pacientes con EM es posible gracias a la cuantificación de la concentración sérica de neurofilamentos de cadena ligera (sNfLs). Esta herramienta puede facilitar a los profesionales sanitarios el seguimiento de la enfermedad y la monitorización del tratamiento, pero a día de hoy no hay equidad entre las Comunidades Autónomas, de cara a su acceso en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

El papel de estos biomarcadores es clave para evaluar la neurodegeneración y determinar la actividad de la enfermedad o la respuesta del tratamiento en pacientes con EM. Por ello, la sanidad española tiene dos retos por delante: aumentar la formación en biomarcadores entre los profesionales sanitarios y conseguir un acceso más amplio y equitativo en la práctica clínica habitual. Éstas han sido las dos principales conclusiones del NeuroSummit 2025, que ya va por su sexta edición consecutiva.

Investigación en biomarcadores


El acto, que ha reunido a más de 165 profesionales sanitarios, ha sido inaugurado por la secretaria general de Investigación en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Eva Ortega-Paíno. "Este foro cuenta con los mejores expertos nacionales e internacionales en la práctica clínica, en Farmacia Hospitalaria y en gestión sanitaria", ha destacado.

Eva Ortega-Paíno, secretaria general de Investigación en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Eva Ortega-Paíno, secretaria general de Investigación en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.


Además, Eva Ortega-Paíno ha puesto en valor el impacto de los biomarcadores en el acceso a una medicina personalizada: "El papel de los biomarcadores es crucial en la predicción de la respuesta de los pacientes ante opciones terapéuticas". Aunque, para conseguir que esta nueva tecnología llegue a toda España, "cobra gran importancia el papel de las instituciones públicas de nuestro país".

¿Cómo? Según Eva Ortega-Paíno, impulsando iniciativas que favorezcan la cooperación entre la investigación y los centros de salud y, así, llegar a ese tipo de medicina 'ideal': "No es un reto científico solo, sino un desafío social y técnico, es fundamental seguir invirtiendo en investigación biomédica y en la formación de nuestros científicos".

Respecto a la EM, la secretaria general de Investigación ha reconocido la importancia de los biomarcadores a la hora de identificar "esas dianas que nos sirvan para diseñar tratamientos específicos para diagnosticar cuál va a ser la evolución del paciente". "Haciendo esto de manera efectiva, conseguiremos una salida mucho más humanista y sostenible", ha añadido.

Los neurofilamentos como una herramienta "adicional"


Pero, aunque los neurofilamentos permitan caracterizar mejor la enfermedad de los pacientes y sea una forma más amplia de realizar un seguimiento adecuado desde la monitorización de tratamientos hasta incluso establecer un riesgo de una enfermedad más agresiva, "debe ser un dato adicional a todas las pruebas que existen en torno a los pacientes". Así lo ha confirmado Virginia Meca, coordinadora del Centro de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital de La Princesa de Madrid.

Virginia Meca, neuróloga del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid.

Virginia Meca, coordinadora del Centro de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital de La Princesa de Madrid.


"La EM es una enfermedad muy compleja, por lo que reducirla a una sola determinación no sería posible", ha matizado. En el mismo sentido que Ortega-Paíno, ha explicado que, para generalizar el uso de esta innovación, "hay que tener en cuenta desde la formación hasta facilitar el acceso sencillo de los profesionales a esta determinación, que es lo más difícil para conseguir la equidad y que todos se puedan beneficiar".

Una idea con la que coincide Federico Plaza, director de Corporate Affairs de Roche Farma España. Desde su punto de vista, para alcanzar el reto de la equidad, la clave está en las instituciones: "Estamos en un momento fundamental, porque estamos generando la evidencia de la efectividad, de la seguridad y del impacto que tiene la gestión de la patología". Por ello, el siguiente paso se debe dar "a través del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas, para que los biomarcadores se formalicen a través de la cartera común de servicios del SNS" y, así, "garantizar que esta prestación es uniforme en todo el territorio".

