Ningún tratamiento anti amiloide para retrasar el alzhéimer ha sido aprobado en Europa.
El reto de encontrar un
tratamiento que permita
retrasar al máximo el deterioro cognitivo que provoca la enfermedad de
Alzheimer empieza a ser una realidad. La agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos, la
FDA, ha dado dar luz verde a Kisunla, un nuevo abordaje innovador para ello. Así, una de las
tres terapias anti-amiloides en relación con la enfermedad neurovegetativa que estaban siendo valoradas por las agencias regulatorias logra llegar a buen puerto.
El tratamiento en cuestión es
donanemab, que ha logrado demostrar en los
ensayos clínicos retrasar levemente el ritmo de deterioro cognitivo en las
etapas tempranas de la enfermedad y logrando reducir de forma notable la proteína amiloide, muy presente en las fases presintomáticas del alzhéimer. El funcionamiento de este tipo de tratamiento consiste en
dar infusiones intravenosas que atacan la proteína involucrada en el desarrollo de la enfermedad, retrasando durante varios meses la aparición de la demencia. La aplicación de donanemab es de
una vez al mes.
Una de las
peculiaridades de este abordaje frente al alzhéimer que puede llegar a generar atractivo por parte de médicos y pacientes es que estos últimos pueden
dejar de aplicarse el tratamiento una vez se consiga eliminar la
proteína amiloide, la causante de la demencia y que va acumulándose en forma de placas en el cerebro.
Hasta el momento, no existe
ningún tratamiento aprobado que siga comercializándose y que logre detener la pérdida de memoria y otros problemas cognitivos. Pese a esta noticia, siguen existiendo dentro de la Neurología expertos que ven con
escepticismo los medicamentos antiamiloides, asegurando que los riesgos llegan a superar los posibles beneficios.
El amiloide es una proteína que se produce de forma natural y que en ocasiones puede depositarse en forma de placas. La acumulación excesiva de placas de amiloide en el cerebro puede producir deterioro cognitivo y funcional que se relacionan con la enfermedad de Alzheimer. Donanemab puede ayudar a eliminar la acumulación excesiva de placas de amiloide y reducir la progresión del deterioro relacionado con la capacidad de las personas para procesar nueva información,
recordar fechas importantes, planificar y organizarse, preparar comidas, usar electrodomésticos, gestionar finanzas o incluso quedarse solas.
Efectos secudarios de Kisunla y precio
Donanemab es un tratamiento dirigido a las placas de amiloide para personas con deterioro cognitivo leve y personas en la etapa de demencia leve de la enfermedad de Alzheimer sintomática inicial con patología de amiloide confirmada. Donanemab puede
causar efectos secundarios graves, como:
alteraciones en neuroimagen relacionadas con el amiloide (ARIA) y reacciones relacionadas con la infusión.
En cuanto al precio, medios como la CNN señalan que Lilly dijo que costará 695 dólares (640 euros) cada vial, lo que equivaldría a 12.522 dólares (11.500 euros) por un tratamiento de seis meses o 32.000 dólares (29.600 euros) por un año, dependiendo de cuándo termine el paciente su tratamiento.
España, sin la capacidad de poder administrar el tratamiento
Tras la aprobación de este tratamiento, es cuestión de tiempo que Europa y posteriormente España valoren incorporarlo.
Juan Fortea, excoordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (
SEN), ya advirtió en
Redacción Médica que el
Plan Nacional de Alzheimer en España, vigente desde el año
2018, ni mucho menos permite poder avanzar a la hora de abordar la enfermedad neurológica: “No se me ocurre otra enfermedad tan letal como el alzhéimer que tenga tanta inequidad en España. No existe
ninguna ruta de demencia en las comunidades autónomas que diga cómo un paciente, por el tipo de patología que sufre, sepa qué línea debe seguir".
Fortea vaticinó que donanemab tenía muchas posibilidades de ser aprobado por la FDA, y en caso de ser así, “España no tendrá la capacidad de
dar los tratamientos frente al alzhéimer. Suponiendo que dieran gratis los medicamentos tampoco se podrían ofrecer. No existen las infraestructuras ni los recursos para ofrecer estos avances”.
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