Federico Plaza, director de Corporate Affairs de Roche Farma España.

Federico Plaza, director de Corporate Affairs de Roche Farma España.


Por su parte, Pilar Díaz, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Candelaria, ha valorado el trabajo de los farmacéuticos de hospital y ha hecho hincapié en su formación "para estar al servicio del paciente y en colaboración con los equipos clínicos". Como ejemplo de esa formación, ha mencionado a los grupos de atención a pacientes con una determinada patología de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

Y es que el Grupo de Trabajo de Atención Farmacéutica en Enfermedades Neurológicas (Geafen) de la SEFH, del que ha sido coordinadora varios años y en el que actualmente forma parte del grupo coordinador, "potencia la formación entre los compañeros mediante cursos de formación, actividades disciplinares y jornadas". Un conjunto de acciones con un claro objetivo: que la información llegue al farmacéutico y la pueda aplicar e incorporar a nuevas tecnologías, como en el caso de los neurofilamentos.

Pilar Díaz, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Candelaria.


El impacto de los biomarcadores en la esclerosis múltiple


Por otro lado, el encuentro ha contado con numerosas ponencias relacionadas con la implementación en la sanidad de los neurofilamentos y el uso de los biomarcadores como herramienta de sostenibilidad. La primera de ellas, titulada 'Impacto de los biomarcadores en EM & NMOSD (Trastorno del Espectro de la Neuromielitis Óptica)', se ha centrado en la tecnología para llevar a cabo las determinaciones, con sistemas que permiten la detección de biomarcadores en sangre de forma precisa. Durante su intervención, el coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, José Meca, ha señalado que los neurofilamentos, al final, tienen que ser un complemento de las resonancias magnéticas.

José Meca, jefe de Sección de Neurología del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca.

José Meca, coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.


Según ha explicado Meca, los hospitales no siempre cuentan con el sistema que se usa en los ensayos clínicos para hacer estas determinaciones, por lo que al final, "cada uno tiene que hacer la determinación con lo que tiene". Como ha incidido Virginia Meca, coordinadora del Centro de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital de La Princesa de Madrid, "el acceso a la tecnología más adecuada es la principal barrera". "No existe un problema de conocimiento. Los neurólogos conocen la literatura, ya que la evidencia es ya muy amplia".

Sin embargo, para Manuel Comabella, jefe del laboratorio de Neuroinmunología Clínica de la Fundació Institut de Recerca del Hospital Vall d'Hebron, también falta consenso en la práctica clínica: "Hay que definir qué pacientes se miden con neurofilamentos y qué valor consideras alto para tomar una decisión clínica. Faltan directrices".

Manuel Comabella, jefe de laboratorio de Neuroinmunología Clínica del Centre d’Esclerosi Múltiple de Catalunya (Cemcat).

Manuel Comabella, jefe del laboratorio de Neuroinmunología Clínica de la Fundació Institut de Recerca del Hospital Vall d'Hebron.


La experiencia en la práctica clínica


Quienes se han encargado de definir la tarea principal de los biomarcadores han sido el neurólogo y especialista en EM del Hospital Universitario Ramón y Cajal Enric Monreal y el neurólogo canadiense Mark Freedman. "Permiten detectar los mecanismos inmunopatológicos y la degradación de órganos", ha apuntado Monreal. Y no solo eso, sino que también "ofrecen información sobre la actividad de la enfermedad en curso, que puede no ser evidente a partir de los síntomas clínicos o la propia exploración", según Freedman.

Mark Freedman, neurólogo del Ottawa Hospital de Canadá.


Enric Monreal, neurólogo y especialista en esclerosis múltiple del Hospital Universitario Ramón y Cajal.

Enric Monreal, neurólogo y especialista en Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Ramón y Cajal.


Pero no solo tienen ventajas desde el punto de vista clínico. María Isidoro, jefa del Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, ha argumentado por qué un biomarcador es sinónimo de sostenibilidad: "Un diagnóstico más precoz permite asignar los recursos más pronto. De esta forma, disminuímos costes, medicación y visitas a Urgencias, lo que provoca una mayor sostenibilidad en el sistema".

"Hay que gastar bien", ha añadido el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Cruces de Bizkaia, Alfredo Rodríguez-Antigüedad, en la mesa redonda 'Biomarcadores como herramientas de sostenibilidad'. ¿Cómo se consigue? Según el facultativo, dándole a cada paciente lo que necesita en cada momento. De hecho, ha subrayado que gracias a la medicina de precisión, que se alcanza gracias a los biomarcadores, se consigue mejorar la calidad de vida del paciente.

María Isidoro, jefa de Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica del Hospital Universitario de Salamanca.

María Isidoro, jefa de Servicio de Análisis Clínicos y Bioquímica Clínica del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.


Alfredo Rodríguez, neurólogo del Hospital Universitario de Cruces de Bilbao.

Alfredo Rodríguez-Antigüedad, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Cruces de Bizkaia.


Un tratamiento "caro" es el que no funciona


Una opinión que Alberto Jiménez, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de las Nieves ha resumido en una frase: "El tratamiento más caro es aquel que no funciona". Por ello, es importante que innovaciones como los biomarcadores lleguen a todos los hospitales del SNS. "Hay que conseguir que las instituciones, a través de la colaboración público-privada, consideren que se deben incluir en la cartera de servicios común de las regiones, y no en la complementaria”, ha desarrollado Federico Plaza.

Por ahora, queda esperar a que se cumpla la inclusión, aunque Luisa María Villar, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, lo tiene claro: "El futuro de los biomarcadores en la práctica clínica debería ser utilizarlos ahora". Y para utilizarlos, la cooperación entre los hospitales, la Administración y empresas como Roche Farma España "es fundamental".

Alberto Jiménez, jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de las Nieves.

Alberto Jiménez, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de las Nieves.


Luisa María Villar, jefa de Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Ramón y Cajal.

Luisa María Villar, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Ramón y Cajal.


El laboratorio farmacéutico cuenta con 2.500 empleados aproximadamente en España y sus funciones principales son la investigación, el desarrollo y la comercialización de fármacos. "Sí, comercializamos, porque intentamos que llegue a los pacientes", ha explicado la directora médica de la compañía, Mariluz Amador.

El compromiso de Roche Farma se basa en incorporar la innovación y la tecnología, así como soluciones integrales. Además, focalizan su esfuerzo en obtener nuevas moléculas y hacer que se beneficien de ellas el mayor número de pacientes.

Mariluz Amador, directora médica de Roche Farma España.

Mariluz Amador, directora médica de Roche Farma España.


"En Neurología, nuestro modo de trabajo es entender qué es la ciencia y para ello investigamos". Ejemplo de esa investigación es el estudio desarrollado por Roche en colaboración con la Sociedad Española de Neurología (SEN) NewFeeLs-MS. En dicha investigación se entrevistó a más de 100 neurólogos nacionales y se llegó a una serie de conclusiones en cuanto al conocimiento general, basadas en seguir formando a profesionales sobre el uso que tienen los biomarcadores y en su impacto en la monitorización de la enfermedad y el tratamiento.

Formación y accesibilidad, los dos retos del Sistema Nacional de Salud. Dos desafíos que tienen solución, pero que solo llegarán como producto del trabajo en común de profesionales sanitarios, instituciones y hospitales.

Federico Plaza, Luisa María Villar, Eva Ortega-Paíno y Patrick Wallach, director general de Roche Farma España.

Federico Plaza, Luisa María Villar, Eva Ortega-Paíno y Patrick Wallach, director general de Roche Farma España.


Alfredo Rodríguez, Mariluz Amador y Luisa María Villar.

Alfredo Rodríguez-Antigüedad, Mariluz Amador y Luisa María Villar.


Eva Ortega-Paíno inaugura el NeuroSummit 2025.

Eva Ortega-Paíno inaugura el NeuroSummit 2025.

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